Ijiranaide Nagatoro-san, la polémica y el bullying

Ijiranaide Nagatoro-san

Ijiranaide Nagatoro-san

Ijiranaide Nagatoro-san, conocido también como «No me jodas Nagatoro» y «Please don’t bully me Nagatoro», es el anime más polémico de la temporada de anime de primavera del 2021, aunque no precisamente por las razones correctas.

 

La polémica de Twitter vs lo que debería ser polémica

Nadie puede negar que Ijiranaide Nagatoro-san tiene un punto muy cuestionable en su trama, pero curiosamente, la razón por la que es polémica no tiene nada que ver con esto. 

Este anime, estrenado en abril del 2021, nos cuenta la historia sobre Nagatoro y su Senpai, que ni siquiera tiene un nombre en el manga, por lo que el anime se inventó uno que apenas es usado una o dos veces. Lo cuestionable de este anime escolar, es el hecho de que Nagatoro le hace bullying a su Senpai, para llamar la atención de este, llegando a hacerlo llorar más de una vez, escena que es un poco difícil de ver, ya que Nagatoro claramente lo hace como un juego, pero para su Senpai esto es demasiado horrible.

Pero, en vez de criticar las acciones de Nagatoro, las personas de Twitter, que parecieran no haber visto el anime siquiera, solo se concentran en señalar la supuesta sexualización de Nagatoro y sus amigas, dando a entender que el anime tiene contenido degenerado, por no decir otra cosa. 

Claro que, no es ninguna mentira que Nagatoro tiene un par de escenas que llegan a sugerir algo, pero siempre se hace desde el punto de vista de la comedia, en el que una chica molesta a un chico con cosas sugestivas porque sabe que no puede tocarla, en ningún momento se muestra nada, por lo que sí, tiene fanservice, pero no es algo tan relevante como para ser crítica tomando en cuenta los estándares de Ecchi común en la mayoría de animes. 

 

La razón del Bullying

Ya fuera de la otra polémica, el bullying como algo “normal” dentro de la vida de un par de adolescente es algo que normalmente no veríamos como una comedia, ya que implica el acoso de parte de uno de los dos. Pero, en Ijiranaide Nagatoro-san es hasta cierto punto, bien manejado.

Tenemos a Nagatoro, quien se acerca a Senpai al encontrarlo un día en la biblioteca, y casi inmediatamente comienza a molestarlo luego de que le llamara la atención. Al principio la “broma” es en plan de “miren a este friki, no tiene vida y es bien virgen”, lo cual de por sí es un tanto rudo de decir a una persona que no conoces y que no sabes cómo se lo tomará, y al final termina cruzando la línea al continuar ejerciendo presión, con toda la intención de hacerlo llorar. 

Por esto, en los primeros dos capítulos vemos a Nagatoro como una acosadora sin más, alguien que solo quiere desquitar su aburrimiento o enfado con alguien más, pero luego, al ver cómo se comporta con los otros, nos damos cuenta de que este comportamiento es exclusivamente con Senpai. Además, conforme pasan los capítulos sus “bromas” van bajando de intensidad, acercándose a Senpai de forma un poco más gentil, defendiéndolo algunas veces, mostrando celos incluso.

Todo esto nos dice que Nagatoro es en realidad, una chica que ha tenido un flechazo y no sabe cómo acercarse, por lo que usa el bullying como excusa para llamar su atención. Ahora, esto claramente está mal, no es ni de lejos la mejor opción, ni es algo que se debería normalizar, pero lo cierto es que estos comportamientos es algo que sí suele ocurrir en la vida real, cuando se es un niño, o como mucho en la adolescencia, por nerviosismo, o por ocurrírsele otra manera. 

Es una situación con la que más de una ha llegado a identificarse en sus años de pre adolescencia sobre todo, de hecho, lo único que hace “fallar” un poco la trama en este sentido, es el hecho de que Nagatoro tenga 16 años y Senpai 17, cuando este comportamiento es más común alrededor de los 14 años. Aunque claro, debido a ciertos chistes y momentos sugerentes, es necesario que tengan una edad lo suficientemente mayor para que no sea tan problemático. 

Ijiranaide Nagatoro-san

La comedia, el romance y la pena ajena

Debido a que la comedia de este anime se basa en el constante bullying, Ijiranaide Nagatoro-san tiene muchas, pero muchas escenas que dan pena ajena, pues las “bromas” en su mayoría se centran en hacer sentir incómodo a Senpai, colocando retos sugestivos, o que intentan hacer que Senpai haga algo “obsceno”, cosa que obviamente, no es capaz de hacer. 

Por esto tenemos a un Senpai traumado hasta más no poder, con la autoestima siendo pisoteada una y otra vez, y que, al contrario del espectador, él no tiene idea de que Nagatoro está enamorada de él, por lo cual no entiende por qué lo trata de esa manera, algo completamente normal tomando en cuenta que nunca pensarías que el que te hace bullying es porque te quiere, o algo por el estilo.

Pero claro, como Nagatoro es chica poco puede hacer para defenderse de sus “bromas”, y aunque intenta alejarla más de una vez, ella es tan insistente que no consigue ni donde esconderse, lo que deja al pobre sin más opción que tolerar e incluso acostumbrarse al maltrato que se le da. 

 

Opinión personal

Ijiranaide Nagatoro-san cumple su función de entretener y provocar más de una risa, pero como ya mencioné, tiene también momentos demasiado incómodos por la forma en que tratan a Senpai. No deja de ser disfrutable aun así, pero no es el tipo de anime que vería por una segunda vez, ya que tampoco tiene alguna cosa destacable que te conecte con la historia, de hecho, lo más probable es que toda su polémica y demás sea olvidada hasta que se anuncie su segunda temporada.