65: Al borde de la extinción, buen concepto con pésima ejecución

65: Al borde de la extinción

65 al borde de la extincion

65: Al borde de la extinción, es una película del director y guionista Scott Beck, sobre un hombre que se pierde en medio de una misión espacial, y termina en el planeta tierra, en el periodo cretáceo.

Él, junto a una niña que no habla su idioma, buscan la manera de regresar a casa. 

La razón del viaje

Al inicio de 65: Al borde de la extinción se centra en Mills, el protagonista, y su hija, Nevine. Nevine tiene una enfermedad que no ha podido curar por más que lo intentan y llevan a todos los hospitales. Esta enfermedad no hace más que empeorar con el tiempo, por lo que están seguros de que, si no hacen algo pronto, su amada hija morirá. 

Aun así, Mills duda mucho sobre aceptar un trabajo especial que le ofrecen, por el que le pagarán mucho dinero, pero que durará dos años. No puede imaginarse dos años lejos de su hija, sin embargo, al ver que no hay otra opción, y que necesita el dinero para salvarla, lo acepta. 

Es así como termina en una misión espacial con la que esperaba salvar a su hija, sin saber que su nave chocaría contra un cinturón de asteroides. Ahora, con la nave destruida, y con él como el único sobreviviente, debe encontrar la manera de volver. 

El factor del planeta

Nos dan a entender que el planeta en el que aterrizó fue el planeta Tierra, en el periodo cretácico, la era de los dinosaurios. 

Aunque esto suena a una gran idea que copia el estilo de películas como Jurassic Park, lo cierto es que es bastante decepcionante. 

El lugar y el tiempo apenas son aprovechados, los dinosaurios apenas tienen una o dos escenas, y toda la apariencia de la tierra hace que uno se pregunte si era realmente necesario que fuera la tierra en particular. 

No es aprovechado de ninguna manera, es solo parte del escenario, sin más. No aporta nada a la trama, al punto en el que fácilmente pudieron haber inventado un planeta completamente diferente, y hubiera sido mucho más interesante. 

La historia se centra por completo en los protagonistas, y su lucha por sobrevivir, pero, nuevamente, verlos huir de extraterrestres hubiera sido más interesante que de dinosaurios.

65 al borde de la extincion

La hija de Mills y su reemplazo

Mills hace todo este viaje por su hija, y por esta misma razón, se esfuerza tanto en volver, aun si es demasiado tarde. 

Después de un rato de vagar buscando la nave, se encuentra con Koa, una chica que estaba en una de las cápsulas criogénicas, la cual fue la única otra sobreviviente. Ella quiere hallar a sus padres, sin saber el destino de estos, ni poder entender el idioma de Mills. 

A duras penas se comunican con señas, y van aprendiendo lo suficiente uno del otro para poder trabajar en equipo y acercarse. 

Algo que llama mucho la atención es cómo Mills comienza a tratarla con el tiempo. Él parece proyectar la imagen de su amada hija en Koa, razón por la que se esfuerza tanto en protegerla, y por la que empieza a enseñarle varias cosas. Entre estas, un silbido especial que le había enseñado a su propia hija antes de irse. 

Koa, por su parte, parece entender superficialmente lo que ocurre, puesto que encuentra los vídeos enviados por la hija de Mills, los cuales él se niega a ver. En estos, se ve cómo la angustia de no saber nada sobre su padre la lleva a estar cada día más triste. 

La relación fraternal que forman se rompe por un momento cuando Koa, que seguía a Mills para encontrar a sus padres, se da cuenta de que estos siempre estuvieron muertos, y que él lo sabía. 

Pese a esto, ya que es el único apoyo que tiene en ese planeta, no tiene más opción que perdonarlo. Sobre todo después de que él le cuenta sobre su hija, sobre cómo la perdió por aquel viaje, y lo mucho que se arrepiente de ello. 

El final feliz

Después de huir de uno que otro dinosaurio, algunos pequeños dramas, y muchos problemas, Mills y Koa por fin llegan a la nave, consiguen repararla y volver a casa. 

Durante todo esto, apenas tuvimos un vistazo superficial sobre sus personalidades y actitudes, centrándose por completo en el hecho de encontrar la nave y regresar a casa. 

Esto es algo bastante criticado tomando en cuenta que los dos directores de “65: Al borde de la extinción”, son a su vez guionistas, que simplemente no pudieron superar las expectativas. 

¿Vale la pena “65: Al borde de la extinción”?

65: Al borde de la extinción es el tipo de película que decepciona. Si vas a verla por la temática jurásica, te encontrarás con pocas escenas, y muy mal logradas. Por otra parte, si vas por la acción de un astronauta sobreviviendo en un planeta hostil, apenas cumple con su cometido, quedando muy por detrás de la mayoría de películas por el estilo. 

Finalmente, si vas por la parte del drama, por la cuestión del padre que quiere salvar a su hija, y la niña que perdió a sus padres, tampoco tiene mucha profundidad, y en todo caso, se nota como los mismos actores son los que se esfuerzan por intentar mejorar este punto, sin llegar a lograrlo. 

En todos sus puntos, “65: Al borde de la extinción” lamentablemente resulta otra decepción de este año 2023, junto a películas como “Hay algo mal con los niños” y “Llaman a la puerta”.