Admitido
Admitido se ha convertido en una película de culto gracias al gran mensaje que trae, junto a su muy bien lograda crítica social. Es un filme que sin duda logra empatizar con el público al que va dirigido, sin importar la cantidad de años que transcurran.
Resumen
Seguimos la historia de Bartleby, un chico al que vemos conseguir dinero falsificando documentos de sus compañeros, quien si bien llega a ser bastante ingenioso, esto no le sirve de nada a la hora de postularse para entrar a universidades. Esto es algo sumamente importante, ya que tal y como ocurre en la vida real, sus padres consideran que no puede ser alguien exitoso en la vida si no tiene un título.
Es tanta la presión que colocan sobre Bartleby que, al no ser capaz de ingresar a ninguna de las universidades que solicitó, se siente tan angustiado que solo logra encontrar una solución temporal, falsificando una carta de aceptación. Por supuesto, con esto no basta para engañar a sus padres, así que le pide ayuda a su amigo para crear un sitio web para la universidad falsa.
Lamentablemente para Bartleby esto solamente termina causando un problema mucho mayor, ya que al existir un sitio web con el nombre de una universidad ficticia, muchas personas solicitan entrar, y son aceptadas automáticamente por el programa. De esta manera, Bartleby y sus amigos terminan con cientos de personas iguales a ellos, que fueron rechazados en todas las demás universidades y encontraron la página en medio de búsquedas de última opción.
Al verse en esta situación quieren decirles a todos la verdad, pero cuando Bartleby lo intenta, se da cuenta de que no puede simplemente romper con la ilusión de todas estas personas, rechazándolos de la misma forma en que él fue echado a la basura, por ello, toma la decisión de continuar con la falsa universidad, a pesar de todo lo que esto involucra. Contrario a lo que se podría esperar de un grupo de chicos que apenas terminaron la secundaria, Bartleby y sus amigos realmente investigan cómo funcionan las universidades, y de qué forma podrían aplicarlo y mejorarlo para dar a las personas lo que realmente quieren.
Es así como realmente nace esta universidad, con Bartleby preguntando a cada estudiante qué quiere estudiar, y buscando la manera de que entre todos puedan aprender los unos de los otros, con cursos que van desde la meditación y la cocina, hasta el skate, el rock, la moda… Se centran en el talento natural de cada uno, para de este modo explotarlo al máximo sin ninguna barrera, cosa que no hacía ninguna otra universidad.
Esta universidad ficticia se siente cada vez más real, con personas cada vez más dedicadas a su pasión, sin importar su procedencia, notas o estilo de vida, Bartleby lo ve como un sueño realizado, y todo parece estar yendo muy bien, hasta que las otras universidades se dan cuenta de su existencia. Debido al “caos” que crea la fama de esta universidad, otra intenta investigar sobre esta, y al enterarse de la realidad, inmediatamente los demandan para hacerlos cerrar.
Bartleby nuevamente se siente como un fracaso, con el peso de la decepción de todos los estudiantes sobre sus hombros, y la ansiedad de tener a sus padres recordándole su fracaso, hasta que un día, recibe la citación para acreditar a la universidad. Sin estar del todo seguro, pero con la esperanza de recuperar lo que le costó tanto lograr, Bartleby va a la audiencia, donde se da cuenta de que se encuentran todos sus estudiantes, quienes esperan ansiosos por un resultado positivo, sabiendo que es el único lugar donde sienten que de verdad puede aprender y progresar.
No es nada fácil lograr la aceptación, y Bartleby lo sabe, razón por la cual desde un inicio se presenta como lo que son, un grupo de inadaptados que han logrado hacer su propio sitio, creando la oportunidad que nadie les ha dado. A pesar de todos los peros y contras que señalan las otras universidades, Bartleby sale victorioso al recordar que, después de todo, una escuela busca fomentar el aprendizaje, y el desarrollo de los talentos, punto en el cual destacan y logran hacer como ningún otro.
La presión social
Esta película nos habla sobre la presión constante que reciben los jóvenes por tener un futuro asegurado, con una carrera y estilo de vida escogidos en plena adolescencia, que es cuando la mayoría sale del instituto. Esto ocurre todo el tiempo, incluso de niños, con apenas 7 u 8 años, ya se nos presiona para pensar en lo que queremos hacer en el futuro, lo que queremos llegar a ser de adultos.
Si bien hay personas afortunadas que encuentran su pasión desde jóvenes, y tienen más que claro su futuro, muchos otros no tienen idea de qué hacer el día de mañana, y no deberían de sentirse mal por ello. En este aspecto, Admitido nos muestra las diferentes caras de este problema social.
Con Bartleby nos muestran a esa persona rebelde que siempre busca el camino fácil, que tiene ideas, las cuales no se adaptan a la moral o leyes de su sociedad, por lo cual en otras circunstancias, sería simplemente rechazado como un delincuente. Tenemos a Rory, su amiga, quien se esforzó cada año por sacar las mejores calificaciones, para entrar a la universidad de sus sueños, y al no ser admitida, cae en depresión y ansiedad, sintiendo que toda su vida carece de significado.
También está Daryl, con una meta y una pasión bien definida, junto con la oportunidad de entrar a la universidad que desea… hasta que su pierna se quebró en un juego, perdiendo así la capacidad de volver a jugar, quedando sin un propósito. Y por último Sherman, el único que sí entró a la universidad que quería, la misma a la que había ido su padre, su abuelo, y bisabuelo, solo para darse cuenta de que aún estando allí era discriminado, tratado como basura solo por su físico, a la vez que se da cuenta de que la iniciativa de Bartleby cubre muchas fallas de las mejores universidades.
Todo esto nos demuestra cómo esta presión suele terminar acabando con la vida y esperanzas de las personas, más que invitarlas a tener un futuro mejor, y sobre todo mucho más que ser una supuesta llave o camino hacía la felicidad.