Análisis de La Bruja, horror religioso

Análisis de La Bruja

Análisis de La Bruja

Una película del estudio A24 que fue señalada como “lenta” por la audiencia, pero teniendo un gran recibimiento por la crítica. Hoy te hablaré sobre el análisis de La Bruja, un filme que nos habla sobre las viejas creencias, el terror que representaba antiguamente la noche, y el fanatismo religioso.

Algo curioso de esta película, es el hecho de que a pesar de tratar en todo momento la religión, y el pecado, logra hacerlo sin caer en la propaganda religiosa, ya sea a favor o en contra. Nos muestra el miedo al que sucumben día a día los personajes, haciéndoles ver el mal en lugares o situaciones que podrían no ser nada en realidad.

Sangre en la leche de cabra, una canción infantil, una mala cosecha… Estas cosas que hoy en día no significan nada sobrenatural, pero que en aquellos días podían interpretarse como la presencia del mal.

 

Las acusaciones

Esta película comienza con la acusación de que la familia es excesivamente religiosa, siendo expulsados por su comunidad. Rechazados, no tienen de otra más que vivir en soledad, justo al lado del bosque, que de por sí solo, representaba un gran peligro, debido a los posibles depredadores, que por suerte para ellos, jamás llegaron.

La familia debe valerse por sí sola, estando tan presionados por sobrevivir, por mantener su fe, sin contacto con otras personas, pronto comienzan a tener roces entre ellos, desesperándose. 

En esta película tenemos a un enemigo que puede ser o no real, pero aun así, el grave problema no es tanto la bruja, sino la propia familia, y la forma en que esta se corrompe, abandonando, juzgando y señalando los unos a los otros. 

Una hija que no supo cuidar de sus hermanos, un hijo que no pudo rechazar la tentación, una madre que pierde a sus hijos, un padre que no es capaz de dar solución. Cada integrante del grupo familiar falla o peca de alguna manera, quedando a los ojos de los demás, como seres oscuros, demoniacos, poseídos.
Análisis de La Bruja

Las supuestas señales

Todas las advertencias de presencia de la supuesta bruja, vienen de la mano con los antiguos cuentos sobre estas, y la forma en que son descritas por los creyentes. 

Una plaga que acaba con la cosecha, enfermando a la familia. Algo que pudo evitarse con ciertos cuidados, es una completa tragedia y obra del diablo en una época donde apenas sabían plantar, sobre todo tomando en cuenta que en el caso de esta familia, no cuentan con ayuda o guía de ningún tipo. 

Así mismo pasa con otras pequeñas “señales”, que nos hacen dudar como espectadores, sobre la cordura y fanatismo de los personajes, ya que no es algo tan sencillo de creer para nosotros.

 

Las señales

Poco a poco la película va subiendo la intensidad, mostrándonos hechos sin explicación, como es la desaparición del hermano más joven.

En otra escena, podemos ver directamente a una bruja “real”, quien seduce a uno de los chicos, poseyéndolo. 

A partir de este punto, el filme se va tornando más oscuro, repleto de simbolismos, que hace sentir confundido o intrigado a los espectadores, pues estos ya no saben decir realmente qué está sucediendo. 

Nos dicen una y otra vez que existe una bruja, que está haciendo todas las cosas malas que le ocurren a la familia, sin embargo, no se nos revela la bruja, y más de uno de los hechos parecen simples casualidades, o malentendidos.

 

El pecado y la culpa

Toda la trama se centra en el pecado, tanto los cometidos, como los que cada uno cree tener de forma directa o indirecta.

Podemos verlo claramente en la escena en que la madre cree amamantar a su hijo, cuando realmente es un cuervo quien toma de su pecho. Ella extraña a su hijo, se siente mal por haberlo perdido, culpando tanto a su hija mayor, como a ella misma. Se encuentra en un punto tal de desesperación, que ya no es capaz de ver qué es real y qué no.

Tenemos a Thomasin, quien mira con pesar el pueblo que están dejando atrás, ella es la más consciente de la situación, aunque aun así sigue cayendo en la idea errónea y terrorífica que le planteaba su religión, y la instrucción de sus padres. Ella, a pesar de sentirse mal por ser exiliada, podemos verla trabajando duro, cuidando de sus hermanos, la vemos divertirse con ellos un poco, pero es cuando el bebé desaparece que todo cambia.

Thomasin se culpa por perder a su hermano, por no ser capaz de controlar a los gemelos, quienes juegan a ser brujas, riéndose de las desgracias y creencias de sus padres. Cada vez se trastorna más, comparando cada cosa que ve como una señal, tal y como le estuvieron enseñando sus padres desde pequeña. Ella teme por su familia, teme por sí misma, y lo que oculta la noche.

El padre, quien carga con el peso de toda la familia, sabiendo que es responsable del exilio, y que debe hacer lo posible por darle todo lo posible a sus hijos. Si bien es el más religioso, el peso de las circunstancias hace que sea el menos afectado por las creencias de la existencia de la bruja, aunque aun así le teme. 

Por último los tres hermanos pequeños, que saben que lo que ocurre a su alrededor está mal, pero no lo entienden y no les importa, juegan despreocupados hasta que la tragedia se los lleva.

Análisis de La Bruja

La aceptación y el deseo

Dicen que las personas más peligrosas, son las que no tienen nada que perder. En este caso, cuando Thomasin se queda sin familia, ni un hogar al cual ir, decide ir en contra de todo lo que le hicieron creer alguna vez, refugiándose justamente en lo que más temía.

Ella decide convertirse en bruja, harta de la vida que tiene, con esperanzas de tener un nuevo hogar, y le resulta imposible negarse a la tentación cuando el mal le susurra sus más grandes deseos. Vestidos bonitos, mantequilla y queso fresco, una vida de lujos. 

Al final, esta película nos muestra lo que puede llegar a hacerle el fanatismo y el temor a las personas, llevándose todo lo que tienen, sin importar si la bruja fue real en algún momento o no.