La saga de animales fantásticos
Con el final de Harry Potter era imposible que el estudio Warner, que se ha enriquecido tanto a costa de esta saga, no quisiera seguir sacando más y más contenido. Por suerte para todos los fans, en vez de exprimir Harry Potter, con el riesgo de arruinarlo, nos trajo Animales fantásticos y dónde encontrarlos.
Esta nueva saga, en la que J. K. Rowling debuta como guionista directa, ya que está película salió sin un libro del cual basarse, exploramos mucho más el mundo mágico, y el mundo muggle. Nos centramos en tramas un tanto más políticas, en el día a día y los pensamientos de ambos bandos.
Aquí, al contrario que en Harry Potter, no tenemos a un temible villano al que todos temen, no hay un Voldemort. Lo que nos presentan es a distintos personajes antagónicos, algunos más fuertes que otros, que también infunden respeto como «villanos», pero de una forma más humana, por decirlo de alguna manera.
En Animales fantásticos y dónde encontrarlos, tenemos personajes que se guían según sus propios principios, los cuales, nos hacen dudar a nosotros mismos sobre quienes tienen la razón. Hay alguno extremista, pero, a fin de cuentas, podemos verlo como un «el fin justifica los medios», más que un acto de villanos en sí, en la mayoría de casos.
Vemos a personajes actuar por miedo, odio, amor e ignorancia. Con esto, la nueva saga nos muestra tramas que se enfocan en todos los puntos que no se terminaron de trabajar, o ni siquiera se tocaron, en Harry Potter.
En ningún momento busca ser un refrito de Harry Potter, ni mantener al público allí a punta de la nostalgia que genera la primera saga, sino que, se reinventa por completo. Tenemos nuevas localidades, personajes, tramas, e incluso costumbres.
Es una saga que incluso se puede ver sin necesidad de conocer Harry Potter, (aunque es casi imposible no conocerlo). Hay tantas cosas por ver y conocer, que fácilmente podríamos decir que lo único que lo une con la saga de Harry Potter son los hechizos, la presencia de Dumbledore, y alguna subtrama.
El nuevo protagonista y sus pequeños fallos
Dejando de lado a la nostálgica Inglaterra, Animales fantásticos y dónde encontrarlos, se desarrolla en New York, en dónde se nos presenta al nuevo protagonista, Newt Scamander.
Aquí, al fin se le da un protagónico a la casa que solía ser más ignorada en la anterior saga, Hufflepuff, aunque, en este caso, se trata de alguien que fue echado de Hogwarts por poner en riesgo una vida humana. Todo debido a su obsesión con los animales fantásticos, y su tendencia a protegerlos y estudiarlos por sobre todas las cosas.
Se trata de un protagonista con cierto encanto, pero que parece quedarse un poco en segundo plano a medida que se integran las otras tramas de la película. Incluso puede parecer por momentos que sobra, o que se le dio poco desarrollo, para ser el protagonista.
En su caso, su trama se resume en tener una maleta llena de animales fantásticos, a los que protege, que por desgracia terminan escapando en New York. En toda la película lo veremos perseguir a estos animales, a la vez que termina siendo arrastrado a las otras tramas, pero, en esos casos, parece más un personaje secundario.
Por esto mismo, hay muchos momentos en los que se siente que Animales fantásticos debió ser una serie, y no una película. En su mayor parte se atribuye esta característica a J. K. Rowling, quien manejó el guion casi de la misma forma en que suele manejar sus libros, cosa que aunque suene bien, no se ajusta a la pantalla grande.
A pesar de todo, no es algo que arruine la película, y se siente como si fuera una especie de introducción a la saga. Probablemente, de pasar lo mismo con otra franquicia, causaría que la película no llamara tanto la atención, pero al ser una franquicia que ya conocemos por ser larga, y con tantos detalles, se pasa por alto este detalle.
Las tramas políticas
Animales fantásticos y dónde encontrarlos se divide en dos tramas, en general, que tienen a su vez sus propias subtramas, razón por la que quedaría mejor en una serie. La primera es, como ya sabemos, el maletín lleno de los animales fantásticos de Newt, y la segunda, los problemas «racistas», por decirlo de alguna manera, de los magos y los muggles.
Lo primero que resalta es la fecha, 70 años antes de Harry Potter, por lo que había muchas más reglas sobre cómo relacionarse con los muggles, estando completamente prohibido el matrimonio y otras relaciones. En aquel entonces, se buscaba hacer una separación entre ambos bandos, casi cómo si fueran dos especies distintas.
Por esto, demasiadas personas estaban inconformes, ya que esas leyes parecían proteger únicamente a los muggles, mientras los restringían a ellos mismos. A su vez, en el lado de muggles, vemos cómo los poco que conocen la existencia de la magia están en su contra, con el miedo a lo desconocido.
Uno de estos, tomando como referencia a las brujas de Salem, y todas las historias sobre cómo las brujas son seres terribles, hace todo lo posible por exponerlos y darles un freno.
El protagonismo de los muggles
No todo es odio y miedo, en el caso de Jacob Kowalsky, un muggle que termina implicado en la trama por mera casualidad, vemos la forma en que el amor y la amistad se puede dar entre ambos bandos.
Con una gran curiosidad hacia la magia, junto a su personalidad cálida y amable, este personaje nos demuestra las razones por las cuales está barrera entre magos y muggles debe derrumbarse. Nos recuerda que, independiente de todo, ambos lados son humanos, y sienten las mismas emociones, llevándonos a entender un poco más las razones de los antagonistas.
