Capitán Fantástico, lo bueno y lo malo de no ser como los demás

Capitán Fantástico

Imagina una vida lejos de toda tecnología y el capitalismo, suena al sueño de varias personas, sin embargo, ¿realmente serían capaces de llevar este estilo de vida? Capitán Fantástico, es una película que nos habla de los males de ambas caras de la moneda, de lo malo del consumismo, pero también, y sobre todo, lo malo en escoger un camino completamente distinto. 

Normalmente cuando se trata de este tipo de filmes, nos llega a nuestras pantallas una propaganda más que una trama, ya que suele irse a los extremos, sin embargo en este caso, la balanza es lo suficientemente estable como para que entre su público haya quienes se inclinen por el lado que más les parezca. 

La trama

Seguimos la historia de Ben, quien junto a su esposa recientemente fallecida a causa de su suicidio, crio a sus hijos con la idea de hacerlos libres de todas las ataduras “banales” del mundo. Esto quiere decir que no les permitieron ir a lugares donde estuvieran otros niños, tampoco los aparatos electrónicos y cualquier objeto de consumo. 

En vez de una vida normal en pleno siglo XXI, estos niños aprendieron a cazar su propio alimento, a defenderse con las artes marciales y sobre todo a leer filosofía, junto a muchas otras materias, al punto en que llegan a ser considerados casi unos genios. Apenas empieza la película podemos ver como el hijo mayor cumple con una especie de ritual para ser considerado un adulto, en el cual caza a un ciervo y posteriormente come su corazón.

Muy pronto nos damos cuenta de hasta dónde llega la inteligencia de estos niños, que parecen tener respuestas correctas para todo, y tienen constantes debates cada vez que tienen una pequeña pelea o diferencia de ideas entre ellos.  Aun así, esto no es lo más extraño de la familia.

En muchas escenas contemplamos cómo Ben es capaz de decir las cosas de frente a sus hijos, con tal de no mentir de ninguna forma, por lo que terminamos con escenas como Ben hablándole a su hija menor lo que es el sexo y como funciona, debido a que ella hizo una simple pregunta por algo que mencionaron. De la misma manera, podemos ver cómo Ben les expresa que su esposa se quitó la vida, a pesar de que sabe que cualquier otro les mentiría un poco a los más pequeños, para que no sufran tanto. 

Esto mismo le genera un problema al repetir lo mismo, pero en la casa de la hermana de su esposa fallecida, la cual no pensaba contarle la verdad a sus propios hijos, sino que prefería simplemente contarles que se encontraba enferma. Con esto, ella se molesta y le pide que mande a sus hijos al fin al colegio, para que aprendan sobre el mundo real, a lo que Ben responde comparando los hijos de la mujer, con sus propios hijos.

Los hijos de la mujer quedan completamente ridiculizados a nivel intelectual, por la menor de las hijas de Ben, quien apenas parece tener unos 8 años, luego de que Ben les hiciera una pregunta, la cual los hijos adolescentes de la mujer estaban confundidos y no supieron responder. La menor de las hijas, por otra parte, respondió perfectamente a la pregunta como si fuera lo más normal del mundo. 

Vemos más situaciones así en las que se muestra la superioridad intelectual de los hijos de Ben por sobre las personas «comunes», cosa que Ben toma con orgullo, pero que realmente no es lo único importante en la vida. De hecho, también nos muestra esta película lo poco familiarizado que están estos chicos con las demás personas, y el cómo manejar situaciones sociales.

El hijo mayor, por ejemplo, a quien nos mostraron como un hombre apenas comenzó la película, al conocer a una chica, la cual le coquetea un poco, inmediatamente piensa que está enamorado, y cuando la madre de la chica los encuentra juntos, él le solicita permiso para casarse con su hija, apenas sabiendo su nombre. En este caso el chico más «inteligente», el que ha logrado entrar a las mejores universidades, ha cazado y comido ciervo crudo sin ningún problema, queda como un tinto, y tiene un comportamiento parecido al de un niño.

Aquí nos damos cuenta de que estos chicos jamás han pasado realmente tiempo con otras personas, viven en su mundo y, por tanto, no saben afrontar los problemas del mundo exterior, así como las distintas situaciones sociales. Aun siendo de esta forma, es curioso cómo muchos espectadores dijeron que les gustaría que sus hijos fueran iguales, sin importarles este grave problema.

Por último, tenemos dentro de la trama el querer luchar por sus creencias, siendo está la base real de la película. En este caso se trata de dos luchas, la primera es la de respetar las creencias de su madre, quien a pesar de ser budista y preferir la cremación con el esparcimiento de sus cenizas en un lugar tan absurdo cómo un baño público, y la segunda, que se trata de Ben y sus hijos luchando por seguir con su estilo de vida, pero con ellos teniendo algunas dudas sobre ello en el camino.

capitán fantástico

Los males del mundo moderno

Es muy clara está parte, vemos cómo los hijos de Ben, al no tener ningún interés por la tecnología y el ocio, aprendieron a hacer todo por sí mismos, desde herramientas, trampas y armas para cazar, hasta artesanías para vender luego. Observamos una constante crítica hacia lo material y el consumismo, citando filósofos todo el tiempo, y con una aparente soberbia. 

Los males de su propio mundo

Esto es lo que algunos no llegan a advertir del todo, o prefieren ignorar, no obstante, al ser ellos una minoría que decide alejarse de todo lo referente al mundo exterior, conociéndolo solo a través de libros, como si nada más fuera importante. Cuando el hijo mayor se humilla a sí mismo por no saber comportarse, y cómo ninguno de ellos tiene ningún amigo, podemos intuir que son personas solitarias, que únicamente se mantienen a flote gracias a ellos mismos y sus lazos familiares, sin embargo, el hijo menor nos demuestra lo harto que está de todo esto, y de cómo preferiría ser igual que las personas «comunes». 

Pero no bastando con ello, Ben se ha encargado de adoctrinarlos, de hacerles pensar que el mundo exterior es el que está mal, al punto en que decide entrenarlos para robar comida en supermercados antes que pagarle a los empleados, ya que considera cualquier tipo de capitalismo como algo malo. Y claro, se olvida por completo de las personas que comen gracias a ese sueldo, que no serían capaces de cazar cuando tengan hambre, sin importarle lo probable que es que esa comida sea descontada de sus sueldos, cosa que ocurre en varios establecimientos.

Y aunque él mismo se llega a dar cuenta del mal que les hace a sus hijos, e intenta apartarse, estos, al no tener más vínculos reales con otros adultos, se sienten incapaces de vivir sin su padre