Descendientes 3
La última película de la saga, Descendientes 3, donde nuevamente, Disney vuelve a meter la pata.
Pasamos de una película de trama desaprovechada, a una en la que usan los recursos de la primera para plantear una situación más realista y lograda, para acabar con un giro en la trama que rompe con todo el desarrollo de personajes, para darnos un final que pareciera sacado de una encuesta de “¿qué te gustaría ver en la próxima película?”, con respuestas al azar.
Una ex que ya habíamos olvidado
Para empezar tenemos a Audrey, la ex de Ben, que en la primera película se enojó mucho por su rompimiento, pero terminó aceptando a Mal al final de la película, sin rencores, pues sabemos que en toda película Disney, cuando alguien se vuelve “bueno”, todos inmediatamente lo perdonan.
En la segunda película solo fue nombrada, y dieron como excusa a su ausencia el estar de vacaciones con Flora, Fauna y Primavera, las tres hadas que cuidaban de su madre, Aurora, cuando era joven. En ningún momento se da a entender que Audrey tenga algún resentimiento, y pareciera que no fuéramos a volver a verla.
Pero, por alguna razón, Disney decidió centrar la trama de la tercera película, que por lo que se ve, sucedió alrededor de unos 8 meses después de terminar con Ben. ¿Es posible estar de vacaciones de la preparatoria 8 meses o más seguidos? ¿Tiene sentido que ella vuelva luego de tanto, como si no hubieran pasado más de dos días?
Por suerte Disney nos da una explicación menos patética que el simple hecho “me robaron a mi novio”, centrando su resentimiento en el hecho de perder la corona, no tanto a Ben. Incluso nos dan a entender que la relación entre Audrey y Ben fue arreglada desde su nacimiento, cuando su abuela dice que llevan muchos años planeando todo esto.
Es aquí cuando vemos toda la envidia, y el sentimiento de pérdida sobre una posición social que se le había asignado desde pequeña, en la cual basaba toda su vida, al parecer. Pero, esto contradice bastante la temática y atmósfera de la película, ya que Ben, a pesar de ser un chico responsable, que piensa en su pueblo, no es el tipo de persona que acepte una relación arreglada.
Si esto no fuera así, habría puesto más peros a la hora de salir con Mal, pues se habría preocupado por las relaciones políticas que implicaban su relación con Audrey, cosa que en ningún momento hace.
Por otra parte, está la opción de que si fue arreglado, pero solamente de parte de la abuela de Audrey y ella, quienes hicieron todo lo posible por estar dentro del gusto y los estándares de Ben, para poder ser su novia en un futuro, pero esto, sería demasiado manipulador para Audrey, quien suele ser muy impulsiva, temperamental, y definitivamente no sabe ocultar sus emociones.
Entonces, ¿por qué está tan molesta? En caso de ser algo temperamental y ya, la furia del momento, sabiendo lo impulsiva que puede ser Audrey, lo ideal hubiera sido sacar esta trama en la segunda película, justo después de que le bajaran al novio oficialmente, y mientras se organizaba la entrada de Mal a la corte real.
La relevación de Hades
La unión de Hades con Maléfica era algo que sin duda alguna nadie esperaba, es un giro en la trama que solo sirve para darle más poder a Mal, a la vez que dan un mensaje de “todos merecen una segunda oportunidad”.
Lamentablemente, Disney lo implementa muy mal. Es entendible que abandonara a su hija, ya que es “un villano terrible” y todo eso, pero, ¿había necesidad de convertirlo en un padre amoroso de un momento a otro?
Al comenzar la película lo vemos atacar a su propia hija sin ningún remordimiento causándole mucho daño, como si fuera otro personaje más y ya. Luego, cuando él hace el más mínimo favor, aun sabiendo que la piedra no es gran cosa dentro de la isla, y por tanto no le debe doler realmente el prestarla, ya inmediatamente es un mejor padre, a los ojos de Disney, dejando de lado su abandono.
La próxima vez que lo vemos, es cuando debe salir de la isla para ayudar a Audrey a recuperarse, y de nuevo, queda como el bueno solo por hacer un favor y agachar un poco la cabeza. No podemos ver un desarrollo de personaje porque ni siquiera sale lo suficiente, es poco más que un extra en la película.
Las decisiones de Mal
Mal, asustada por lo que podría causar el volver a abrir el portal al inicio de la película, toma una decisión que no le corresponde, negándole la oportunidad de salir a todos los hijos de villanos, y obligando a los chicos que sacaron, a vivir sin padres el resto de sus vidas.
En la segunda película, vimos como ella aceptaba su “lado de la isla”, así como su responsabilidad con esta. Todo esto para nada, ya que no duda al mandar a cerrar la barrera para siempre, a pesar de que ella misma requirió volver en cierto punto de la trama anterior.
En este caso, tenemos un gran retroceso en su desarrollo de personaje, volviendo a su inseguridad, y la toma de decisiones apresuradas, como si quisiera seguir huyendo de todo. Por su parte, Ben quiere todo lo contrario, él desea buscar la forma de ayudar a todos, mientras mantiene seguro a los demás, pero es incapaz de defender sus ideales bajo las circunstancias extremas, y termina cediendo.
El liderazgo de Uma
Uma busca lo mejor para la isla, independientemente de la forma en que se consiga, por lo que en la tercera entrega deja de lado su orgullo para ayudar a Mal, con la intensión de hacerla prometer que ayudará a todos los hijos de villanos, cosa que Mal sabe muy bien que no puede cumplir luego de su decisión.
Ambas tienen muchos roces en la película, que se resumen a una pelea de poder, pero aun así, logran armar un equipo. Aunque esto suena a algo muy bueno, Disney nuevamente lo arruina, al forzar en todo momento la idea de trabajo en equipo, utilizando a Ivy para dar discursos cada 5 minutos sobre cómo todos deben ser amigos.
Al final, tenemos a todos los personajes siendo amigos otra vez, junto a la decisión de liberar a toda la isla, no solo a los hijos de villanos. Pero, aquí queda una última duda, ¿de verdad todos los villanos se convertirán en buenas personas solo porque si? No, no lo harán, de hecho lo más probable es que intenten destruir Auragon por haberlos encerrado por más de 20 años, pero claro, estas cosas no pasan en las películas “muy Disney”.