El padre que mueve montañas, la culpa y la obsesión

El padre que mueve montañas

El padre que mueve montañas

Una combinación de: todo lo que un padre puede hacer por sus hijos, dejarse llevar por las emociones y, ante todo, hipocresía y culpa. Esto es El padre que mueve montañas, la nueva película de Netflix que ha tenido muy malas críticas, y pocas buenas, no porque la película en sí sea realmente mala, sino porque es demasiado realista.

Un padre que queriendo ayudar, estorba, una tragedia que no es culpa de nadie, pero se siente como si fuera culpa de todos, y el sentimiento de culpa por no haber estado allí antes, todo eso lo podemos encontrar en esta película. Muchas veces vemos filmes sobre “historias reales”, de personas que se vuelven grandes empresarios, o que sobreviven a algo que es más grande que ellos, como “Una aventura extraordinaria”, con Pi sobreviviendo en el mar con un tigre de bengala, pero, siempre olvidamos la otra cara de la moneda, la muerte.

Todos queremos oír una buena historia sobre cómo una pareja se las arregló para sobrevivir a las temibles montañas heladas y sus avalanchas, pero nos olvidamos de todos los que no pueden contra la naturaleza, y simplemente mueren en el intento. De la misma forma, nos olvidamos de las familias preocupadas, de los planes que se quedaron a medias, de todo lo que significa tener un final trágico como este.

El padre que mueve montañas es un filme muy bueno en este aspecto, sin embargo, si buscas una película que te entretenga con tus amigos, simplemente pásala de largo, pues llega a sentirse lenta si no te sientas a apreciarla, además, aunque toca temas sensibles y bien logrados, tampoco diré que es la mejor del año, muchos simplemente la odiaron, ya que no están acostumbrados a este golpe de realidad en una película. 

Más allá de ser una cinta documental, en ningún momento se menciona que esté basada en hechos reales, por lo que al verla, podemos pensar que es una película “común”, que en algún momento habrá un giro de trama, un reencuentro emotivo, o un aprendizaje a través del dolor, pero no, eso nunca ocurre. Por el contrario, nos muestran todo lo que usualmente no veríamos en una película comercial, lo que hace que muchos simplemente se aburran.

 

La noticia

El padre que mueve montañas

Al principio nos dan a entender dos cosas claves, Mircea, el protagonista, abandonó a su anterior familia desde hace mucho, probablemente desde la infancia, o nacimiento de su hijo, estando ahora casado con una mujer que está embarazada. Su hijo mayor, al que abandonó, está perdido en una montaña nevada, con una alta posibilidad de morir congelado, o de que ya haya fallecido. 

Además de esto, sabemos que Mircea es un ex oficial de inteligencia, tiene contactos, es prepotente y siempre obtiene lo que quiere. Con esta personalidad, y su aparente sentido de responsabilidad con su hijo perdido, deja todo para ir inmediatamente a buscar a su hijo, lo que puede hacerlo parecer un gran padre, pero todo lo que hace a continuación no.

Una vez allí, apenas llega trata a los oficiales entrenados para estos casos como si no supieran hacer su trabajo, obligándolos a llevarlo a él y su equipo con ellos, cosa que saben que los retrasará mucho, pero al final, no logran que se quede. Apenas un par de metros después el Mircea se cansa y vuelve, dejando que ahora sí vayan a un mejor ritmo, pero aun teniendo que esperar a los de su equipo.

Luego de haber perdido varias horas por esto (lo que es suficiente para que el joven fallezca), el equipo de rescate siguen buscando al chico y su novia, con quien iba, mientras el padre comienza a cobrar favores, para que un grupo de militares utilicen su tecnología para rastrear el teléfono de su hijo. Al ver que hacen esto, y ayuda a localizar un área, los del equipo de rescate intentan pedir el favor de volver a utilizar esa tecnología para encontrar a otra chica que se había perdido ese mismo día, cosa a la que Mircea se niega rotundamente.

Cualquiera pensaría que al estar en la misma situación, sentiría empatía por la pobre mujer, pero fue todo lo contrario, colocando cualquier excusa para evitarlo. Más tarde vemos que la joven vuelve con vida, y algunas lesiones, pero el hijo de Mircea no. Ante esto, él muestra una pequeña señal de disgusto, como si no fuera justo para él que la chica sí haya aparecido.

Con esto pasa un día, las esperanzas de que siga con vida ya son muy pocas, cosa que uno de los de rescate menciona, haciendo enfurecer a Mircea, quien declara que no se esfuerzan lo suficiente, a pesar de que él sigue siendo una carga en las expediciones en las que insiste en ir. Llega el momento en que oficialmente lo consideran muerto, cosa que el padre no acepta, y todos comienzan a buscar el cuerpo. 

Pronto todos se cansan, y simplemente aceptan que no queda más opción que esperar a la primavera para encontrar el cuerpo, pero el padre no se detiene, ofreciendo dinero a cualquiera que lo ayude a conseguirlo, con una recompensa a quien lo logre. 

Al final, tenemos al padre quedándose solo, cavando la nieve sin descanso, mientras sus acompañantes van en búsqueda de otra persona que se había perdido, a la cual sí salvan.

 

La responsabilidad

Al leer esto, puede parecer que tiene buenas intenciones, que lo hace por su hijo, pero realmente su obsesión con encontrar el cuerpo radica en sí mismo, y su imagen. Él no quiere aceptar ser el responsable de haberlo abandonado de pequeño, no quiere la responsabilidad de un hijo muerto, y ante todo, quiere demostrar que es responsable y amoroso, al hacer todo lo posible para recuperarlo. Lo malo de esto, es que al centrarse en sí mismo, sus decisiones solo logran estorbar, perdiendo tiempo, con el que podría haber salvado a su hijo.

Incluso después de que queda claro que su hijo ya no está con vida, y él mismo se resigna a buscar el cuerpo, no se termina de mostrar como un padre afligido por el dolor de la pérdida, sino como un mal perdedor que no puede aceptar que algo no salió como quería. Él parece pensar que, si no cumplió con su deber de salvar a su hijo, al menos debe encontrar su cadáver. 

Al ir detrás de todo esto, descuida a su esposa embarazada, abandonándola, cometiendo el mismo error, mientras que incluso su exesposa, la madre del chico, es capaz de entender la situación, y afrontar la verdad, por más que le duela.

Con este final entendemos que no puedes tenerlo todo con dinero, y que debes aprovechar el tiempo, antes de que sea tarde. La película termina de forma tan simple, y a la vez abrupta, que a la gran mayoría no le gustó en lo más mínimo, pero no puede negarse, que los “finales”, en la vida real, son justamente así.

Solo queda decir que, en la historia real, en que se basa esta película, encontraron el cuerpo del joven más de un año después. De cualquier manera, ya sea por razones egoístas o sinceras, no puede negarse el dolor del padre, que se siente completamente impotente, ante lo que ocurre.