Resumen de «El rey mono»: El egocentrismo y la soledad

el rey mono

El rey mono es la nueva película animada de Netflix que entró al top 10 esta semana, se trata de la historia de origen de una antigua leyenda china. En esta, nos encontramos a un protagonista egocéntrico, una niña que quiere salvar a su aldea, y muchas batallas épicas. 

Resumen de “El rey mono”

Todo da inicio con el nacimiento del protagonista, un mono que, por alguna razón inexplicable, nace de una especie de geoda. Desde que nace destaca por tener muchísima fuerza, muy superior a cualquier otro mono.

Al principio este mono vaga solo, hasta que se encuentra con una manada de monos, de la que intenta formar parte, sin embargo, es un poco difícil para él adaptarse debido a su fuerza. Aun así, pasa un buen tiempo rodeado de otros monos, hasta que ocurre una tragedia. 

El protagonista llama la atención de un demonio, el cual llega para llevarse a algunos monos y devorarlos. Debido a esto, la manada culpa al protagonista, y lo echan. Desde entonces, él pasa todo su tiempo entrenando, con la intención de derrotar a este demonio y salvar a la manada. 

Pasa el tiempo y, cuando al fin se siente capaz de enfrentar al demonio, este lo vence fácilmente, pese a su gran fuerza. El líder de la manada le dice al protagonista, casi burlándose, que la única manera de ganarle al demonio es tomando el cetro del rey dragón, el cual habita en las profundidades del mar. 

Es así cómo el protagonista se hace rápidamente con este cetro, y destruye al demonio. Ahora, con la manada a salvo, el protagonista es alabado por los demás, y se autoproclama el rey mono. Pero, el líder le dice que todavía no es lo suficientemente poderoso, y que la única forma de serlo es convirtiéndose en un inmortal, para lo cual debe matar a 100 demonios. 

La caza de los demonios

Con un objetivo claro, y la necesidad de sentirse superior a los otros, el rey mono va a enfrentarse a esos 100 demonios, ganando cada vez con mayor facilidad. 

Mientras tanto, el rey dragón se quejó del robo de su bastón al rey de los cielos, quien lo ignoró, sabiendo que no debía entrometerse en el futuro del mono, ya que el mismísimo Buda había declarado que su destino sería importante. 

El mono sigue haciendo de las suyas, y se convierte rápidamente en una leyenda, al salvar a todos de los demonios en su cruzada para ser un inmortal. 

La secuaz del mono

En su último enfrentamiento, el rey mono conoce a una niña, la cual desea ser su secuaz y ayudarlo a destruir a todos los demonios del mundo. 

Aquí es cuando más destaca el egocentrismo del mono pues, si bien antes se había limitado a querer una posición alta, de un ser inmortal, en este momento ya demuestra por completo su desprecio hacia todos los demás. Llama a la niña una molesta, un pequeño grano de arena en su palma, que es el universo para ella. 

La niña se esfuerza mucho por seguir el paso del mono, aunque este no parece preocuparse en lo más mínimo por ella. 

Cuando al fin termina con los cien demonios, salvando una aldea, todos le hacen una gran fiesta y ceremonia a la espera de ver su transformación en un ser inmortal, pero, al final, no ocurre nada. 

El rey mono se da cuenta de que esto fue una mentira o un simple rumor, y que convertirse en un inmortal no es tan sencillo. Descubre que puede lograr su objetivo si va al inframundo y borra su nombre del pergamino de la muerte, por lo que no duda ni un segundo en ir, con la niña siguiéndolo. 

Después de varias peleas, el mono encuentra su pergamino y borra su nombre, pero esto solo evita que muera de manera natural, para ser un inmortal se necesita mucho más. 

En medio de su búsqueda por la inmortalidad, se menciona un fruto mágico que supuestamente te convierte en un inmortal, es así como él sigue esto sin dudar, otra vez, cayendo en la trampa de su secuaz, quien en realidad está del lado del rey dragón. 

Los planes del dragón fallan, y el rey mono da con la verdadera manera de convertirse en un inmortal, tomando una pócima que solo se puede preparar en el laboratorio de la reina de los cielos. Con ayuda de la niña, es capaz de hacer la pócima, y ganarle a la reina de los cielos en una batalla. 

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La traición

La niña lo vuelve a traicionar cuando él ya es un inmortal, lo convence fácilmente de hacer una apuesta sobre cuánto puede aguantar la respiración bajo el agua, para llevarse su bastón mientras tanto. 

Para desgracia de la niña, el rey dragón, quien le había ofrecido salvar a su aldea de la hambruna producida por la sequía, le dice que no solo va a hacer que llueva de nuevo, sino que planea inundar el mundo entero. 

Ella vuelve con el mono y lo ayuda a derrotar al rey dragón, con lo que solo consigue que el rey mono sea más arrogante. 

Él se niega a parar en su ambición, y reta incluso a los reyes de los cielos a una pelea, la cual termina ganando. Es el mismísimo Buda quien tiene que detenerlo, y, cuando está por acabar con él, la niña intercede, señalando que no es mala persona, que simplemente tuvo una vida difícil y solitaria, y que necesita ayuda. 

Aun así, incluso cuando su vida es perdonada, él insiste en pelear incluso con Buda, sin ningún temor. Buda lo reta entonces, le dice que, si logra salir de su mano, será libre, pero, si pierde, tendrá que pasar un largo tiempo encerrado en una cueva. 

El rey mono acepta, pero como es de esperar, él termina siendo como un grano de arena en las manos de Buda, tal y como había llamado a la niña. Finalmente, termina en una cueva, a la espera de que alguien lo necesite. 

¿Vale la pena “El rey mono”?

La película de “El rey mono” es divertida y muy entretenida, trata temas como la soledad y el narcisismo, desde un toque cómico. Es una buena introducción a las leyendas chinas, aunque puede no ser del todo llamativa para aquellos que son aficionados a las leyendas chinas, ya que puede resultar bastante simple.