Encantada: La ingenuidad y el golpe de realidad

Encantada

Encantada

A tan solo un par de días para el estreno de “Desencantada”, los fans de “Encantada” están ansiosos por la segunda parte, por lo que vamos a recordar un poco esta película clásica de Disney.

Encantada fue la primera película de Disney que traía a seres de cuentos de hadas, al mundo real, mostrando la clara diferencia que hay entre ambos.

 

Giselle y su ingenuidad

Giselle es la protagonista, una chica que vive en el mundo de cuentos de hadas llamado Andalasia. Allí, todo es perfecto, fácil y conveniente. Toda la vida se basa en los típicos clichés de los cuentos de hadas, por lo que la parte más difícil de su vida, es encontrar a alguien con quien casarse para tener un “felices por siempre”.

Tal y como se espera de ella, vive rodeada de animales parlanchines, que la ayudan en todo, y la protegen. Vive en un árbol, sin ninguna preocupación, mientras sueña con el amor verdadero. 

Cuando un apuesto príncipe aparece frente a ella, no duda ni por un minuto, y decide casarse con él. Ambos se van felices, cantando sobre su amor, y preparando todo para la boda. 

Su vida es tan pacífica, que cuando se encuentra con la madrastra, que suele ser alguien malo en este tipo de cuentos, no desconfía en lo mínimo de ella, lo que le termina costando su estilo de vida.

Una vez en el mundo real, todo es tan distinto, y difícil, que no tiene idea de qué hacer.

 

Robert y el golpe de realidad

Robert es completamente distinto a Giselle. Él siempre ha vivido centrado en la realidad, en las cosas que según él son importantes, y no tiene interés en pasarse el día soñando. 

Incluso se queja y burla un poco, al ver cómo su pequeña hija cree en los cuentos de hadas, y el destino.

Cuando conoce a Giselle, de inmediato la ve como una desequilibrada mental. Él quiere ayudarla, porque siente pena por ella, y porque sabe que no llegará a ningún lugar si la deja sola, aun así, al inicio desconfía mucho de ella, ya que al vivir en Nueva York, siempre se encuentra con gente un poco rara. 

Desde el primer minuto Robert se sorprende con la forma de ser de Giselle, por ser tan dulce e ingenua, pese a ser ya una adulta. Pero, por esto mismo, la critica constantemente, haciendo todo lo posible por hacerle ver la realidad en la que vive, para que no tenga problemas por su propia cuenta. 

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El cambio de Giselle

Aunque le cuesta mucho adaptarse a la idea de que no existe un “felices para siempre” en ese lugar, Giselle poco a poco se acostumbra a la vida en Nueva York. 

Sobre todo, porque ella parece traer consigo un poco de la magia de los cuentos de hadas, que le permite seguir manteniendo algunas de sus costumbres. Entre ellas, pedir ayuda a los animales, coser sorprendentemente rápido, e incluso hacer que la gente participe de grandes bailes, como si conocieran la coreografía. 

Llega a un punto en el que debe enfrentarse a grandes verdades de la vida, como que el amor no suele ser para siempre, y que no puede enamorarse de alguien a quien no conoce. Sin embargo, Giselle sigue destacando por no dejar que esto la desanime del todo, sino que continúa viendo lo bueno en cada cosa. 

Es gracias a esto que se decide a pedirle una cita a su “príncipe encantador”, cuando este llega al mundo real con la intención de rescatarla. Así mismo, va descubriendo los sentimientos que comienzan a emerger en su interior, hacia Robert.

 

El enfrentamiento de ambos mundos

Como en toda película de Disney por el estilo, llega un punto en el que los buenos deben luchar contra los malos. Sin embargo, en esta ocasión, no solo resalta la lucha entre la reina malvada, y Giselle, sino que sale a relucir aún más el contraste entre ambos mundos. 

El príncipe Edward, que también llegó al mundo real, no es capaz de adaptarse a este, e insiste en regresar a Andalasia, sin darle mucha importancia a las cosas que Giselle intenta enseñarle. Mientras que Robert, aunque acepta un poco más la idea de ver lo positivo de la vida, y las posibilidades, sigue sin creer que la vida pueda ser tan sencilla y perfecta, como en Andalasia.

Con este contraste, a Giselle no le queda más que escoger un solo lado. Es entonces que acepta que la vida no sería igual sin las cosas “malas”, sin los inconvenientes, y las diferencias. Andalasia, para ella, se ve cada vez más como un sueño lejano.

Ella escoge a Robert, porque es quien la ha llevado a sentirse más viva, más real, y con quien su lazo es más estrecho. Al contrario de Edward, a quien solo vio un par de veces, y el que le parece un tanto infantil y tonto.

Por otra parte, nos muestran a Nancy, la ex de Robert, que pese a ser una mujer adulta, sigue soñando en el fondo con tener su vida de cuento de hadas, y, por ello, se termina yendo con Edward. 

 

¿Valdrá la pena la segunda parte de “Encantada”?

Con todos los personajes teniendo un buen desarrollo, y la historia quedando concluida, no se esperaba una segunda parte, e incluso hay quienes piensan que esta continuación puede llegar a arruinar el recuerdo de la primera. 

Después de todo, Disney ha sacado varios Live Action, secuelas y remakes que han sido un completo fracaso, pero, también ha tenido algunos aciertos, como “Abracadabra 2”. 

En esta segunda parte, al fin se verá cómo fue para Giselle vivir en el mundo real de forma definitiva, enfrentándose a todo lo que debe vivir un adulto promedio, siendo responsable de sí mismo. Sin olvidar, claro, el tipo de vida que lleva Nancy en su nueva vida de cuentos de hadas. 

Lo que más destaca, por los trailers, es la manera en la que Giselle parece arrepentirse un poco, en su interior, por haber escogido una vida tan distinta. La veremos ser, hasta cierto punto, una villana que se enfoca en su propio deseo, sin tomar en cuenta cómo esto pueda afectar a los demás. 

Solo queda ver si esta nueva entrega consigue superar las expectativas de los fans, o, por el contrario, se convierte en otra secuela innecesaria, que todos odian.