Entre la vida y la muerte, el dolor de la pérdida

Entre la vida y la muerte

Entre la vida y la muerte, el dolor de la pérdida

Entre la vida y la muerte llega hoy a Netflix como una historia de romance, con toques paranormales. Puntos que ciertamente no nos dejan indiferentes, ya sea por lo sensible del tema, o por la forma tan despreocupada en que lo tratan.

Se trata de una película en la cual Tessa, nuestra protagonista interpretada por Joey King de «El stand de los besos«, llora la pérdida de su querido novio, Skylar. Es un filme muy emotivo, con una trama que pudo haber llegado muy lejos, si no fuera por la manera en que fue abordada.

 

El dolor ante la pérdida

Durante toda la película nos movemos constantemente entre el pasado y el presente, esto, debido a que Tessa no puede evitar pensar en su tiempo junto con Skylar, hasta el punto en que casi vemos más del pasado y su relación, que del mismo duelo. De cualquier manera, esto se torna muy emotivo, pero termina alejando a Tessa cada vez más de la realidad.

Podemos ver el trayecto de toda la relación, ambos se conocen por casualidad en el cine, en una película francesa que por alguna razón carece de subtítulos, en la cual Tessa ha entrado, y no entiende nada, al preguntar por los subtítulos, se le acerca Skylar. Él no duda en traducir todo el contenido de la película, al punto en que Tessa puede concentrarse en la misma, entenderla, e incluso llorar.

Ambos se llevan tan bien en lo que casi parece una cita improvisada, que deciden verse de nuevo, encontrándose varias veces para citas de todo tipo. El amor surge rápidamente entre ellos, haciéndose cercanos, y formalizando su relación.

Cada una de estas escenas causa en Tessa una mayor tristeza, llevándola a una depresión de la cual no parece poder salir. Se aleja de sus padres, sus amigos, y de todas las cosas que le importan, quedándose solamente con aquellas cosas y lugares con los cuales puede recordarlo.

 

El sentimiento de angustia al relacionar todo con la muerte

Lo que más destaca de la película es cómo absolutamente todo lo que hay en su vida le recuerda a su pareja. En cada sitio al que va hay recuerdos, cada objeto tiene su propia historia, e incluso su pasión por la fotografía está repleta de todo tipo de conversación y momentos románticos.

De hecho, aquí vemos algo muy importante, el ver cómo Tessa comienza a abandonar toda su pasión, al ser este algo doloroso, cuando antiguamente era su «lugar seguro». Tenemos algunas escenas en las que fue justamente Skylar quien la impulsó a mejorar en la fotografía, y a incluirse en sus propias fotos, en vez de solo sacar paisajes y poco más.

Por si fuera poco, una de las cosas que más le pesan a Tessa fue la discusión que tuvieron por esto mismo, puesto que Skylar, al ver el talento de Tessa, hace todo lo posible para que una de sus fotografías participe en una exposición. El problema de esto, es que no le pidió permiso u opinión a Tessa, simplemente lo hizo esperando a que ella se emocionara, cosa que no ocurrió.

Algo como esto resulta un peso en la conciencia de Tessa, que no puede entender cómo perdió el tiempo con discusiones absurdas, cuando podría haber creado mejores recuerdos. Este es un arrepentimiento típico cuando fallece un ser querido, y es algo con lo que muchos nos podemos sentir identificados.

Entre la vida y la muerte, el dolor de la pérdida

Lo paranormal y el amor

La película desde un principio se nota que no será del todo realista, puesto que si bien maneja bastante bien la parte del duelo, se va por otro camino, cruzando la línea de lo paranormal. En esta ocasión, vemos cómo la pareja lucha por continuar con su amor, pese a la barrera de la vida y la muerte.

Lo primero que notamos es el sonido, Tessa, quien no para de lamentarse, de pronto comienza a escuchar alguna que otra cosa extraña, como el sonido de la armónica que tocaba Skylar. Con esto, ella nota que Skylar intenta comunicarse con ella, por lo que va a ver a una psíquica.

Claro que, al principio, por más que esté segura de lo que escuchó, prefiere pensar que fue solo su imaginación, dejando de ver a la psíquica luego de una sola visita, en la cual afirma que ella no cree en esas cosas. El problema es que estos eventos paranormales no se detienen.

Luego de que Tessa rompiera y se desechara algunas cosas importantes para ella, como su cámara, Skylar se manifiesta con más fuerza, haciendo aparecer fotos en el estudio de Tessa. Con tantas dudas en su mente ante todo lo que sucede, intenta ir una vez más con la psíquica, quien ya se fue, dejando atrás un libro sobre la línea entre la vida y la muerte.

Llega un punto en el que siente que ya no puede más sola, así que busca ayuda en su amiga, Charol, la cual tampoco cree mucho al único. Esto no tarda mucho en cambiar, cuando Skylar lucha por manifestarse de formas más llamativas cada vez, como hacer que el lápiz de Tessa se mueva por sí mismo en un examen, o que a todos sus compañeros les entre una llamada extraña al mismo tiempo.

 

La depresión y las decisiones

Llegamos a un punto de la historia en que Tessa simplemente no se siente capaz de seguir viviendo sin Skylar, y, al saber que puede encontrarse con este en los lugares donde más disfrutaron de su amor, va sin dudarlo. Es así como Tessa, que ya de por sí tenía problemas cardíacos por el accidente, termina al borde de la muerte por querer comunicarse, y ver, a Skylar.

En estos momentos finales de la película, vemos cómo ella claramente prefiere morir y estar a su lado, que continuar con su vida, pese a todo el apoyo y amor que recibe de su familia y amigos, recordándonos cuánto puede llegar a cegar el dolor, y la dependencia emocional. Por suerte, hay varios acontecimientos y razones, por las cuales Tessa decide continuar con su vida, y ver lo bueno de esta, aceptando lo bueno y lo malo por igual.