High School Musical, y la polémica que desató

High School Musical

High school musical

Por alguna razón, esta película del 2006 comenzó a generar mucha polémica recién en el año 2019, polémica que ha seguido hasta este año. ¿Qué razón puede haber para que High School Musical, una de las películas favoritas de la infancia de muchos de tanto de qué hablar 15 años después de su estreno? Bueno, tal parece que uno de los que amaban la película en su infancia la volvió a ver de adulto, y se sorprendió al encontrarse con un filme tan malo, con tantos huecos argumentales, y una trama tan simple.

Esto en realidad no tiene nada de malo, como mencioné en Descendientes, Zombies y otras películas de TV de Disney, es normal que este tipo de películas estén plagadas de clichés, y tengan argumentos bastante estúpidos incluso, ya que después de todo, su público objetivo no es exigente. Basta con saber entretenerlos y agregar canciones muy buenas para ganarse al público infantil-pre adolescente al que van dirigidas, y aunque hay muchas cosas que criticar, si queremos una buena película Disney, vemos las de pantalla grande, como Intensamente, Maléfica, y muchísimas otras.

Ahora, no vamos a criticar como tal esta película, que ya todos conocemos, y que claramente no tiene mucho que aportar, sino que nos centraremos en el disgusto que se generó en los jóvenes adultos, y adultos, que crecieron viendo esta y otras películas de TV de Disney. 

 

La primera película

Comenzamos con la típica historia de amor a primera vista, todo muy bien, y luego, cuando inician clases, nos damos cuenta de que la escuela está extremadamente dividida. No puedes ser el chico que le gusta el anime y los videojuegos, no, tienes que ser el otaku, o el gamer, por ejemplo. 

Debido a esto, Troy, quien comienza a interesarse en la música, no puede cantar un par de canciones sin que todos lo miren como un lunático por tener más de un gusto en esta vista. Gabriela, por su parte, quiere aprovechar que está en una escuela nueva para no ser “el cerebrito”, y explorar un poco otros clubs y así, todo bien, hasta que descubren que es buena en matemáticas y a partir de allí los demás “cerebritos” quieren presionarla para que se una a su equipo.

También tenemos a Sharpay y su hermano, a quienes nos pintan de malos por querer quedarse con los protagónicos de las obras de teatro, y porque Sharpay parece estar obsesionada con Troy. Toda la película se basa en “ser uno mismo”, “intentar cosas nuevas”, “luchar por el amor”, “somos los buenos y todo nos sale bien a la final”.

 

La crítica

Aunque todos amamos esta película de pequeños, y por esa razón Disney sigue sacando musicales hasta el día de hoy, al verla de nuevo todo es terrible.

La separación de los grupos según un gusto en específico es entendible dentro de una película, ya que le da la base a la trama, pero las reacciones de los personajes aun así llegan a ser muy exageradas, al punto en que la gran mayoría, ahora de adulto, ve a “los buenos”, como los verdaderos villanos de la película. Y lo que más resalta, es que ahora todos aman a Sharpay.

Los amigos, tanto de Troy, como de Gabriela, se meten en su relación y sus decisiones como si estuvieran rompiendo una ley de la naturaleza, no los apoyan en ningún momento, cosa que sí haría un amigo. Por su parte, Sharpay, aunque un poco odiosa, es más entendible su comportamiento, al no darle esperanzas a novatos que nunca han actuado, y que apena están aprendiendo a cantar, de tener los personajes protagónicos por los que ella siempre se ha esforzado. Aunque claro, nada la excusa de ser muy insistente con Troy.

Aun con esto, el gran problema con la saga no es tanto la primera película, sino las otras dos, sobre todo la segunda.

High school musical

La segunda película

Ya todo el drama pasó, más o menos aceptan que Troy y Gabriela canten y sigan con sus otras pasiones, pero ahora la trama se centra en las vacaciones, y cómo todos están tan ocupados trabajando. Sharpay se encarga de darles trabajo a todos sus compañeros, aunque no se lleven bien, para tener Troy cerca, lo que sigue siendo obsesivo, pero realmente no pasa a mayores. 

El problema comienza cuando vemos que Troy comienza a tener entrevistas con basquetbolistas profesionales, y directores de universidades, que le ofrecen una beca para sus estudios universitarios, todo con la ayuda de Sharpay, quien solo le pide a cambio que hagan un show juntos al terminar el verano. Los amigos de Troy se comportan como patanes, al recriminarle por pasar tiempo “en cenas elegantes”, en vez de jugar partidos de práctica con ellos en sus horas libres, cosa que lo haría perder su oportunidad de beca, cosa que a nadie parece importarle.

Básicamente, la película nos muestra personajes inmaduros, que quieren hacer ver como el malo a un chico que se preocupa por su futuro y aprovecha las oportunidades que le llegan. Algo así como la pareja tóxica que te arma una escena de celos por cancelar una salida porque tienes horas extra en el trabajo, o que se molesta porque respondes un mensaje tarde, cuando sabe que estás estudiando.

Y otra cuestión importante es que Gabriela, el personaje favorito de muchos anteriormente, ahora resalta por su falta de profundidad como personaje y la forma en la que actúa cuando las cosas no salen como quiere. Ella es quien se encarga de dirigir al grupo para que canten y actúen también, aun sabiendo que esto no es algo que realmente quieran, y que tienen mucho trabajo por hacer, se molesta con Troy, al igual que sus amigos y por no pasar tiempo con ella, por centrarse en “otras cosas”, aunque estas cosas decidan todo su futuro.

 

La tercera película

Gabriela obliga a todos, otra vez, a participar en una obra, sin importarle en lo más mínimo sus demás obligaciones e intereses. Todo esto para nada, ya que deja a todos plantados para ir a una entrevista en la universidad, sin molestarse en contarle a los demás con antelación, haciendo un pequeño caos. 

El resto de la trama es Sharpay luchando por una beca, Troy intentando decidir entre sus dos pasiones, y un poco de protagonismo para uno que otro personaje extra. Si olvidamos la parte de Gabriela, podría ser la menos problemática de la trilogía, pero de cualquier manera fue la más olvidable de las tres, al punto en que no muchos la recuerdan.

Al final, siempre que vemos películas de niños, es normal pensar que son las mejores del mundo, mientras las vemos todos los días, a toda hora, como si no hubiera un mañana, pero, al crecer nuestros gustos, y forma de ver el mundo, se vuelve completamente opuesta a la que teníamos, y por ello se vuelve imposible disfrutar de este tipo de cintas de la misma manera. Eso sí, ya sea que pasen 5 o 100 años, las canciones y bailes de High School Musical, en su mayoría, son algo de lo que no nos podemos quejar.