Hipnótico, el terror de no controlar tu mente

Hipnótico

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La hipnosis es un tema que nunca pasa de moda, puesto que puede ser utilizado en el cine como un gran recurso para cientos de tramas distintas y nuevas. En este caso, Hipnótico, es un thriller psicológico que nos muestra el terror de una mujer que no puede controlar su propio cuerpo, cuya mente es puesta en su contra bajo los deseos de un hombre trastornado por la muerte de su esposa.

Si bien en este filme nos muestran una trama que ya hemos podido apreciar antes, sigue siendo un concepto muy entretenido, ya que juega directamente con la mente, haciendo que incluso el espectador dude de lo que está ocurriendo. 

 

La trama

Seguimos la historia de Jen, una mujer que se encuentra estancada, con la pena de un embarazo fallido y una ruptura amorosa. Los traumas provocados por ambos sucesos no la dejan avanzar en su vida personal y profesional, por lo que empieza a buscar ayuda, a lo que su amiga le comparte el número del mismo terapeuta que tiene ella. 

Jane comienza sus sesiones de terapia, pero siente que esto no es suficiente, razón por la que el terapeuta le sugiere que prueben con la hipnosis, para así eliminar sus problemas más fácilmente. Esto parece funcionar muy bien, ya que al poco tiempo Jen logra mejorar en casi todos los aspectos de su vida, incluso consiguiendo un ascenso. 

Lamentablemente esto no dura mucho, ya que cierto día se encuentra con su terapeuta en la calle, y este le aconseja que para terminar de cerrar ciclos hable con su ex y aclare las cosas, a lo que Jen acepta. Sintiéndose mucho mejor, Jen llama casi sin dificultad alguna a su ex y lo invita a cenar, para luego dirigirse a la tienda y comprar los ingredientes.

Lo interesante de todo esto surge cuando Jen, luego de contestar el teléfono a un número desconocido, se queda en blanco, se mueve como si estuviera siendo controlada por alguien más, y luego aparece en su casa, ya de noche, con su ex en el baño a punto de morir a causa de alergias. Jen se siente muy insegura sobre lo que ocurrió, y se sorprende al darse cuenta de que ella misma fue la que compró el ingrediente al que es alérgico su novio.

Sin saber qué ocurre, ella duda inmediatamente de la hipnosis, ya que sabe que es lo único que ha estado afectando su mente desde hace un tiempo. Lo primero que hace es marcarle a su terapeuta para preguntarle si la hipnosis puede ser la causante, pero cuando este le da la respuesta contraria, negando todo, y asegurando que puede confiar de ella, se preocupa aún más.

Con esto, Jen comienza a buscar por internet casos de personas que han sido manipuladas mediante la hipnosis, y se da cuenta de que comparte sus síntomas, por lo que investiga también a su terapeuta, y se da cuenta de que no es tan confiable como aparenta. Ella le cuenta todo esto a su amiga, pero esta no le cree, así que no le queda más opción de ir con la policía, aprovechando que hay un detective que hace poco tomó el caso de otra paciente del terapeuta.

Aquí les dicen la verdad sobre lo que ocurrió con la chica en sus últimos momentos, la cual, si bien tuvo una muerte marcada como ataque al corazón, en sus últimos minutos, así como en la pose del cadáver, se le nota terriblemente asustada, actúa de manera extraña, y muere del miedo. Al enterarse de todo Jen pide ayuda, se da cuenta de que está siendo controlada, y quiere detener al terapeuta.

Ella intenta ir con otra terapeuta especializada en hipnosis para que rompa con lo que el otro le hizo, pero esto no funciona, así que solo le queda confiar en el detective. Poco a poco vemos cómo el poder de este hombre aumenta, implantando recuerdos, haciéndola dudar de la realidad, todo con el propósito de convertir a Jen, quien se parece a la esposa fallecida del terapeuta, en un reemplazo de esta. 

Tenemos un típico final feliz con los malos teniendo su merecido, pero sigue siendo un buen final.

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La mente humana

Al final, independientemente de si los fantasmas son reales o no, de si hay asesinos en las calles o no, la propia mente del ser humano es lo que termina causando más terror a la persona. Esto es algo que queda muy claro en momentos cuando estamos solos, viendo una película de terror, y de pronto creemos ver sombras, escuchar pasos o voces, o directamente sentimos la presencia de algo más cerca de nosotros.

Y todo esto solo refiriéndonos a algo tan simple y normal como estar solos en una casa. Pero, ¿y si estuviéramos en la misma posición que Jen? Saber que tu propia mente no te pertenece, que puedes ser manipulado tan fácilmente, que con una sola palabra baste para evitar que puedas correr, gritar, o siquiera suplicar piedad. Saber que pueden hacerte dudar de quién eres, y convertirte en otra persona.

Este no es para nada el tipo de terror que veremos si queremos llevarnos unos sustos, sin embargo, es de los que más te dejan pensando en la noche, puesto que es algo que para muchas personas suena creíble, como si pudiera ocurrir en la vida real, y lo ha hecho. Tal vez no esté al mismo nivel que la película, pero sí hay muchos casos registrados de personas que se aprovechan de otras mediante la hipnosis, y el uso de sustancias que alteran la mente. 

Es una pena que hasta cierto punto pueda ser una realidad, pero justamente por ello, es que nos llama tanto la atención. Una buena película para agregar a la lista de Netflix y ver el fin de semana.