Huesera

Por fin, una buena película de terror psicológico, y para sorpresa de muchos, una película mexicana que no decepciona en ningún aspecto. Se trata de “Huesera”, de Michelle Garza Cervera, que toma el tema de la maternidad, de la presión social, y del arrepentimiento, de una manera que pocas veces se ve en el cine, y que no se quiere ver cuando ocurre en la vida real.
La decisión más importante
Una de las decisiones más importantes en la vida de una mujer es la de ser madre, ya sea que se decida serlo, o no.
Hasta cierto punto, estamos acostumbrados a las historias de mujeres que fueron obligadas de alguna manera a ser madres y, por ello, llegan a odiar a sus hijos. Pero, ¿qué pasa si ella buscó quedar embarazada, y luego se arrepiente?
Este es un tema que, pese a todo lo que se habla de derechos e igualdad, sigue siendo extremadamente tabú. Se espera que una mujer que decidió ser madre ame a sus hijos incondicionalmente, se espera que disfrute del embarazo sin importar lo terrible que este pueda llegar a ser.
En huesera, la protagonista ha tenido su etapa de rebeldía, y luego de ello, desea tener una vida “normal”. Ir a la universidad, enamorarse, casarse, tener una familia. Todo lo que se espera de un “adulto responsable”.
Pero, por más que ella haya elegido esta vida, parece dudar.
Desde la escena sexual se le nota cierta duda, sin embargo, pasa a mostrarse bastante feliz al confirmar que ha quedado embarazada.

El verdadero impacto de la maternidad
Aunque haya asistido a la universidad, aunque se haya casado, Valeria sigue disfrutando de sus hobbies, sigue, en el fondo, siendo ella misma. El problema es que, todo lo que la mantenía en pie, es simplemente incompatible con su nueva vida como madre.
Debe deshacerse de su taller de carpintería para convertirlo en el cuarto del bebe, tiene que dejar de fumar, porque eso le hará daño, ya no puede salir tan fácilmente, e incluso su esposo se niega a tener relaciones sexuales por miedo a causarle algún mal al bebé.
Ella pasa de ser mujer, esposa, e hija, a ser únicamente una madre. Esto, mientras se enfrenta a los cambios hormonales, y todo lo que ello implica.
Ante tantos cambios, ella comienza a perder la cabeza, y a darse cuenta de que tal vez no fue la mejor decisión.
Explicación del monstruo en Huesera
A medida que avanza el embarazo de Valeria, comienza a experimentar sucesos paranormales. Desde la visión de una mujer acabando con su vida, quedando con los huesos rotos en la calle, hasta una especie de fantasma que se acerca a ella en las noches, y le rompe los huesos.
Para ella, todo esto se siente demasiado real. El dolor está allí, al igual que el miedo, y el espectador puede ver cómo se rompen estos huesos.
Pero, lo cierto es que todo está en su cabeza. Todo esto, viene siendo una manifestación de las emociones negativas de Valeria. El miedo que siente sobre ser madre, la ansiedad y estrés que le provoca los cambios que atraviesa en su vida y cuerpo, y la desesperación de no poder hacer nada al respecto.
Cuando llegan las escenas con las “brujas”, una de ellas, al hacerle una limpieza, lo primero que le pregunta es cuánto tiempo lleva embarazada y, si realmente ella lo quería así. Parece darse cuenta de inmediato que el miedo y todo lo que la persigue está allí, ya que ella nunca estuvo segura desde el principio.
Y, cuando le ofrece algo más fuerte, un ritual que la curará por completo, le avisa que esto es algo para lo que debe estar segura, puesto que cambiará su vida por completo, haciendo referencia a lo que ocurre en el final, en el que abandona a su hija.
Nunca ha habido ningún fantasma o maldición, sino la mente y los sentimientos de Valeria.
Es por esto mismo que, cuando hacen el “exorcismo”, Valeria lucha con varios seres que tienen su apariencia.

Explicación del final
Las “brujas” son conscientes del verdadero mal dentro de Valeria desde el principio, por ello, una de ellas, antes de iniciar el ritual, le da la manta, y le dice que esa manta representa a su hija.
Al principio se aferra a ella, intenta luchar para mantenerla, porque siente que ese es su deber, pero, cuando todo acaba, ella simplemente suelta la manta, y a la parte de sí misma que la atormentaba.
Una vez que el ritual acaba, Valeria está feliz, no siente ninguna culpa sobre lo que va a hacer, y, al contrario, parece sentirse libre.
Ella abandona a su hija y esposo, toma sus maletas, y simplemente se va.
Aunque algunos pueden llegar a pensar que decidió irse con su antigua novia, esto es muy poco probable, ya que en el ritual, Valeria se soltó de todo su pasado, todo lo que la atormentaba. Entre esto, la parte de sí misma que quiso seguir las normas de la sociedad, la parte que en el pasado hacía todo lo contrario por rebeldía, y todas las dudas sobre lo que quería, y lo que no.
Valeria va por una nueva vida en la que decide todo por sí misma, sin miedo a nada, puesto que ya rompió el tabú más grande que podía cometer, y no hay nada que la detenga.
¿Vale la pena “Huesera”?
Huesera es una muy buena película para aquellos que aman el terror psicológico, y el terror corporal.
Si bien las películas mexicanas lamentablemente son conocidas por tener un punto débil, ya sea presupuesto, actores de calidad, guion o cualquier otro, Huesera no tiene ese problema. Al contrario, consigue estar a la par, y superar por mucho, a la mayoría de películas actuales de terror de Hollywood.
Los efectos especiales son excelentes, y el terror corporal es lo que más resalta de la película, tanto por la visión constante de extraños movimientos corporales, como el sonido que acompaña casi todo el filme.