¡Huye! El thriller sobre el «racismo moderno»

¡Huye!

Huye

Huye es ese tipo de películas que logra sorprendernos, utilizando tramas, emociones, pensamientos o situaciones que simplemente, no esperábamos.

Sabiendo que es una cinta de terror, con una persona afroamericana en la portada, con cara de espanto, y un título que se traduce como “déjame salir” o “huye”, era más que obvio que la trama rondaría algún tema del racismo, sin embargo, nadie se imaginaba hasta qué punto, y de qué forma.

Sobre todo, lo que más resalta es el uso del racismo en la actualidad, que no se detiene con decir «el africano es inferior», sino que dice «obviamente no soy racista, ¡voté por Obama!»

Resumen

Seguimos la historia de Chris, un afroamericano que se encuentra en una relación de 5 meses con una chica blanca, cosa que normalmente no importa mucho, pero se vuelve el eje central de la trama.

Un día Rose, su novia, le dice que quiere presentarle a sus padres, pasando el fin de semana en la casa de estos. Chris se siente muy nervioso por ello, debido a que la familia supuestamente no sabe que él es negro, y no sabe cómo se tomen el tema de la relación interracial, ya que si bien en los años que se desarrolla la película, los afroamericanos tienen igualdad de derechos, aún siguen siendo discriminados en menor o mayor medida por ciertos grupos.

Cuando llegan, esta inquietud aumenta, por la cantidad de comentarios “políticamente correctos” que lanzan sus suegros cada par de minutos, mientras aseguran que ellos no son racistas en lo más mínimo. “Yo voto por Obama”, “tengo amigos negros”, “dicen que los negros tienen cuerpos más propicios al atletismo” y muchas cosas por el estilo.

Al principio Chris lo intenta tomar bien, ya que piensa que probablemente se deba a que los padres no están acostumbrados, o del todo de acuerdo con su relación. Pero esta suposición queda atrás a medida que avanza la película.

Empleados de color, muchos más comentarios “correctos” o simplemente incómodos, con respecto a su etnia… Estas cosas hacen dudar mucho a Chris, pero aun así, no hay razón de alarma real, ya que parecieran ser un par de racistas que quieren “actualizarse” a la fuerza.

Las verdaderas sospechas llegan el día de la fiesta, muchos invitados de sus suegros llegan a la casa, para pasar el día en una reunión, en la que todos centran su atención en Chris. Al igual que sus suegros, todos allí hacen comentarios muy “políticamente correctos” o directamente racistas, sobre cómo los negros son mejores en ciertas cosas, como la cama.

Es aquí que Chris, luego de hablar un poco con su amigo por teléfono, comienza a sospechar de que las personas allí utilizan a los negros como esclavos sexuales. Inmediatamente comienza a buscar la forma de huir de allí, mientras que los invitados juegan un tipo de bingo, que termina siendo en realidad, la subasta del cuerpo de Chris.

Y justo cuando ya pensábamos que habíamos descubierto la trama real, la película dio su último giro. Chris le pide a su novia que se vayan de allí, pero poco después se entera de que ella es parte de los secuestradores, y que lo trajo con esa intención. Además, sabe que fue hipnotizado por su suegra una vez, lo que significa que podría volver a ocurrir pronto.

Él intenta irse, pero es fácilmente capturado y encerrado en el sótano, dónde nos dicen el verdadero propósito de las personas secuestradas, que es servir como nuevos cuerpos de las personas que fueron a la subasta. 

De allí el hecho de que se preocuparan tanto por sus hábitos, el comportamiento de los sirvientes, y del chico que conoció en la fiesta, que actuaba y hablaba “como blanco”. 

Por suerte, Chris logra escapar, dejando muertos a todos. 

Curiosamente, esta película tiene dos finales. El primero, el “final feliz”, en el que su amigo llega en un carro de policía, y lo lleva a casa.

El segundo, mucho más realista, en el que varios policías llegan por el fuego, y al encontrarlo a él, sobre los muertos, deciden llevárselo inmediatamente, acusándolo de asesinato, y enjuiciándolo por ello.

Huye

El racismo actual retratado en un Thriller

Cuando pensamos en racismo, inmediatamente se nos viene a la mente el concepto de que “los negros son inferiores”. ¿Por qué? Porque toda la vida se nos ha pintado el racismo como algo que solo va en una dirección, “la supremacía blanca”.

El hecho de llegar a ver una película donde el protagonista está en problemas, no por ser considerado inferior, sino por justamente ser considerado racialmente superior, hace que nos replanteemos este concepto.

Gringos blancos y “perfectos”, queriendo ser negros, ¿de dónde sale esta idea? Lo peor es que, muchas personas que vieron la cinta, no logran comprender la idea de que esto pueda ser también racista, ya que en ningún momento tratan a los negros como inferiores.

Nada más lejos de la verdad, si bien es cierto que durante toda la película se les trata y considera como “físicamente superiores”, eso se debe a que los ven como “objetos”, los ven como un bien de consumo, que pueden admirar y subastar, para posteriormente utilizar como deseen.

Estas personas, tan obsesionadas con la supuesta diferencia física, y la superioridad de las personas negras, son el peor tipo de racistas, ya que son exactamente iguales a los que alegan que la “raza blanca” es superior.

Y esto, no es un mal que solo exista en la película. Hoy en día, lamentablemente, existe el concepto erróneo de que las personas blancas actuales son malas, o incluso le deben algún tipo de disculpa, por lo que hicieron sus antepasados, a los antepasados de las personas negras actuales.

Esto, lejos de ayudar a la aceptación, se mantiene como una especie de mal latente, manteniendo abierta la brecha de segregación (la división de los grupos según su etnia), de la misma forma en que Latinoamérica sigue con sus “venas abiertas”, ante la colonización hecha por España.

La única forma de dejar al fin de lado el racismo, es olvidar estas brechas, esos rencores de personas que ya ni siquiera se mantienen con vida, para salir adelante como especie, no como razas.

Pero claro, como nos muestra la película, por más que alguien “tenga amigos negros” o “haya votado por Obama”, no por ello es menos racista, y las ideas equivocadas sobre la superioridad racial, sea del tipo que sea, solo causan conflictos.