Intercambio de princesas 2
Hablando de malas secuelas, llega Intercambio de princesas 2, con no dos, sino tres personajes idénticos en una trama que no se termina de desarrollar, con más huecos que la anterior, y decisiones que parecen haber sido tomadas por pre-adolescentes. En la primera película mencionamos que el filme tenía sus fallos, pero aun así era entretenida, sin embargo, en esta entrega las actuaciones se hacen menos creíbles y la comedia apenas está presente.
Resumen
Luego de más de un año desde los eventos de la película pasada, Stacy ya se ha casado con el príncipe, siendo la nueva princesa y viviendo en aquel país monárquico, mientras que la duquesa, Margaret, ascendió a princesa heredera luego de que el rey falleciera y su primo rechazará la corona. Al enterarse de la noticia Margaret no tuvo más remedio que separarse de su novio, Kevin, puesto que sabía que debía anteponer el bienestar de su pueblo y contraer nupcias adecuadamente con alguien que pudiera hacerse cargo de la corona.
Medio año luego de su rompimiento, Margaret está a punto tan solo unos días de ser coronada, por lo que su agenda es un desastre, impidiéndole el más mínimo descanso, ante todo esto Stacy se preocupa por ella, buscando la forma en que Margaret y Kevin puedan estar a solas para hablar de su relación y así volver, pensando que su apoyo puede hacerla sentir un poco mejor. Mientras todo esto ocurre se nos presenta a un nuevo personaje, Fiona, la prima de Margaret, quien es idéntica a ella, con la única diferencia de que Fiona es rubia.
Fiona es una persona egoísta y excéntrica, que se ha dedicado a acabar con la fortuna que sus padres le dejaron como herencia, al punto en que se dedica a robar en las fiestas de la familia real, para de esta manera seguir pagando su estilo de vida. Por desgracia para ella, esto no es suficiente, así que comienza a idear un plan aprovechando su parecido con Margaret para robarle su lugar en la coronación, transferir mucho dinero de la corona a su cuenta personal, y luego ir a pasar el resto de su vida en alguna isla paradisíaca.
Por su parte Stacy visita a Margaret para ofrecerle unos días de descanso antes de su coronación, intercambiando sitios nuevamente, para que de este modo Margaret pueda ir con Kevin y pasar tiempo juntos, con la esperanza de que retomen su relación. Margaret no tarda mucho en aceptar, confiando los preparativos a Stacy, quien ya tiene algo de experiencia siendo princesa consiguiendo cumplir con todo lo que se le solicita.
A Margaret le va muy bien con Kevin, dándose cuenta de que ninguno de los dos quiere dejar la relación, a la vez que Stacy, fingiendo ser Margaret, se entera de que su esposo cree que está siendo distante con él, ya que no lo ama más, o porque se arrepintió de la boda, a lo que ella lo consuela diciéndole que nada de eso es cierto, resolviendo todos los conflictos fácilmente. Todo parece estar perfecto hasta que Fiona pone en marcha su plan, secuestrando a quien ella piensa que es Margaret, para así suplantarla.
El problema en su plan es que todos notan inmediatamente que no se trata ni de Stacy, ni de Margaret, siendo la propia Margaret quien lo confirma cuando llega el día acordado para volver a intercambiar lugares, y la impostora comienza a negar todo, echándola de la habitación, cosa que ella sabía bien que Stacy jamás haría, puesto que ya había tenido la oportunidad tiempo atrás. Al darse cuenta de que es Fiona quien la suplanta, le pide a Antonio que retrase la coronación, pero en vez de hacer lo que ella le pide, la adelanta, ayudando a Fiona.
Antonio, otro personaje nuevo, no es más que un asistente que desde el inicio comienza a coquetearle a Margaret, queriendo convencerla de que tenerlo como rey sería provechoso para ella. Si bien sus acciones al inicio parecen las de alguien enamorado, cuando llega la hora de la verdad no duda en mostrar su verdadera cara, ofreciéndole a Fiona su ayuda a cambio de que le dé una gran fortuna a él también.
Por conveniencia de la trama, todo se resuelve rápidamente cuando Stacy, quien logró liberarse de su encierro, junto con Margaret y el príncipe llegan justo cuando están a punto de coronar a Fiona, y logran arruinar su plan al demostrar quién es la Margaret real. Aún con todo esto, Fiona logra librarse de la peor parte del castigo echando la culpa de todo a Antonio, recibiendo apenas una condena de servicio comunitario.
Finalmente, Margaret busca a Kevin para dejar atrás los últimos desentendidos, a lo que él responde proponiéndole matrimonio. Ambos se casan y todo culmina en un «felices para siempre».
Crítica
Hay muchos problemas en esta segunda parte, destacando la falta de profundidad en las tramas secundarias, así como la falta de coherencia en algunos aspectos.
Kevin
Al principio nos dejan en claro que la razón por la cual terminaron se debía a la nueva posición de Margaret, que no le permite centrarse en el romance, y que ahora se encuentra con la presión de conseguir a un rey adecuado. Todo esto queda en el olvido luego de un par de días juntos, dándose cuenta de que su amor parece ser más importante que sus deberes reales, y la felicidad de su pueblo, ya que como Fiona menciona, un simple repostero no puede con un puesto para el cual deben prepararse desde el nacimiento.
Otra cuestión a mencionar es el hecho de que Stacy, siendo ahora una princesa, piense que la mejor idea es volverlos a juntar, cuando sabe más que nadie todas las obligaciones que trae consigo una corona apresurada, y que aun así no puede ni imaginar cómo será para un rey. Margaret necesita más que apoyo emocional, y la falta de preparación para el cargo puede traer muchos problemas a largo plazo.
Stacy
Stacy parece haberse quedado anclada en la primera película, siendo ingenua, aunque se supone que ya lleva tiempo en su nueva posición. Su subtrama apenas es tocada, dejándola casi como una escena de relleno al librarse de sus problemas matrimoniales tan rápidamente.
Fiona
Curiosamente, este es el personaje más creíble de la película, al ser una «niña rica y mimada» que está dispuesta a meterse en problemas por seguir con su estilo de vida. Su plan es claramente una tontería, pero tiene sentido que lo sea, al ser alguien que no se toma en serio las cosas. Sus secuaces son igual de inmaduros, por lo que no cuesta deshacerse de ellos, y aunque la actuación de Vanessa Hudgens en esta película deja mucho que desear, al menos es un poco más llamativa en este personaje.