Intercambio de princesas 3, de mal a peor

Intercambio de princesas 3Intercambio de princesas 3

Llega el final de la trilogía con Intercambio de princesas 3, o al menos, se espera que está sea la última entrega. Mientras que la primera fue una comedia romántica predecible y simple, pero entretenida, la segunda parecía un mal chiste, con una trama bastante mediocre, por lo que no se esperaba mucho de esta parte.

Intercambio de princesas 3 se centra en Fiona, la antagonista de la película anterior, y en su redención, dándole un rumbo completamente distinto a la trama.

 

Resumen

Luego de lo ocurrido en la segunda parte, con Margaret, la nueva reina, casada con Kevin, Stacy, quien pasó de ser una repostera a una princesa casada con su príncipe, y Fiona cumpliendo sentencia mediante servicio comunitario, llega otro año, y otra navidad. En esta ocasión, nos cuentan sobre cómo la vida de Stacy y Margaret no podrían estar mejor, ambas felizmente casadas, y con una importante celebración a la vuelta de la esquina.

El problema inicia cuando los representantes del Papa llegan al reino junto a una gran estrella, hecha de oro y joyas, sumamente valioso e invaluable, la cual acordaron prestarle a la reina ese año, para así hacer una celebración especial este año. Desde aquí se puede intuir en qué dirección irá la trama, con una estrella robada y los dos personajes principales buscando la forma de recuperarla.

En ningún momento se explica él cómo alguien logró robar con tanta facilidad una estrella que estaba protegida por todo un castillo, simplemente mencionan que drogaron a los guardias, y pasan directamente a plantear lo que sucederá una vez que el Papa se entere de lo sucedido, señalando que la última vez en que ocurrió un incidente parecido, el monarca fue destituido de su cargo. Queriendo hacer todo lo posible para que esto no ocurra, piensan en cómo descubrir al culpable y recuperar la estrella.

Como en estas películas las malas decisiones son el pan de cada día, todos coinciden en que la mejor opción es usar a alguien «del bajo mundo» para que con sus conexiones y experiencia resuelvan el caso, escogiendo a Fiona. Es completamente absurdo creer que Fiona, con su plan mediocre de la película anterior, y su historial como simple carterista pueda lograr lo que se le pide, pero, por la magia del guion, todo sale a la perfección.

Margaret va al convento dónde Fiona cumple su condena y le pide a la encargada que le permita mantener a Fiona bajo su cuidado durante unos días, explicándole un poco de la situación, cosa que la monja acepta fácilmente, tan solo mencionando que debe devolverla en unos dos días, a tiempo para estar en la reunión en la que le dirán si su condena al fin acaba o no. Cuando ya están las tres juntas otra vez, Fiona les menciona que conoce a un empresario que tiene su propia agencia de investigación, por lo que contacta con él para que les ayude, a su vez, se reencuentra con un ex, quien resulta ser la persona que robó la estrella.

Este hombre la invita a una fiesta que celebrará pronto, así que todo el equipo aprovecha para crear un plan en el cual podrán recuperar estrella, para el cual Margaret deberá ser Fiona, mientras entretiene al ex, y Fiona a su vez se encarga de burlar la seguridad de la casa como toda una experta, a pesar de que, como vimos en la entrega anterior, ella no es una verdadera criminal de película. Todo parece ir de maravilla hasta que su amigo, a quien conocía desde niños, y con el cual tenía una especie de enamoramiento, los traiciona cambiando la estrella por una pelota, cosa que los demás notan cuando ya es muy tarde.

Para resolver esto, Fiona debe ir a buscar a su amigo y convencerlo de que devuelva la estrella, mientras que Stacy debe tomar su lugar en la reunión de la penitenciaría. Al llegar con su viejo amigo, en vez de pedirle dinero, o cualquier tipo de compensación por la estrella, él le dice que solamente se la devolverá si ella acepta hablar con su madre, a quien le guarda cierto rencor por no cuidarla de pequeña.

Fiona, quien no esperaba nada de esto, al principio se niega, pero al ver que no tiene opción entra a la habitación en la que se encuentra su madre, y habla con ella. A pesar de que no parece muy convencida de la sinceridad de su madre, lo presionada que se siente en esta situación y lo incomoda, al final Fiona toma «la mejor decisión», perdonando a su madre, y pasando el resto de las fiestas con toda su familia.

Intercambio de princesas 3

Crítica

Primero que todo hay que señalar que el desarrollo de Stacy y Margaret en esta película son nulos, así como sus propias historias, reduciéndose casi a extras en la película de Fiona, siendo útiles solo cuando se necesita a un reemplazo, y claro, la base de la película es el intercambio, pero en esta tercera parte lo toman muy literal, al punto en que esto es lo único que une a este filme con los dos anteriores.

La saga cambia drásticamente de género, muy probablemente debido a las críticas que llegaron con la segunda película, por ser un tanto aburrida, pero aun de esta manera no se justifica el que Fiona mágicamente se convierta en la versión femenina de Tom Cruise. Sin dejar de lado, claro, el hecho de que Stacy y Margaret son reducidas a personajes de apoyo, sin aportar realmente nada en la trama.

Y cómo ignorar los enormes huecos de trama que traen los robos, el encuentro con los exnovios de Fiona, y su aparente entrenamiento ninja. Solo queda esperar que está sea realmente la última película de Intercambio de princesas, y no sigan extendiendo una trama que ya no tiene más material para dar.