Jojo Rabbit, la propaganda y la comedia

Jojo Rabbit

Jojo Rabbit

Jojo Rabbit es una película que desató la polémica desde incluso antes de estrenarse. Con solo ver los trailers, con una imagen «gentil» de Hitler guiando a un niño, bastó para que el posible público se interesara de sobremanera de este filme, independientemente de si la creían una sátira muy fuerte, o directamente una atrocidad racista.

Con varios premios ganados, Jojo Rabbit fue un gran éxito en taquilla gracias a esta misma polémica, después de todo, la mayoría se moría por ver una película tan bizarra como para bromear sobre un tema tan serio. Lo bueno, es que a pesar de todos los chistes, y la forma demasiado «bonita» en la que ocurren las cosas, Jojo Rabbit jamás se vuelve irrespetuosa con los acontecimientos de la guerra, cosa que suele ser la parte más difícil de la comedia.

 

La trama

Seguimos la historia de Jojo, un niño fanático de Hitler en la Alemania Nazi, durante la Segunda Guerra Mundial. Él tiene como amigo imaginario a Adolfo Hitler, el cual lo guía para convertirse en el mejor nazi.

Contrario a lo que se supondría, se trata de un niño muy dulce, pero fuertemente influenciado, que comenzará a dudar sobre todo lo que le han enseñado, llegando al punto en que al fin puede liberarse por completo de los pensamientos de odio, así como del prejuicio que siempre se le impuso.

Es una gran comedia, una crítica muy fuerte a la propaganda y el odio, y sobre todo, una película muy emotiva, que nos hará empatizar con Jojo.

Jojo Rabbit

La ingenuidad y la propaganda

Toda la historia se centra en una cosa, en recordarnos que, si bien podemos señalar a más de una persona como «mala», por ser parte, alentar y/o practicar un acto de racismo, también debemos recordar que no todas las personas son iguales, así como no podemos saber las razones de todo esto. Jojo es el ejemplo perfecto, él no es lo que podríamos calificar como una «mala persona», todo lo contrario, es un niño que ama a su país, su familia, y solo quiere proteger su hogar, formando parte de lo que él piensa es su salvación.

El problema es que, al ser solamente un niño, es muy influenciable. Jojo no conoce el mundo, no sabe qué hay más allá de su país, nada más sabe lo que le dicen sus superiores. Si ellos les dicen que Hitler es una especie de dios encarnado, y los judíos son unos monstruos, él así lo va a creer, sin siquiera dudarlo, cosa que ocurre.

Los nazis, ya sea que conozcan la verdad o no, repiten incansablemente sobre todos los horrores de los judíos, cómo estos pueden controlar sus mentes para volverlos malas personas, mientras roban oro, duermen de cabeza, y son controlados por el diablo. Una persona adulta y racional no dudaría en decir que es una tontería, pero para un niño que no conoce más que su hogar, lo que sus superiores digan en un decreto y casi un mensaje divino.

Por suerte, Jojo Rabbit va aprendiendo la verdad del mundo a través de su nueva amiga, la judía, y aunque al principio parecían odiarse y tener miedo de acercarse el uno al otro, al menos hasta que poco a poco se hacen amigos. La forma en que interactúan, y Jojo siente empatía hacia la chica y su situación nos deja bien en claro que Jojo jamás hubiera desarrollado ese supuesto odio si no fuera por la propaganda.

 

Idealizar a figuras políticas

Idealizar es malo, sin importar qué o quién sea, esto se ve reflejado en todos los niños de Alemania que aparecen en la película. Cada uno tiene distintos rumores para contar sobre las maravillas de Hitler, así como de los «escalofriantes» judíos.

Es muy interesante verlos hablar sobre los poderes especiales, las grandes muestras de valentía y coraje, y de cualquier otra cosa por el estilo. Ellos saben lo que es el asesinato, entienden que pronto irán a la guerra, pero aun así los vemos felices, haciendo su mayor esfuerzo por terminar con la guerra, con ellos victoriosos.

 

Generar odio

La manera más fácil de generar odio contra un grupo es deshumanizándolos, difundir la supuesta existencia de características desagradables y/o malévolas, al punto en que los demás crean de verdad que le hacen un favor al mundo cuando los discriminan y exterminan. En el caso de los nazis, enseñaban a modo de clase todo tipo de detalles, y, cuando llegaba la hora de la verdad, por lo mismo muchos se sorprendían de descubrir que, en realidad, los judíos eran iguales a cualquier otro ser humano.

El propio Jojo se sorprende al ver que es como una chica normal, aunque sucia, luego, cuando están a punto de descubrirlos, y ella se hace pasar por la hermana de Jojo, ni siquiera los propios soldados dudan, mientras que Jojo se sorprende más al darse cuenta de que, vestida así, no había nada que los hiciera distintos. Por su parte, ella escucha todas estas cosas constantemente, y sabe que no puede hacer nada para desmentirlas, puesto que ni siquiera intentarán escucharla si lo intenta.

En ciertos momentos podemos verla tomarse esto con humor, especialmente cuando estás tonterías son dichas por Jojo, que es solo un niño, pero al oír a otras personas, mucho más mayores que ella, referirse de forma tan despectiva, a duras penas puede mantenerse firme, sin romper en llanto, o en ira. Sabe que no puede permitir que estas cosas la afecten, si es que quiere vivir, y se ve obligada a repetirlas y afirmarlas en más de una ocasión, lo que únicamente la hace sentir peor cada vez.