Juego Limpio: El ego y los cambios de roles

Juego Limpio: El ego y los cambios de roles

Juego Limpio, que se estrenó hace poco en Netflix, se ha posicionado rápidamente en el top 10 por su trama realista y bastante cruda sobre una relación en la que el hombre, por motivos profesionales, se siente inferior a su pareja. En «Juego Limpio» todo se centra en el ego y la manera en la que este puede hacer que las personas pierdan la razón, e incluso arruinen sus vidas. 

Resumen de Juego Limpio de Netflix

La película de “Juego Limpio” da inicio con Emily y Luke, una pareja que se encuentra en un buen momento en su relación, al punto de comprometerse en medio de la boda de un familiar de Luke. 

Todo parece ir muy bien en los primeros minutos, hasta que un compañero cita a Emily a altas horas de la noche. Si bien Luke señala que es extraño que la llame a esas horas, y Emily también lo cree, decide ir, puesto que parece algo urgente. 

Una vez en el bar, Emily se encuentra a su jefe, en vez de a su compañero, y este le informa que quiere promoverla y darle el puesto de gerente de alguien que acaban de despedir. Mismo puesto que, hasta entonces, Luke y Emily pensaban que se lo darían a Luke, razón por la que habían festejado un poco. 

A pesar del cambio que esto significa, y que se siente un poco mal por quedarse con el puesto que creía que obtendría su novio, Emily acepta. 

Apenas le cuenta la noticia a Luke podemos ver que no se lo toma nada bien. Él la felicita en el momento, pero en su rostro se nota la confusión e incluso el enfado y decepción. 

Los roles cambiados

Al inicio, cuando ambos tienen más o menos el mismo puesto de trabajo en la empresa, se centran en la posible promoción de Luke en la empresa, tomando en cuenta que él lleva más tiempo allí. Cuando hablan de esto en casa, Luke afirma que buscará la manera de hacer que Emily también pueda obtener un mejor puesto pronto, para que ambos se mantengan a la par, a pesar de que en su empresa se prohíbe estrictamente tener una relación con los compañeros del trabajo, lo que los obliga a fingir que solo son colegas. 

Pero, cuando el puesto de gerente resulta ser de Emily, y no de Luke, la perspectiva cambia por completo. Su propio novio duda, al igual que sus compañeros, sobre la manera en la que ella obtuvo el puesto de gerente. Además, Luke se muestra resentido en todo momento, dejando en claro que no acepta el hecho de que ella, con menos tiempo en la empresa, sea considerada mejor que él. 

Emily le dice que está dispuesta a ayudarlo a progresar, de la misma manera en la que él quería ayudarla en un principio, pero esto no hace más que herir su orgullo. 

El voto de confianza

En «Juego Limpio» Emily siempre creyó en Luke, en sus habilidades en el trabajo, razón por la que acepta realizar una inversión que él le presenta, a pesar de que no ha revisado completamente la inversión por sí misma. 

Esto termina en una inversión fallida que genera muchas pérdidas a la empresa, y hace que Emily se gane varios insultos de sus jefes. 

A esto le sumamos el hecho de que, cuando Emily intentó hablar bien de Luke a sus jefes, estos le dijeron de inmediato que él solo estaba ahí por hacer un favor a un conocido, y que solo esperaban que renunciara pronto. 

Hasta entonces Emily jamás había dudado de Luke, pero comenzó a verlo con otros ojos desde entonces, dudando de cada propuesta que le daba. Aún tomaba en cuenta su opinión, pero se negaba a invertir en nada antes de revisarlo por sí misma, lo que llevaba a que terminara eligiendo otras inversiones. 

Al dejar de seguir los consejos de Luke, Emily de inmediato consiguió muy buenos resultados, al punto de obtener un cheque de ganancias de más de medio millón por una de sus inversiones. 

Por supuesto, quiso celebrar esto con su novio, pero Luke no hacía más que rechazarla. 

Juego Limpio: El ego y los cambios de roles

El rechazo de Luke

Desde que Emily obtiene el puesto de gerente, Luke empieza a rechazarla. No es solo una cuestión de estar de mal humor por no conseguir el ascenso que quería, sino algo más profundo, un rechazo absoluto hacia Emily. 

No importa cuánto intente acercarse Emily y arreglar las cosas, él la rechaza en cada ocasión, pelea por cualquier mínima cosa, y se aleja cada vez más. 

Es claro que no puede aceptar el hecho de que Emily está en una posición superior a la de él. Esto se refuerza en cada ocasión en la que señala que Emily no merece el puesto por una razón u otra, llegando a acusarla de engañarlo y acostarse con los jefes en varias ocasiones. 

El abuso 

La peor parte de «Juego Limpio» llega cuando Luke se da cuenta de que Emily ya no confía en su trabajo. Ella gana mucho dinero con su última inversión, y se hace más cercana a sus jefes, lo que hace dudar cada vez más a Luke. 

Esto llega a un punto en el que, al ver que otro gerente es despedido, Luke aprovecha de ir directamente a donde su jefe a suplicar de rodillas por el puesto de gerente. Obviamente, esto hace que se gane la burla no solo del jefe, sino de todos. Al fin tienen una excusa para hacer que Luke se vaya, y no la dejan pasar. 

Ahora, desempleado, Luke empeora cada vez más, y regresa al trabajo al día siguiente a hablar mal de Emily. Afirma que ella tiene la posición de gerente por acostarse con el jefe, y que le prometió el ascenso si él se acostaba con ella. Hace todo un escándalo diciendo que Emily habla mal de sus jefes a sus espaldas, pero nada de esto afecta el trabajo de Emily. 

Emily sí es afectada por estas palabras, aunque por suerte sus jefes no se toman nada de esto en serio y solo le dicen que siga trabajando. 

Pese a todas estas peleas, la madre de Emily, que no sabía que estaban peleados, hace una fiesta sorpresa de compromiso.

Ambos asisten e intentan comportarse durante la fiesta, pero no tardan mucho en comenzar a pelear, con Luke diciendo frente a todos que ella seguramente lo engaña con los jefes. 

Al final, ambos terminan en el baño discutiendo, y el calor del momento los lleva a tener un momento de pasión. El problema es que Luke aprovecha el momento para tomar un rol dominante, con la intención de tratar a Emily como a alguien inferior. Esto hace que Emily sienta dolor y le suplique que pare, pero él no le hace caso, y abusa de ella. 

Emily le da vueltas a esto en su cabeza por todo el día siguiente, hasta que llega a casa y ve a Luke con las maletas. 

Él actúa como si nada, dice que se irá, e insinúa que todo es culpa de Emily. No se muestra arrepentido en lo más mínimo, y no ofrece ningún tipo de disculpa. Ante todo esto, Emily termina tomando un cuchillo, para así amenazar a Luke, hasta que él al fin le pide perdón. 

En el proceso, Emily llega a apuñalar un poco el brazo de Luke, y Luke sigue actuando en todo momento como una víctima, llorando por su propio dolor, sin llegar a entender que hizo algo malo. 

Emily simplemente se va de la habitación, y los dos no vuelven a verse. 

¿Vale la pena “Juego Limpio” de Netflix?

Juego Limpio es una película que puede resultar un tanto lenta para algunos, ya que se centra únicamente en la relación de estos dos personajes. Sin embargo, es una excelente crítica a este tipo de situaciones, en las que una persona, generalmente un hombre, siente celos del éxito de su pareja, y comienza a menospreciarla, buscando la manera de hacerla menos. 

En todo momento vemos cómo Luke no puede creer en el éxito de Emily, no cree que ella merezca el puesto, pero, los hechos dicen justo lo contrario. Las inversiones de Luke son pésimas, y solo consiguió el empleo por un favor, mientras que Emily sí lo consiguió por sus propios méritos. 

Igualmente, se señala la obvia diferencia de trato cuando una mujer consigue un ascenso en una empresa en la que todavía está presente el machismo, con comentarios de todos los empleados diciendo que ella lo obtuvo por acostarse con el jefe. Además, se muestra algo que suele dejarse de lado, y es la manera en la que Emily tiene que comenzar a actuar de manera más “masculina” e incluso machista para ajustarse a su nuevo empleo. 

Ella ahora va mucho más seguido a bares con sus compañeros, se ríe de sus chistes machistas, va con ellos a un club nudista… Casi pareciera que tiene que convertirse en un hombre para ser completamente aceptada por sus compañeros. 

Por último, pero muy importante, se hace también una crítica a cómo las personas con tendencias narcisistas y grandes egos son incapaces de ver cuando hacen algo malo. En todo momento, ellos son las víctimas, y no están dispuestos a ver sus propias fallas.