La chica que lo tenía todo
La chica que lo tenía todo es un drama de Netflix que trata temas como el abuso, los medios, las apariencias y la culpa. Basada en un libro del mismo nombre, que a su vez se basa en una historia real, es el tipo de película que busca concientizar un poco sobre estos temas.
Se trata de la historia de Tiffany, quien ha puesto todo su esfuerzo en tener la vida “perfecta”, con la intención de dejar atrás, de una vez por todas, su terrible pasado.
La actitud de Tiffany
Tiffany se muestra como un personaje un poco odioso y plano al principio. Es una mujer que ha hecho todo lo que pudo para llegar a lo más alto.
Gracias a eso, ahora trabaja en su revista de moda favorita, como escritora, y está a punto de comprometerse con su novio de familia adinerada. Por la forma en que se refiere a todo esto, desde la voz en off, se da a entender que a ella solo le importa tener una vida de lujo, sin importar los medios.
De hecho, muestra poco o nulo interés real en su pareja, como si solamente estuviera con él por el dinero. Aunque, por otra parte, parece realmente feliz con su trabajo, y con la idea de llegar a lo más alto de la compañía, pero hasta esto queda de lado cuando su prometido le pide que se centre en ser su apoyo, en vez de seguir su carrera profesional.
Al principio, no hay casi nada en lo que el espectador pueda empatizar con ella. Por el contrario, se genera cierto desagrado, sobre todo al ver que basa toda su vida en cosas del pasado que no explica, pareciendo que solamente busca una justificación para su estilo de vida.
Más adelante, nos enteramos del por qué de esto, junto a las cosas que realmente le gustan. Sin embargo, pasa un buen rato en esto, lo que provoca que algunos puedan llegar a cansarse de la película, antes de llegar a la verdadera historia.
El remordimiento y el pasado
En todo momento se hace alguna referencia al pasado, con Tiffany hablando de ello en la voz en off. Pero, por más que esto la afecta, no parece dispuesta a contarle a los demás lo que ocurrió.
Demuestra tener miedo de lo que puedan decir o pensar los demás, por lo que no quiere terminar con su farsa. Ella en varias ocasiones demuestra claramente lo distinta que es a la “Tiffany” que todos ven, sin embargo, no quiere dejar de fingir.
Este pasado, que al principio puede sentirse como una exageración de su parte, poco a poco va tomando verdadera relevancia, dejando ver lo que la atormenta. Con esto, llegamos a entender un poco más su forma de ser, y la obsesión que tiene con aparentar ser alguien completamente distinta.
Una de las primeras cosas que salta a la vista es la participación de un periodista, que parece querer entrevistarla sobre sucesos ocurridos hace años. Más específicamente, de un tiroteo ocurrido en el instituto en el que ella estudiaba, del cual, por ciertas razones, ella terminó siendo señalada como una aliada de los criminales, en vez de como una víctima.
Cuando este periodista aparece en su vida, ella se ve forzada a recordar constantemente este hecho, mientras se niega de forma rotunda a ser entrevistada, esperando a que el periodista se rinda. Para bien o mal, este periodista no se rinde, y le pide constantemente participar.
Lo que finalmente la hace cambiar de opinión, y querer contar su versión de la historia, es su encuentro con alguien de su pasado, un antiguo profesor, el único que sabe perfectamente lo que ocurrió en aquel entonces. Es tanto el shock de verlo otra vez, que Tiffany termina teniendo un ataque de ira en contra de su prometido, y el taxista que los acompañaba en ese momento.
Aunque esto debería haberla impulsado a contar toda la historia, se frena a sí misma, dejando en el olvido la parte más importante.
El abuso y el tiroteo
Tardan un poco en contarnos la historia completa de lo que le pasó a Tiffany, sin embargo, cuando al fin lo hacen, todo cobra sentido.
Resulta que, en sus años de estudiante, se había hecho amiga del grupo de chicos populares, los cuales solían salir cada tanto. En una de estas fiestas, tres de los chicos abusaron de Tiffany, aprovechándose de la confianza que ella les tenía.
Al día siguiente, ellos simplemente hicieron como si nada hubiera pasado. Tiffany, que se había encontrado de casualidad con un profesor justo después del abuso, quería contarlo todo, poner una denuncia, y estuvo a punto de hacerlo con el apoyo del profesor.
El problema fue el director, que hizo dudar a Tiffany sobre denunciar, al hacerle constantes preguntas, dudar de ella, y darle a entender que no conseguiría nada denunciando.
Esto llevó a que ella no pudiera hacer nada al final, y, sin ningún apoyo ahora, buscó refugio en la soledad, encontrándose en el camino al grupo de chicos que solía sufrir bullying de los populares. Al paso de los días, Tiffany se fue volviendo más cercana a ellos, hasta que, sin que ella lo supiera, comenzaron un tiroteo, matando a todos los que consideraban malas personas.
En medio del caos, ella terminó ayudando a sus nuevos amigos a escapar, lo que la convirtió en una delincuente más a los ojos de los demás.
La duda y la opinión pública
La razón por la que Tiffany no se sentía capaz de contar toda la verdad era porque sentía que eso no cambiaría nada.
Hablar mal de personas muertas, siendo el único sobreviviente alguien que quedó en silla de ruedas, solo haría que los demás la odiaran y señalaran. Nadie le creería a alguien que tardó tanto en decir la verdad, y, claro, no quería perder todo lo que había construido con su esfuerzo hasta ese entonces.
Pero, llegó un punto en el que simplemente no pudo más, y decidió escribir sobre ello. Entonces, comenzó a recibir dos tipos de respuestas:
En primer lugar, las personas que la señalaban, tal y como ella lo había imaginado. Aquellas que se quejaban de ella, y la llamaban mentirosa, maldiciéndola.
Por otra parte, las que no esperaba. Personas que la apoyaban, que creían en sus palabras, e incluso personas que habían pasado por algo similar, y le aplaudían por su valentía.
¿Vale la pena “La chica que lo tenía todo”?
La chica que lo tenía todo 2022 es el tipo de película que saca a relucir algunos temas y problemas sociales que nunca está de más recordar. Tiene una historia bastante interesante, sin embargo, su problema está en la manera en que la cuenta.
Es muy lenta por momentos, al darle tantas vueltas al asunto del pasado, haciendo que el espectador se canse de la mala actitud de la protagonista, al no tener el contexto.
Pese a tratar temas relevantes, hay mejores películas y series que lo abordan mejor.