Ice Age: Las aventuras de Buck, el terrible final de Blue Sky

Ice Age: Las aventuras de Buck

Las aventuras de Buck

A pesar del cierre del estudio Blue Sky a causa de Disney, como siempre, una de las franquicias de Blue Sky logra hacerse con un espacio en Disney para sacar lo que se espera sea la última película de la saga. La era del hielo: Las aventuras de Buck, es uno de esos claros intentos de Disney por conseguir dinero “fácil”, puesto que, por peor que pueda ser, y lo es, muchos igualmente la verán solo por ser fans de la franquicia, o al menos de la primera película.

De hecho, el intento por conseguir las mejores ganancias, con el menor esfuerzo, es algo que nos queda completamente a la vista desde el primer minuto, con tan únicamente observar la pobre animación que se utilizó para la misma. Bien lejos de la calidad que traen consigo películas animadas, originales de Disney, como “Encanto”, “Coco”, y casi cualquier otra, la animación de Las aventuras de Buck es simplemente terrible, más parecida a la animación que se esperaría de una serie de baja calidad, de un estudio pequeño.

Y es que solamente con darle un vistazo a los trailers ya nos damos cuenta del poco cariño que le tuvo Disney a esta película, dejando un resultado que queda incluso por detrás de las películas más viejas del estudio. Por si fuera poco, la trama es prácticamente inexistente, simplemente seguimos a algunos personajes secundarios viviendo algunas aventuras, luchando contra el más flojo villano de toda la franquicia.

 

Resumen

La película inicia mostrando cómo Crash y Eddie, las zarigüeyas, crean un problema tras otro por sus juegos infantiles, Manny, harto de todo esto, les dice que si siguen así deberán irse, puesto que solo molestan a los demás. Ellie, por su parte, es la única que los defiende, ya que siempre los ha visto como unos hermanos, y se le hace imposible separarse de ellos.

Seguido de esto nos cuentan un poco sobre el pasado de Ellie, cómo fue adoptada, criada y amada por la madre de Crash y Eddie, quien falleció tiempo después. Al quedarse solos, Ellie, la más madura de los tres, se hizo cargo de sus dos hermanos, dándoles todo lo que necesitaban, cuidando que no les faltara comida, y que estuvieran a salvo, dejando en claro que ese sentimiento de maternidad se mantuvo con ella toda la vida, y, por tanto, separarse de ellos es como abandonar a su suerte a sus propios hijos.

Manny se calma un poco al escucharla, pero igual se mantiene un tanto estresado por la situación, de cualquier manera, deja el tema. Lamentablemente, Crash y Eddie piensan mucho en ello, y deciden irse para ya no ser un estorbo, asegurando que se convertirán en todo lo que siempre han deseado.

Con tanta determinación, y ningún plan o camino a seguir, terminan por error en el subsuelo, donde habitan los dinosaurios. Aquí no tardan mucho en meterse en problemas nuevamente, y encontrarse con Buck, quien parece estar muy ocupado cazando a alguien. Él quiere devolverlos a su hogar para que no estorben, pero la entrada queda trancada, obligándolo a tener que cuidarlos.

Buck nos habla un poco sobre su misión actual de capturar a un dinosaurio muy particular, el cual tiene la capacidad de hablar su idioma, y desea hacer que los dinosaurios sean la especie dominante. Para evitar esto, Buck, quien ya no parece estar tan loco, quiere encerrarlo para que no dañe a los mamíferos, y no se convierta en alguna clase de dictador.

Algunas cosas salen mal, lo que obliga a entregarse al enemigo para salvar a otros, mientras Crash y Eddie, para ya no ser unos inútiles, entrenan junto a una vieja amiga de Buck. A fuerza de guion todo sale muy bien, con Crash y Eddie descubriendo que lo más importante en un héroe es su valentía e ingenio.

Finalmente, Manny y los demás descubren dónde están Crash y Eddie y van en su rescate, quedando asombrados cuando, por conveniencia, llegan justo para verlos pelear contra dinosaurios y ganar fácilmente. Todos se disculpan y le piden a ambos que regresen a casa, a lo que ellos se niegan, puesto que ahora quieren vivir una vida llena de aventuras con Buck.

Las aventuras de Buck

Crítica

Para empezar, la película se siente demasiado atemporal, ya que no se tiene del todo claro en qué punto de la historia ocurre, aunque se cree que es después de la quinta película, al no estar Morita presente, sin embargo, el hecho de que no se le nombre en ningún momento es casi como si borraran su existencia, lo que carece de sentido. De cualquier manera, al centrarse la película en los personajes más infravalorados, y que solo han servido como alivio cómico tampoco es que dé mucho de qué esperar.

 

El nulo desarrollo de personaje

Si bien Crash y Eddie aprenden una cosa o dos sobre pelear, lo cierto es que son completamente dependientes durante toda la franquicia de una persona u otra, ya sea Ellie, que los protege, Manny, que sirve de líder de la manada, y ahora Buck, que ni siquiera quería verlos. Aun cuando Buck se encuentra prisionero, ambos se quedan al cuidado de la amiga de Buck, que los entrena, no hay un solo momento en que realmente se valgan por sí mismos.

Esto, sumado al hecho de que llegan a ser muy irritantes, arruina por completo la película. Normalmente, no hay tal problema con su presencia, pues están allí para hacer reír, pero tenerlos como protagonistas es demasiado, además, claro, de que no ocurre nada relevante en todo el filme. Sí, pelean contra dinosaurios, pero no hay nada aparte de eso, no hay un buen villano, no hay un trasfondo, ni un mensaje, ni buena comedia.

Es simplemente una excusa de Disney para conseguir dinero fácil.