Los tipos malos, todos merecen una segunda oportunidad

Los tipos malos

Los tipos malos, todos merecen una segunda oportunidad

Basado en una saga de libros para niños, Los tipos malos llega de parte de DreamWorks, con una película que, según parece, tiene intenciones de formar una nueva saga.

La trama, bastante infantil, tiene el toque de humor característico de DreamWorks, junto a una increíble animación que combina el 2D y el 3D, cosa que estaremos viendo muy seguido a partir de ahora. Y es que, con la salida del Spider-verse, junto a Los Mitchell vs las máquinas, otros estudios están intentando copiar este «nuevo» formato, por su gran dinamismo.

 

Los mejores ladrones del mundo

Los tipos malos son un grupo de delincuentes antropomórficos, es decir, animales con forma humana, que disfrutan de organizar grandes robos, casi por simple diversión. A pesar de tratarse de algo tan reconocible como un lobo, un tiburón, una serpiente, una araña y una piraña que siempre van en grupo, nadie los reconoce dónde ponen hasta el más simple disfraz.

Por supuesto, esto es parte del humor de la cinta, por lo que no contaría como un error o fallo, sino, simplemente, como algo muy notable. Ellos usan todo lo que está a su alcance, hackeando los programas de seguridad, disfrazándose de cualquier cosa o persona y distrayendo a cualquier guardia o espectador.

La película los presenta como un grupo muy carismático, sobre todo a su líder, el lobo. Ellos van por la vida con aires de grandeza, burlándose del miedo que les tienen, así como se ríen de los oficiales que son incapaces de atraparlos.

Un día, estando aburridos y con ansias de un nuevo golpe, señalan que muy pronto será la ceremonia de premiación a la persona más «amable» y «buena» de la ciudad, otorgando, como premio, una bella estatuilla invaluable. Todos se preparan para lograr su objetivo, con un plan que parece infalible, hasta que, justo cuando el lobo iba a robar el dinero de una anciana, las cosas se salen un poco de control.

Resulta que, justo antes de que pudiera robarle, la anciana se tropieza y cae, siendo salvada por el lobo, quien no termina de entender cómo es posible que alguien le agradezca una acción suya, de manera tan afectiva. Quedando como un pequeño héroe, aunque sea por unos minutos, algo dentro de él comienza a cambiar, anhelando poder tener este tipo de atención más seguido.

Básicamente, es domado por la típica frase «eres un chico bueno», quedando tan cautivado, que mueve su cola sin control por la felicidad. Luego, cuando el plan sale mal, y él está a punto de ser apresado con sus amigos, él se las arregla para conseguir una «segunda oportunidad», demostrando que pueden cambiar, si están bajo el cuidado de la persona más amable de la ciudad.

Claro que, esto no es más que un engaño, para fingir por un rato ser buenos, y finalmente, cuando menos lo esperen, robar la estatuilla que querían. Para el resto del equipo esto es tal y como lo planean, ellos no quieren ser buenos, solo quieren una oportunidad de robar, mientras que lobo, poco a poco, va mostrando un cambio, junto al deseo de ser mejor persona.

Los tipos malos, todos merecen una segunda oportunidad

Los clichés y el humor infantil

En este sentido, el humor de Los tipos malos llega a ser demasiado infantil en ciertos aspectos, lo que hace que un adulto pueda resultar un tanto aburrido. Aunque, claro, la animación compensa esto, siendo demasiado llamativa, sin importar tanto el guion.

Cuando hablamos de «maldad y bondad», la trama es bastante cliché, mostrando las «cosas malas» como robar, no compartir, hablar de mala manera y poco más. Mientras, los actos de «bondad» son, tal y como se espera, ayudar a una anciana a cruzar la calle, bajar a un gato del árbol, compartir los dulces y algunas cosas por el estilo.

Estas partes son muy predecibles, dejando apenas espacio para algo que realmente pueda llamar la atención. De cualquier manera, como película infantil funcionan perfectamente.

Algo a mencionar, es la forma en que evolucionan los personajes en su «bondad». Al principio son incapaces de hacer ninguna de estas cosas, por más que se esfuercen, no obstante, al paso del tiempo, comienzan a realizar este tipo de acción por propia voluntad, como cuando la serpiente le regala un dulce al tiburón para que se calme.

 

El villano

El villano es, probablemente, lo más flojo de la película. Tenemos al típico desenlace de «el personaje más lindo y bueno era el verdadero villano». Con un plan perfecto para culpar a «Los tipos malos», y quedarse con todo lo que desea.

Esta fórmula ha sido tan repetida que ya no podemos simplemente tomarlo muy en serio, aunque siempre es bueno recordar el famoso dicho «las apariencias engañan», sobre todo a los más jóvenes de la casa.

Este personaje manipuló desde un principio a Los tipos malos para que terminaran bajo su cargo, llevándolos a hacer supuestos actos buenos, como liberar a ciertos animales de jaulas, o instituciones de pruebas en animales, a la vez que los iba separando, creando dudas entre ellos. Esto funcionó perfectamente, puestos que si no fuera por otros personajes de apoyo, los tipos malos hubieran sido encarcelados por algo que no hicieron.

 

Todos merecen una segunda oportunidad

La película en todo momento quiere darnos el mensaje de que todos merecen una segunda oportunidad. A los tipos malos les dan el beneficio de la duda varias veces, aun cuando es obvio que lo hacen solo para no ir a la cárcel.

Incluso se nos revela que la alcaldesa, quien en varias oportunidades está en contra de ellos, pero aun así les da la oportunidad de cambiar, era, en su juventud, una de las delincuentes más famosas.