Mentes poderosas, simple y olvidable

Mentes poderosas

Mentes poderosas

¿Qué pasaría si todos los niños recibieran poderes psíquicos? Basada en un libro con el mismo nombre, Mentes poderosas nos trae una historia distópica, desde el punto de vista de niños que, al igual que la audiencia, no entienden lo que ocurre a su alrededor, y deben descubrirlo por sí mismos.

A pesar de ser un libro que estuvo de moda casi al mismo tiempo que Los juegos del hambre y Divergente, Mentes poderosas no tuvo tanto apoyo como las dos anteriores, por lo que su película tardó más en salir, y lamentablemente, no cuenta con secuelas, dejando la historia de la pantalla grande inconclusa. Con un presupuesto de 34 millones, y una recaudación de apenas 40 millones, es entendible la razón de no continuar la saga.

Ciertamente, el grave problema de Mentes poderosas, proviene de su trata y su estreno. Mientras que Los juegos del hambre y Divergente se estrenaron entre el 2012 y el 2014, con excelentes efectos visuales, mucha acción y una historia bastante profunda, Mentes poderosas, por su parte, se estrenó en el 2018. Tiempo en el que la sorpresa por este tipo de trama ya había quedado atrás, con una historia centrada más en los sentimientos y pensamientos de los protagonistas, que en la acción real detrás de todo esto.

Si comparamos estás películas entre sí, la gran diferencia es demasiado grande para el público que ya se había acostumbrado a los efectos especiales y las batallas, tengan una particular curiosidad por una trama más psicológica, y a la vez un tanto más juvenil. En esta película, y los libros, conocemos a Ruby, vemos la forma en que madura a medida que descubre más sobre el mundo y sobre sí misma.

Hay luchas, hay peligros, pero se sienten en segundo plano en contraste con el romance y el deseo de Ruby, y los demás, de simplemente permitirse vivir un poco de su infancia. Son personajes fuertes, pero que aún necesitan de otros, que más que salvar al mundo, solo intentan sobrevivir en medio de todo ese caos.

 

La trama

Luego de que una enfermedad terminara con la vida del 90% de los niños, los sobrevivientes desarrollaron poderes que los convertirían en una potencial amenaza para la nación. Ruby, la protagonista, es una niña que, al no saber controlar sus poderes, por accidente borra la memoria de sus padres, haciendo que se olviden por completo de ella.

Todos los niños son enviados a supuestos campamentos de rehabilitación, en espera de conseguir una cura que jamás llega, por el contrario, son forzados a trabajar. En estos campamentos, se clasifican por colores a los niños, dependiendo del tipo de poder que poseen, los cuales son:

  • Verde: Usado por niños con un gran coeficiente intelectual, sobrehumano, capaces de hacer cualquier tipo de cálculo en segundos. Son los de menor importancia, ya que no representan una amenaza.
  • Azul: Los niños de esta clasificación pueden mover objetos con la mente, lo cual los vuelve un tanto peligrosos, pero aun así se consideran manejables.
  • Amarillo: Con la capacidad de manipular las corrientes eléctricas, son considerados un peligro para la sociedad, por lo que en algunos campamentos los exterminan.
  • Rojo: Explotan cualquier objeto con la mente, son altamente peligrosos, y suelen ser reclutados por el gobierno para lavarles el cerebro y entrenarlos como soldados.

Naranja: El más temido de todos, es para los niños que pueden controlar los pensamientos y acciones de otras personas, así como leer su mente, alterar recuerdos e incluso borrarlos. Son directamente exterminados, puesto que no hay forma de controlarlos.

Ruby, al saber lo que significa ser una «naranja», manipula a los otros para hacerse pasar por una «verde» en el campamento, y sigue mintiendo sobre su identidad aún después de huir. Ella le teme a sus propios poderes, piensa que si no se controla, podría terminar borrando otra vez los recuerdos de todos sin querer.

Cuando logra escapar del campamento, descubre al fin cómo es la vida afuera, cómo son los chicos de «otros colores» y se enamora. Tenemos algunos conflictos en los que se involucran una «Liga de los niños», que les miente a los niños para que crean que los protegerán, mientras los usan de ejército, además de los «cazafortunas» y los soldados del estado.

Mientras todo esto ocurre, Ruby solo quiere encontrar su lugar en el mundo, y ser feliz junto a las personas que ama. Lamentablemente, todo parece ir mal para la protagonista, quien debe dar todo de sí para sobrevivir.

Por si fuera poco, cuando Ruby al fin conoce a alguien como ella, otro «naranja», se alegra de poder aprender a utilizar sus poderes al fin, pero esto dura poco. En Mentes poderosas vemos cómo este poder, que al inicio es el terror de Ruby, se convierte poco a poco en su propio escudo y arma, aceptándose a sí misma, dejando de lado la culpa, para así poder ser útil, y vivir sin temor.

Mentes poderosas

Crítica a la película

Si bien es una adaptación bastante fiel al libro, en muchos momentos se siente simple, o muy exagerada, con efectos bastante mediocres. Tenemos una escena de persecución que deja mucho que desear, las escenas en las que se usa la telequinesis no encajan del todo…

Algo bueno que podemos destacar es el romance, hay buena química entre los protagonistas, toda su historia juntos va acorde a lo que se había visto en los libros, se siente muy real, y nos ofrece escenas cargadas de ternura. Es una buena muestra de cómo alguien que jamás tuvo la oportunidad de crecer o disfrutar de su infancia, manteniendo su inocencia, descubre lo que es amar a otra persona.

Por otra parte, las actuaciones de los actores son muy buenas, logran dar vida a cada uno de los personajes del libro.