Miedo a la lluvia, no saber qué es real

Miedo a la lluvia

Miedo a la lluvia

Miedo a la lluvia es una película que en ningún momento llega a ser de terror, ya que no será capaz de sacarte algún susto, o al menos a la mayoría, sin embargo, retrata muy bien el terror y la angustia que siente la protagonista, quien no puede distinguir qué es real y qué no. 

Tomando como base de la trama la esquizofrenia, un trastorno en el cual se caracteriza por la desconexión con la realidad, esta película juega tanto con la mente de la protagonista, como con la nuestra, sabiendo manejar bastante bien este trastorno como recurso. A medida que transcurre la película, incluso el espectador desconoce lo que es real de lo que no, aunque nos hacemos una idea de hacía adonde se dirige la trama.

 

Resumen

Seguimos la historia de Rain, una adolescente que al inicio vemos ser perseguida por un hombre, quien luego la ata y la entierra viva, para momentos después enterarnos de que se trata de una alucinación, ya que Rain realmente se encuentra en el hospital, luchando contra los enfermeros. Al saber que la mayoría de cosas en la película pueden no ser reales, se pierde el factor del miedo, ya que no se puede empatizar del todo con las alucinaciones, pero no por ello la película es menos interesante.

Una vez que las cosas se calman, Rain y sus padres vuelven a casa, a pesar de que los doctores le aconsejaron internarla. Rain intenta por momentos fingir que nada malo sucede, no obstante se da cuenta de la forma en que dejó su habitación debido a sus ataques, lo cual la hace sentir mal, ya que recuerda poco a poco las cosas que hizo en ese estado, y el daño que le hizo a su propio padre. 

A pesar de todo Rain intenta volver al instituto, y tener una vida normal, sin embargo todos parecen saber sobre su extraño comportamiento, por lo que la ignoran y la hacen a un lado, sobre todo alguien que solía ser su amiga hasta hace poco. La única persona que no la ignora es un chico nuevo, que parece estar interesado en ella.

Ambos comienzan a pasar tiempo juntos, pero Rain vive con el constante miedo de que él sea también solo una alucinación, puesto que no lo llegamos a ver interactuando con otras personas. Casi sin importarle si es una alucinación o no, Rain está feliz de tener al menos a una persona de su lado, cosa que la ayuda a tranquilizarse un poco. 

El más grande problema surge cuando ella cree observar a una niña ser secuestrada, aunque al que no estar segura de si fue real o no, no puede hacer nada para ayudarla. Al menos, hasta que un día escucha provenir un grito desde el apartamento de su vecina.

Al escuchar esto Rain quiere ir a ayudar inmediatamente, completamente segura de que la niña realmente está ahí, por desgracia, ya que todos saben de su esquizofrenia, no le dan importancia. Aun así su padre la lleva a la casa de la vecina a revisar su casa, para que Rain pueda estar tranquila, cosa que no funciona, ya que sigue teniendo supuestas alucinaciones de esa niña en la casa. 

Pasan varios días en los cuales Rain se obsesiona con la casa de su vecina y la idea de que pueda ser una secuestradora, tiempo en el cual a veces recibe la ayuda de Caleb, el chico que aún no sabe si es real o no. Todo esto no hace más que confundirla, hasta que se resigna a aceptar que no sabe distinguir la realidad, justo un momento antes de que todo se aclare. 

Miedo a la lluvia

El rechazo

El estigma sobre las personas con esquizofrenia es muy común, sobre todo porque cuando hablamos de cine y literatura, en la mayoría de casos suelen ser retratados como los malos, como personas peligrosas, y sí, no se puede negar que en medio de un ataque muchos lleguen a ser agresivos, pero se debe recordar aun así, que siguen siendo personas. En este caso, a Rain la discriminan todos los que la conocen, excepto Caleb, por su trastorno.

Nadie quiere creer en ella, todos están seguros de su locura, y están hartos de tener que tratar con ella. Todo esto la hace sentir terriblemente mal, como si fuera un estorbo, como si no tuviera a nadie en quien apoyarse, como si estuviera al borde del colapso, y ni siquiera hace falta analizar mucho la película en este caso, pues las mismas alucinaciones se encargan de decirlo directamente en más de una ocasión. 

Aun de esta manera, me parece que lo peor de todo, es el hecho de que ella se rechace a sí misma, que no sea capaz de creer en lo que ve y lo que siente, logrando apenas mantenerse un poco cuerda. Todo esto es simplemente demasiado, al punto en que podemos llegar a escuchar cómo sus pensamientos parecen querer guiarla a la muerte en más de una ocasión. 

 

Un terror distinto

Lejos de asustarnos porque aparezca un espíritu, o un asesino, llega a tener mucha tensión los momentos en los que contemplamos a Rain ser impulsiva, dejándose llevar por las cosas que piensa que vio. Ya cerca del final, por ejemplo, la observamos tomar un cuchillo como defensa y ataque ante “la terrible secuestradora”, a pesar de que aún no tiene la certeza de que realmente esa mujer tenga a la niña secuestrada. 

Podemos ver como Rain cae en la locura, y lo más interesante, es que no es algo “nuevo” para el personaje, como suele ocurrir, sino que se trata de alguien que parece llevar años teniendo este trastorno, pero aun así no puede hacer mucho para mejorar esto.