Mis dos vidas, las decisiones y el destino

Mis dos vidas

Mis dos vidas

Mis dos vidas es una película de Netflix que llega para hablar sobre lo importante de las decisiones, y sobre si estas realmente llegan a ser más poderosas que el destino. 

Esta película destaca por tocar un tema de manera poco frecuente, con dos historias de una misma protagonista, que nos muestran qué es de su vida, dependiendo del resultado de una loca decisión impulsiva. 

 

Natalie y su plan de vida

La protagonista de esta historia es Natalie, una joven recién graduada de la universidad, que sueña con trabajar en una gran empresa de ilustración, y tiene un plan de vida de sus próximos 5 años, para ser exitosa. Todo parece ir muy bien para ella, con dos mejores amigos, Gabe y Kara, y una vida sin mayores preocupaciones. 

Está tan feliz por su graduación que va a una fiesta, en la que, después de muchos tragos, termina en una habitación con su mejor amigo Gabe, prometiendo que aquello será algo de solo una noche, y no volverán a hablar de ello. 

Es aquí que se dividen las dos realidades alternas que podría vivir Natalie. 

En la primera, poco después se da cuenta de que está embarazada, y se lo cuenta a Gabe, aceptando tener al bebe, pese al temor que esto le genera, y lo mucho que afectará la vida que tenía planeada.

Y en la segunda, esto no ocurre, las pruebas de embarazo salen negativas, y ella continúa con su vida tal y como quería. 

“Mis dos vidas” es el tipo de película que parece querer abogar por lo bueno de la maternidad, el cómo, aunque no sea planeada, no tiene por qué detener nuestras vidas.

 

La versión embarazada de Natalie

En la película nos muestran ambas realidades de forma simultánea, sin embargo, aquí las separamos para poder hablar más a fondo de ellas.

En esta primera realidad, en la que Natalie queda embarazada, lo primero que hace es buscar ayuda. Le habla de la situación a Gabe, quien se hace responsable y la apoya, y, poco después, va a hablar sobre ello con sus padres, para que los ayuden. 

Esto es todo un caos por sí mismo, en primer lugar por ser algo no planeado, y en segundo, y lo que más les preocupa, por ser el resultado de una aventura de una noche. En medio de todo esto, Gabe incluso le pide matrimonio, pensando que eso tranquilizará las cosas, pero termina haciendo el efecto contrario.

Finalmente, ellos no se casan, pero si viven juntos por un tiempo, con Gabe haciendo todo lo posible por ayudar a Natalie en su embarazo. Después de un tiempo, terminan yendo cada quien por su camino, pues, aunque Gabe si quería ser algo más, Natalie lo rechazó, pensando que estos sentimientos de Gabe se debían solamente al embarazo.

Mientras todo esto ocurre, Kara va a Los Ángeles, y sigue este plan que ambas tenían, lo que pone celosa a Natalie, que desea estar allí con ella. En varios momentos llegamos a ver sus inseguridades, e incluso sus dudas sobre continuar con el embarazo.

Como es usual en este tipo de situación, fantasea con cómo sería su vida si lo del embarazo no hubiera pasado, y, a su vez, se centra en ser la mejor madre posible. 

Cuando la bebé al fin nace, Natalie se enfrenta a su nuevo estilo de vida como madre. Lejos de vivir en la gran ciudad en la empresa de sus sueños e ir a fiestas, tiene que cambiar pañales, trabajar como cajera en un lugar que odia, y trasnocharse por cuidar de su hija. 

El tiempo pasa y ella sigue sintiendo que de cierta manera fracasó en tener su vida soñada, aunque ama profundamente a su hija y es feliz de tenerla. Esto, finalmente cambia cuando se inscribe a un concurso de cortos, el cual consigue ganar. 

En el camino, ella aprende mucho sobre la vida, y sobre sí misma. Basa su estilo, y su nuevo arte en todo lo que ha vivido, y es finalmente feliz con lo que ha logrado. Además, luego de tantos años, termina junto a Gabe, quien realmente nunca la olvidó.

Mis dos vidas, las decisiones y el destino

La segunda versión

En esta otra realidad, en la que el embarazo jamás ocurrió, Natalie va junto a Kara a Los Ángeles, a cumplir sus sueños. Tal y como quería, termina siendo contratado en una empresa importante de arte.

Estando allí, se enamora de un compañero del trabajo, con el que forma una relación. Todo parece ir tal y como desea, hasta que, en un intento de obtener un ascenso, termina despedida, por no tener un estilo de ilustración lo suficientemente desarrollado y maduro.

Por esto, acaba de regreso en casa de sus padres, sintiéndose miserable por arruinar su oportunidad y no saber qué hacer. Al igual que en la otra realidad, tiene una crisis de identidad.

En esta ocasión no es porque alguien altere sus planes, sino porque no fue capaz de cumplir con las expectativas. No es sino hasta un tiempo después, con mucho apoyo y ganas de salir adelante, que se inscribe en un concurso, el cual gana.

Nuevamente es contratada en la empresa de sus sueños, y su vida parece encontrar estabilidad, con su pareja, su trabajo, y la experiencia que pasó y la hizo más fuerte. 

 

¿Vale la pena “Mis dos vidas”?

Mis dos vidas cumple con lo que promete. Nos muestra estas dos posibles vidas, y la manera en la que la protagonista pasa por momentos alegres y desgarradores por igual.

Por un momento llegamos a pensar en lo terrible que es la crisis de identidad que le genera el ser madre de forma abrupta, sin embargo, al verla pasar por una crisis igual en su otra vida, nos damos cuenta de que esto, simplemente, es parte de crecer. 

El final, en ambas realidades, es la misma. Una Natalie feliz, que se esfuerza por lo que quiere, y que se permite ser amada. Esto debido a que, por más que su vida cambia bastante al tener una niña, las decisiones que toma a lo largo de ambas realidades, impulsadas por su personalidad, la llevan al mismo destino. 

Es un filme que invita bastante a la reflexión sobre la vida, y lo que se hace con ella, se forma liviana e incluso divertida.