
Por fin se estrenó la película de Miraculous: Las aventuras de Ladybug, después de haberse anunciado desde el 2018. Se trata de una película sumamente esperada por los antiguos fans de la serie, que tenían ciertas esperanzas al ver que sería dirigida por alguien distinto a Thomas Astruc, que dejó que la trama de la serie se estancara demasiado.
Resumen de la película de Miraculous: Las aventuras de Ladybug
El problema principal de “Miraculous: Las aventuras de Ladybug” es que es su primera parte, es un resumen de la serie en su primera temporada, y la segunda parte de la película, es una trama demasiado apresurada en la que quisieron meter todos los temas y subtramas que pudieron.
La película comienza con la presentación de Marinette como alguien débil y sin autoestima, la cual va tomando un poco más de carácter después de recibir su Miraculous. Se hace amiga de Alya, conoce a Adrien, se enamora, y comienza a evitar los coqueteos de Chat Noir, exactamente como en la serie.
Adrien tampoco tiene tantos cambios en este aspecto, lo único que cambia es que en este universo él parece un poco más tímido, y no llega a tener malentendidos por Cloe. Él se acerca a Marinette tanto como su amigo, en su vida normal, como compañero en sus momentos como héroe. Al igual que en la serie, se enamora desde su primer encuentro, aunque en la película no tiene tantas escenas de chistes malos.
Por medio de un resumen con la música del tema principal, se ve cómo ellos pasan algún tiempo siendo héroes, derrotando a todos los villanos que el villano les envía sin ningún problema. Todo llega a un punto en el que Chat Noir no soporta más quedarse callado, y le revela sus verdaderos sentimientos a Ladybug, quien lo rechaza por estar enamorada de Adrien. A su vez, Adrien rechaza a Marinette por estar enamorado de Ladybug.

El cambio de escena
A pesar de que hasta ahora todo había ido muy bien con los villanos, logrando derrotarlos sin mucho esfuerzo, el villano, de pronto, consiguió destruir todo París en cuestión de minutos, pasando a ser un villano tan poderoso que es capaz de mover las cosas por medio de telepatía, lo que le permite quitarle sus miraculous a Ladybug con mucha facilidad.
El cambio en la escena es tan brusco que el espectador puede llegar a pensar que se ha perdido de algo. Esto ocurre justo cuando Ladybug y Chat Noir están distanciados por lo del rechazo, por lo que parece demasiado forzado.
Entre tanto caos, la derrota de ambos héroes ocurre con prisa, lo que hace que Marinette vuelva a sentirse insuficiente. Pero, todo es resuelto cuando Gabriel se da cuenta de que Chat Noir es su hijo, mientras destroza su traje en la batalla.
De inmediato, Gabriel parece entender al fin que lo que hace está mal, y abandona su misión, rindiéndose. Tenemos un momento de “redención” en la que él habla de la madre de Adrien, y cómo sentía que Adrien la necesitaba, pero no termina de ser tan emotivo por lo rápido que ocurre todo.
Finalmente, Ladybug usa sus poderes para restaurar la ciudad, hablando a los ciudadanos sobre cómo el poder del amor fue el que consiguió la victoria.
En los post-créditos, tenemos una escena en la que Nathalie, la asistente de Gabriel, va a ver la tumba subterránea de Emily, con la voz de Gabriel de fondo, pidiéndole que se haga cargo de sus secretos.
¿Realmente es buena la película de Miraculous, o es solo el odio hacía la serie?
Ciertamente, la película de Miraculous: Las aventuras de Ladybug es mediocre. Se nota que está hecha para un público que ya conoce la serie, por lo que todas las explicaciones y misterios se revelan con mucha rapidez, como si fuera un simple resumen de los acontecimientos, en vez de ser la trama en sí misma.
Esto hace que sea prácticamente imposible empatizar con los personajes, más allá de un par de escenas en las que se les ve sumamente vulnerables. Pero para alguien que no sabe mucho sobre la serie, muchas escenas pueden parecer simplemente absurdas, sin ningún sentido, e incluso innecesarias.
Hay demasiadas cosas en una sola película, abarcando mucho tiempo, sin tener una buena estructura que le permita hacerlo.
Debido a todo esto, “Miraculous: Las aventuras de Ladybug” es simplemente mediocre como película. Sin embargo, aun así la película fue querida por muchos.
La cuestión con esta película es que, la serie en la que se basa fue tan mala, que los fans, de los cuales muchos abandonaron la serie, están más que dispuestos a amar cualquier cosa que sea un poco mejor.
Desde el estreno de la película ha habido muchos debates sobre esto, ya que, en definitiva, la película no le iría ni la mitad de bien si no fuera porque su serie desilusionó y cansó a demasiados fans. Todo esto, por quedarse estancada, desaprovechar todo tipo de tramas, e incluso reiniciar la misma cada vez que tocaban un tema interesante.
No es de sorprender que a la película le vaya tan bien tomando esto en cuenta.
El musical
Algo a señalar de la película de “Miraculous: Las aventuras de Ladybug” es lo innecesario que se siente el musical en muchos momentos. Al menos la mitad de las canciones se sienten fuera de lugar, ya sea por la canción en sí, o por la escena en la que se canta. Sobre todo, el hecho de que en los momentos más importantes de la trama, justo al final, no haya habido canciones, es una de las cosas que más se critica.
La canción del villano, por ejemplo, nos muestra a un villano enérgico y listo para destruir el mundo entero solo porque sí, al punto en el que se le puede comparar con muchos de los villanos más llamativos de Disney, como el brujo de “La princesa y el sapo”. Si bien la canción no está mal, arruina por completo la imagen que nos muestran de Gabriel en todas las demás escenas, en las que parece alguien deprimido, solitario, que solo quiere hacer lo que sea por recuperar a su esposa.
¿Vale la pena “Miraculous: Las aventuras de Ladybug”?
Miraculous: Las aventuras de Ladybug, es una película que solo se puede recomendar a los fans que se cansaron de la serie, o a los niños pequeños. La trama es tan apresurada, simple, y sobre todo cursi, que es muy difícil que alguien que no sea fan de la franquicia pueda disfrutarla, o incluso entender algunas cosas de la misma.