Recuerdos perversos: Explicación del final

Recuerdos perversos

Recuerdos perversos: Explicación del final

Recuerdos perversos es una película de terror estilo falso documental que dejó uno que otro trauma en su estreno. 

Se trata de la historia de Ed, cuyo verdadero nombre es desconocido, el cual fue un asesino serial que dejó cientos de grabaciones en VHS a los policías, para presumir de sus crímenes, mientras permanece en el anonimato. 

¿Por qué llamó tanto la atención? 

Pese a que la gran mayoría ya no cae en estos falsos documentales, “Recuerdos perversos” destacó por haber sido grabada de tal manera que muchos llegan a pensar que genuinamente se trata de una historia real. 

El documental cuenta con todo tipo de “especialistas” en cada rama de la investigación criminal para dar su propia opinión, a la vez que van mostrando el contenido de algunas cintas de vídeo impactantes. Todo esto, junto al misterio eterno de quién fue, y si sigue libre, resulta en varias ocasiones lo suficientemente cínico y realista como para dejar un terror real.

Más que todo por el hecho de que, si bien el asesino de la película “Recuerdos perversos” jamás existió, hay muchos casos parecidos, en los que el asesino se sale con la suya sin ningún problema, e incluso se burla de las autoridades, las víctimas y sus familiares. Sin olvidar que los crímenes reales pueden llegar a ser mucho más brutales que los vistos en esta película. 

Al final, la razón por la que “Recuerdos perversos” llama tanto la atención, y consigue causar terror en más de uno, es por su capacidad de hacer recordar al espectador que vive en un mundo igual de violento que el visto en la película. Y, claro, que asesinos como este pueden seguir sueltos en cualquier ciudad, esperando su próxima víctima. Algo que jamás logra del todo una película paranormal, llena de efectos especiales y grandes historias de fondo. 

Las cintas VHS de Ed

“Ed” sabe cómo burlar el sistema y, por ello, jamás es atrapado. La única razón por la que le pueden atribuir tantas muertes, se debe a que él mismo dejó toda la evidencia de sus actos en cientos de cintas VHS. 

Según estas, todo comienza con el secuestro de una niña, a la que posteriormente encuentran muerta, con heridas de todo tipo. Luego, se ve cómo Ed sube al auto de una pareja en medio de una carretera, solo para hacer que crucen a una zona poco transitada y así poder asesinarlos. 

Según los expertos, esto demuestra que él comenzó como un asesino desordenado, sin grandes planes, pero que, con cada nuevo asesinato, planeaba con más antelación. En el caso de la pareja, sabía exactamente qué rutas tomar para que nadie los viera, dejando además los cuerpos en tan mal estado que no pudieron reconocerlos fácilmente. 

Los crímenes de Ed van aumentando en cinismo y orden cada vez más, haciendo todo lo posible para no ser descubierto. En cada uno hacía las cosas un poco distintas, a veces asesinaba siguiendo patrones para luego cambiarlos completamente, y así sucesivamente. 

El caso de Cheryl Dempsey

Recuerdos perversos: Explicación del final

El caso de Cheryl es el más importante de todas las cintas repletas de asesinatos, violaciones y torturas. Esto debido a que ella fue la única víctima que Ed mantuvo con vida. 

Fue una chica a la que siguió por un tiempo, esperando el momento para secuestrarla de su casa, matando en el proceso a su novio, que justo esa noche la había visitado. 

Al contrario de sus demás víctimas, a las que torturaba por un rato, y luego asesinaba para usar su cadáver, en el caso de Cheryl la tomó desde el principio como su esclava personal. 

Se encargó de entrenarla con todas las torturas que pudo para quebrar por completo su espíritu, hasta el punto de ser incapaz de vivir sin él.

Lo que más destaca, fuera del tema de las múltiples torturas, es el hecho de que Ed se acercó un día a la madre de la víctima, a burlarse de ella, y aún más destaca el que la haya “liberado”. 

Al entregar las cintas a la policía, dejándolas en una casa, dejó junto a estas a Cheryl, aprisionada en una caja, al borde de la muerte. De haber tardado un poco más, hubiera muerto en ese mismo momento.

Después de meses de recuperación, todos los médicos declaran que se ha vuelto incapaz de vivir sin dolor, por lo acostumbrada que estaba a este. Y, pese a regresar a casa con su madre, ella sigue afirmando que su lugar es junto a su amo, y que espera que regrese con ella, dejando en claro su síndrome de Estocolmo. 

Cheryl estaba tan trastornada por la experiencia que esperaba felizmente que su amo volviera por ella, preocupándose al ver que eso no ocurría. Por la desesperación que esto le causaba, se suicidó, dejando solamente una nota en la que hablaba sobre su amor incondicional a su amo, y cómo esperaba que se volvieran a reunir. 

Finalmente, su deseo se cumplió, cuando Ed desenterró su tumba y robó su cadáver para hacer uso de este, de la misma forma en que había abusado de sus demás víctimas. 

Explicación del final

Algunos no pueden entender el hecho de que Cheryl quiera volver con Ed al punto de quitarse la vida. Sin embargo, durante su entrevista, Cheryl demuestra no tener la capacidad para tomar decisiones. 

Ha sido condicionada a hacer feliz a su secuestrador sabiendo que si no lo hace morirá. El estrés constante y el miedo la convierten en alguien que simplemente no puede pensar por sí misma, ya que si lo hace, su decisión puede causar la ira de los demás, puesto que esto era lo que ocurría cuando estaba con Ed. 

Cheryl se obligó a sí misma a amar a su secuestrador, a ser feliz con el dolor, a poner todo su empeño en ese amor. Esa era su única opción para sobrevivir en su momento, pero, cuando se aprenden cosas como esas de forma tan traumática, es imposible regresar a la normalidad. 

¿Vale la pena “Recuerdos perversos”?

Recuerdos perversos es sumamente entretenida para aquellos que aman las historias de casos de misterio sobre criminales. La manera en la que cuenta la historia la hace sentir realista y cruda, haciendo que varios aparten la mirada en algunas escenas.