Sin hijos, absurda y con pésimas actuaciones

Sin hijos

Sin hijos, absurda y con pésimas actuaciones

Sin hijos es una película mexicana distribuida por Netflix. Se trata de la historia de un padre que niega a su hija, haciéndola pasar por su hermana menor, ya que a su nueva pareja no le gustan los niños.

Con una trama muy simple, y a la vez, muy mal dirigida y escrita, este filme llega a ser bastante aburrido y absurdo. Varias de las escenas llegan a ser contradictorias, las actuaciones se sienten muy forzadas y planas, y el desarrollo deja mucho que desear.

Básicamente, estamos frente a una producción hecha «por hacer algo», con la única intención de estrenar más y más películas, sin importar qué. Por una parte, parece que quieren dejar una buena enseñanza familiar, pero no se logra, y no se termina de entender.

 

Fidel y su extraño cambio

Seguimos la historia de Fidel, un hombre que, al principio de la película, nos lo presentan como un padre devoto, que arruina toda oportunidad de volver a tener pareja por andar hablando solo de su maravillosa hija. Sus propios amigos lo empujan a conseguir una nueva novia, llevándolo a citas dobles y poco más, pero nada parece funcionar.

Tenemos algunas escenas de convivencia con su hija, Ari, en la que no parecen tener una verdadera química y cercanía de familia, debido a las actuaciones. Se supone que estas escenas son justamente para mostrar lo mucho que la ama y la valora.

Claro que, no pasa ni un día hasta que llega Marina, una chica que conoció años atrás, de la que estuvo enamorado en su adolescencia. Curiosamente, en este encuentro logran congeniar, pero, de vez en cuando salen comentarios (demasiado forzados), sobre lo mucho que detesta la idea de tener hijos.

Esto pone un poco en alerta a Fidel, sobre todo cuando ella le pregunta directamente si tiene hijos, a lo que él esquiva la pregunta besándola. Lo más extraño, es que en medio de una calentura, ya a punto de ir al cuarto, ella insiste con esta pregunta, como si fuera sumamente importante saberlo en ese exacto momento.

Fidel, acorralado, niega tener hijos, para que ella no se eche para atrás. Al día siguiente, intenta buscar consejo en sus amigos y su propia hija, preguntando de forma un tanto indirecta (bastante obvia).

Como «buen hombre», finalmente decide que lo mejor es ser sincero con ella, no obstante, justo cuando está a punto de decirle la verdad, en medio de una cita, ella se queja de un niño «molesto» en el restaurante. Fidel termina continuando con la mentira, sabiendo que si le dice la verdad ella se irá.

Esto es bastante extraño, tomando en cuenta que se supone que su hija es lo más importante para él. La película es demasiado inconsistente en este punto. De hecho, la verdad se descubre por error, no por la propia decisión de Fideo, lo que lo hace aún peor.

Sin hijos, absurda y con pésimas actuaciones

La supuesta búsqueda de Libertad de Marina

Marina se nos presenta como una chica con un carácter bastante fuerte. Ella deja bien en claro su posición con respecto a la vida desde el primer momento, ella no quiere responsabilidades, ataduras, ni mucho menos molestias.

Todo esto la lleva a estar completamente segura de que no quiere tener hijos, ni mucho menos, tener que soportar de niños ajenos. Más que ser una simple característica o pensamiento, pareciera ser el centro de toda su personalidad, como si su único propósito fuera odiarlos, y tener un romance con el protagonista, no es nada más que eso.

Es un personaje bastante obsesivo con esta idea, malhumorada y con tendencias a tener momentos de ira y estrés solo por la presencia de ellos mismos. Al ver por primera vez a Ari, su respuesta es irse directamente, como si fuera un pecado imperdonable el que su reciente pareja tenga una «hermana».

Algo muy contradictorio es que ella siempre habla de su odio, como si se tratara de un grito de libertad e irresponsabilidad, sin embargo, a su vez habla sobre querer algo serio con Fidel, para crear al fin un hogar. Esto nos da a entender mucho de cómo las personas (en especial los escritores), ven a quienes deciden no tener hijos, señalándolos como si no existiera nada más que esa «terrible» decisión.

A medida que se acerca a Ari, las discusiones y la negatividad continúan sin ningún cambio, y si bien hay una escena en la que se preocupa, esto es solo porque estuvo a punto de ser atropellada, y cualquiera se preocuparía. Incluso en el final Ari es completamente consciente de que Marina finge que cambió de opinión, únicamente para continuar con la relación.

 

Ari y su colaboración

Al conocer a Marina, Ari entiende la situación y se presenta como la hermana de Fidel, para que así no se entere de que es su hija. Esto no sirve de mucho tampoco, pero debido a esto, su padre le dice que necesita «espacio», y la deja con su madre.

Ari pasa de ser el centro de la vida de su padre, a ser solamente un estorbo en su relación, aun así, se muestra muy segura y madura, apoyándolo tanto como puede. Estos esfuerzos no pasan desapercibidos por su padre, pero, ya sea su hija o su hermana, Marina igualmente la detesta, comportándose solo porque piensa que esto será algo temporal.

En varias ocasiones, es la misma Ari quien da todo de sí para convencer a ambos de que deben continuar la relación, que todo irá para mejor. Lamentablemente, está mentira se cae cuando Ari, que se había perdido en un laberinto, se asusta y comienza a gritar «papá», para que Fidel la encuentre.

Aún con todo lo que hace, jamás es aceptada por Marina, y es consciente de esto en todo momento. Nada más queda esperar a ver cómo la relación se fractura cada vez más, hasta terminar muy mal, a causa de la gran diferencia de estilos de vida.

Solamente hay tres opciones, Marina aprende a querer vivir con niños, Fidel deja de lado a su hija, o ambos se separan. De cualquier manera, solo se harán daño uno al otro.

Es una película que no enseña absolutamente nada, que no entretiene, y no tiene sentido.