Tenemos un fantasma

Tenemos un fantasma es la nueva comedia de Netflix que se ha posicionado en el top 10 rápidamente.
Se trata de una historia sobre un chico que encuentra a un fantasma en su nuevo hogar, el cual, lejos de dar miedo, se convierte en su amigo, mientras buscan juntos la razón por la que no ha podido cruzar al otro lado.
El encuentro con el fantasma
El comienzo de “Tenemos un fantasma” es como el de una película genérica de terror, con una familia mudándose a una nueva casa, sin saber que sus antiguos dueños se fueron de allí, ya que esta estaba embrujada.
Es el hijo menor, Kevin, el que hace el primer contacto con este fantasma. En medio de una pequeña exploración de la nueva casa, este chico se encuentra con el fantasma que intenta espantarlo de inmediato.
El problema, para el fantasma, es que no causa nada de miedo. Al contrario, termina causando la risa de quien intentaba asustar, mientras que Kevin aprovecha la oportunidad de grabarlo con su teléfono.
Kevin le muestra esto a su padre y hermano, quienes deciden publicarlo en Internet, obteniendo una rápida y gran fama.
La madre, Melany, es la única que muestra un verdadero sentimiento de miedo al darse cuenta de que la casa está embrujada, y llama de inmediato a quien les vendió la casa por no informar de la presencia de esta entidad.
A pesar de todo, Kevin se toma un momento para interactuar con el fantasma de manera más calmada, llegando a comunicarse con él, pese a que no puede hablar.
Las circunstancias del fantasma
Lo único que se sabe acerca del fantasma al inicio, es que aparentemente se llama Ernes, ya que este es el nombre que tiene escrito en la ropa que usa.
Ernes no recuerda nada sobre su pasado, ni tiene la menor idea sobre qué puede hacer para pasar al otro lado. Está condenado a permanecer allí hasta que lo descubra, lo que hace que Kevin simpatice con él rápidamente.
La fama
Lo que parece ser un pequeño chiste referente a la generación que sube todo a Internet, termina siendo algo que afecta toda la trama.
Por este video, ahora la casa está rodeada de gente que quiere ver al fantasma, junto a varios medios de prensa.
Entre todos estos, incluso llegan a contactar con una médium famosa que quiere hacer una sesión en su casa, revelando que ni ella misma creía que el fantasma fuera real, asustándose de gran manera al verlo.
Por otra parte, todo este revuelo llama la atención del gobierno y algunas organizaciones, como el FBI. Entre ellos, una agente un tanto obsesiva que solo quiere experimentar con el fantasma hasta no dejar nada de él.
La huida y la investigación
Kevin, que es bastante rebelde en casa por la molestia que tiene hacia su padre por las constantes mudanzas, no duda en huir de casa para ayudar a su nuevo amigo.
Así, Kevin, Ernes y una vecina, terminan siguiendo todas las pistas que pueden sobre su pasado, mientras huyen de sus padres y la policía.
Gracias a esto, descubren que Ernes no es el nombre del fantasma, sino del cuñado de este. Pero, cuando van a visitarlo, este no tiene mucha información para dar, puesto que menciona que Randy, su cuñado, desapareció después de la muerte de su esposa, dejando a su hija al cuidado de él y su esposa.

El romance
En la trama secundaria tenemos el romance de Kevin y su vecina, con la que pasa tiempo durante la investigación, enamorándose.
Juntos hacen todo lo posible por ayudar a su amigo, el fantasma, metiéndose en varios problemas por ello.
La agente obsesiva
Como villana en “Tenemos un fantasma” está la agente del FBI. Una mujer obsesiva con el tema de los fantasmas y lo paranormal, al punto de tener su propio centro de investigación.
Ella consigue capturar a Randy por un tiempo, sin embargo, se redime después de darse cuenta de que sus superiores quieren hacerla a un lado en la investigación.
Por puro orgullo y un poco de simpatía, lo ayuda a escapar, poniendo en riesgo su carrera.,
La revelación del pasado de Randy
Ernes, el cuñado del fantasma, es quien termina revelando la verdad por sí mismo, al verse amenazado.
Ante la posibilidad de que se descubra lo que ocurrió hace tantos años, Ernes va directo a la casa de Kevin, con un arma, para acabar con él.
Como en toda película de este estilo, el villano se toma su tiempo para contar lo que sucedió en realidad. Resulta que, hace mucho, su esposa sufría por no poder tener hijos, por ello, Ernes quiso conseguirlos por cualquier medio.
Fue entonces cuando la hermana de su esposa tuvo una preciosa hija que la hizo sentir celosa, a tal punto que llegaron a celebrar la muerte de ella por complicaciones del parto.
Por supuesto, no podían simplemente pedirle a Randy que les entregara a su hija, por lo que lo asesinaron y enterraron con la ropa de Ernes, asegurándose de que nadie lo pudiera encontrar.
De esto, ya habían pasado varias décadas, por lo que la hija de Randy ya era una mujer mayor.
Finalmente, con ayuda del guion, se las arreglan para acabar con Ernes, y encontrar a la hija de este, para que se puedan reencontrar, y así al fin poder cruzar al más allá.
¿Vale la pena “Tenemos un fantasma”?
Tenemos un fantasma es, como mínimo, entretenida. No tiene un gran guion detrás, ni es de las mejores del año, pero si tiene lo necesario para llamar la atención y llegar a los primeros puestos de popularidad de este mes.
Se trata de una película familiar, por lo que el humor es bastante ligero, y sin mucho sentido en varios casos. De cualquier manera, mientras no se busque algo más allá de eso, puede llegar a gustar al público general.
Pero, claro, también es el tipo de película que será fácilmente olvidada una vez que baje del top, ya que no tiene nada particularmente recordable, ni que haga que uno quiera verla varias veces.