The loud house, el live action
Siguiendo con los estrenos navideños llega The loud house, el live action, en un especial de navidad que realmente no es la mejor creación de Nickelodeon, ni tampoco la peor.
Con una trama más que predecible dentro de la série, actuaciones y efectos exagerados, destaca por llegar a ser ridícula en algunos momentos, dar un poco de risa en unos pocos, y nos hace preguntarnos, ¿Qué necesidad había de crear esto?
Resumen
Comenzamos viendo cómo llega un paquete de un deslizador enorme, y encontrando a Lincon, que parece tener un día como cualquier otro con sus muchas hermanas haciendo algún que otro desastre, nada que Lincon no pueda controlar. Cuando él ve el paquete se nos presenta lo que será la trama de la película, él desea deslizarse en la nieve con toda su familia, por lo que compró el deslizador de tamaño familiar con el dinero que ahorró durante todo el año, haciendo diversos trabajos.
Esto nos deja muy en claro lo mucho que Lincon ama a su familia, y lo fuerte que es su deseo de estar junto a ellos en estas fiestas, al esforzarse todo un año pensando en ellos. Por esto mismo, cuando él se entera que la hermana mayor no estará con la familia por estar ocupada, que varias de sus otras hermanas igualmente tienen cosas que hacer, y prefieren pasar las fiestas en otros lugares, con otras personas, o incluso trabajando, él se desespera y comienza a idear un plan para que todos estén juntos en navidad.
Su plan es tan alocado como es costumbre en este tipo de tramas. Lincon envía uno de los postres caseros de su padre a la hermana mayor para que ella sienta nostalgia y desee ir a casa, dejando de lado todos sus deberes. Además, sabotea la presentación de comedia de su otra hermana para que así pierda esta oportunidad, la cual le costó mucho conseguir. Por último crean un robot con forma de un animal mitad tiburón, mitad cocodrilo, para que salga a asustar a las personas y así evitar que el resto de la familia, él incluído, vayan de viaje de vacaciones a Miami.
El plan sale bien, ya que hace que ninguno de ellos tengan nada mejor que hacer que estar en casa, en familia, pero, por supuesto, todo esto causa un el descontento y la tristeza en sus hermanas, quienes realmente querían hacer ciertas cosas que ahora les son imposibles, convirtiéndose esta en su peor navidad por el capricho de Lincon. Y, cómo era de esperarse, él recapacita sobre lo que ha hecho al ver a todos así, dándose cuenta de que lo que hizo estuvo mal, y buscando la forma de resolver todo.
Lincon quiere arreglar las cosas, pero antes de que pueda hacer algo una de sus hermanas afirma haber creado una sustancia capaz de acabar con el monstruo. Él intenta ignorar esto y distraerla para que lo olvide, pero su robot sale en las noticias como un posible peligro por el cual cancelarán todos los eventos navideños, arruinando así las fiestas para todas las demás familias.
Ante esta perspectiva Lincon se siente mucho más culpable, y su mejor idea es la de salir con el robot nuevamente a las calles, para aparentar su muerte. Lamentablemente las cosas no son tan sencillas, ya que muchos intentan cazarlo de verdad, poniéndose en una situación riesgosa, hasta que al fin acepta admitir la verdad para que todo aquello acabe.
Lejos de molestarse, todas las personas comprenden a Lincon, incluso permitiendo que la menor de sus hermanas encienda nuevamente las luces de navidad. Su familia, de igual manera termina por cumplir con lo que él deseaba desde un inicio, reparando el deslizador y yendo a pasar el tiempo juntos en familia.
El intento de live action
No es el primer especial navideño de The loud house, ni tampoco si primera película, pero sí su primer live action, y como ya hemos visto en otros live action de Nickelodeon, cómo ocurren en los de los padrinos mágicos, la historia termina resultando un poco rara cuando la pasamos a la realidad, y se le colocan mediocres efectos especiales con la sobre actuación. Esto ni siquiera en culpa de los actores, que realmente hicieron un buen trabajo, sino de los directores que les pidieron actuar de esta forma, como si ya fuera una especie de sello característico de Nickelodeon.
En cuanto a los efectos, en algo entendible en películas para tv y experimentos no solo en Nickelodeon, sino incluso en estudios más grandes cómo Disney. Muchas veces estás películas terminan pareciendo simple relleno, algunas son buenas, claro, pero se nota la diferencia de presupuesto aún así.
La trama simple
Lo que más destaca es el hecho de que está película parezca ser un capítulo más de The loud house, no tiene nada en particular que realmente la haga sentir como un especial, que nos haga sentir que valió la pena hacer un live action sobre ello cuando es justamente su animación una de las cosas que más gustan de la série.
Tenemos a Lincon siendo egoísta, por un deseo que involucra a su familia, haciendo planes absurdos, disculpándose, y con su familia dándole lo que deseó en un inicio sin una reprimenta real, ni nada por el estilo. Es decir, además de sentirse como un capítulo más y ya, también parece ser relleno.
Solo queda ver si en el futuro esperan lanzar mejores películas de este estilo, o si fue solo un intento fallido y lo dejarán de esa forma.
Está es una película que no tiene nada bueno en particular, y para alguien que no conoce la serie, puede ser completamente aburrida y absurda.
