The voyeurs
The voyeurs, de Amazon, llega como un filme de drama, con unos toques de suspenso y un excelente ritmo de trama. Este es el tipo de películas que sin duda hay que ver sin spoiler, por lo que esta crítica no tendrá ninguno realmente relevante.
Algo a resaltar es que este es el primer trabajo del director, por lo que si bien hay una que otra cosa que podría mejorarse, no llega al punto en que llegue a arruinar la película, dejando un muy buen resultado.
¿Qué son los voyeurs?
Primero hay que dejar en claro que voyeurs se refiere a cualquier persona que espía a otras en situaciones que lo llevan a excitarse, cosa que es muy común en algunos países de Europa, y en algunos estados de USA debido a la falta de persianas o cortinas, permitiendo que sea fácil para cualquiera que esté en el ángulo correcto el espiar dentro de la casa del otro.
En este caso los protagonistas, sin quererlo, se encuentran en el ángulo perfecto para espiar a sus vecinos de enfrente y, en vez de darles privacidad, colocar unas cortinas o simplemente mirar a otro lado, se quedan observándolos, e incluso lo siguen haciendo después de la sorpresa inicial, convirtiéndolo en una rutina.
Su trama
Tenemos a estas dos personas, una pareja recién mudada, que se dan cuenta de que pueden espiar a sus vecinos, y lo primero que ven es una escena erótica de ambos. Al ser la otra pareja atractiva y llamarles la atención, la siguen mirando, como si fuera algo normal.
Si bien llegan a sentirse un poco incómodos, o directamente mal, al inicio, al poco tiempo, por comentarios de sus conocidos que lo toman como algo normal, terminan aceptando su gusto por espiar a la otra pareja. Casi pareciera que no tienen nada mejor que hacer, y nos hace preguntarnos a nosotros, como público, si esto está realmente bien.
La cosa va escalando, la pareja compró unos binoculares para espiar mejor, y la mujer comienza a sentirse atraída por su vecino. Al poco tiempo, se dan cuenta de que el hombre engaña a su esposa, llevando constantemente a otras mujeres a su apartamento, con las cuales mantiene relaciones.
Ya en este punto, la pareja empieza a preguntarse si deberían interferir en la vida de sus vecinos, contando sobre la infidelidad a la mujer, cosa que Thomas, el esposo, no quiere hacer, ya que no es su problema, pero Pippa, la esposa, siente que es su deber de mujer a otra, ya que a ella no le gustaría pasar por lo mismo.
Luego de ver una pelea entre sus vecinos, en la cual el esposo le rompe los anteojos a su esposa, al día siguiente esta llega al trabajo de Pippa, a comprar unos nuevos. Aquí ambas se conocen y se hacen amigas, quedando para verse después, aunque esta mujer, Julia, no sabe que son vecinas, y que es espiada por la otra.
Al volverse más cercanas, Pippa decide que debe sí o sí contarle sobre la infidelidad de su esposo, enviándole una prueba desde el correo. Ante esto, Julia se desespera, por un momento parece querer asesinar a su esposo, pero termina suicidándose en cambio.
Pippa y Thomas, quienes vieron toda la escena, se culpan por lo ocurrido, en especial Pippa, por lo que deciden dejar las cosas así como están, y no meterse más en la vida de ellos. Sin embargo, las cosas se complican, y se dan cuenta de que nunca debieron haberse metido en la vida de sus vecinos.
La moral
Esta película nos coloca una y otra vez en la balanza lo de que está bien y mal, al hacernos dudar sobre qué cosas fueron una buena decisión, y qué no. Tenemos la opción de mirar o no la ventana, la opción de llamar la atención de los vecinos para alertar de un peligro, y la opción de contar sobre la infidelidad y las mentiras, así como la última opción, de decir la absoluta verdad a los vecinos.
En la primera, se nos muestra como algo morboso el observarlos, y es que lo es. Pero, también nos muestran lo normalizado que está esto, y el cómo las otras personas llegan a pensar que, si esas personas pueden ser observadas tan fácilmente, es porque así lo quieren, llegando a diálogos como “lo mejor que puedes hacer por una pareja exhibicionista es observarlos”.
Por otra parte, en la escena cuando el vecino se está atorando con la comida, y su esposa está en otra habitación con auriculares, Pippa y Thomas intentan llamar la atención de sus vecinos, con el riesgo de que sepan que los estaban espiando, para que así pueda salvarse el hombre. Si bien a último minuto Julia salva a su esposo, al darse cuenta de lo que sucede, Pippa y Thomas ya estaban a punto de ir corriendo a la casa de sus vecinos, para dar la alarma, pero, ¿cómo puede llegar a su apartamento a tiempo, y cómo se dará cuenta la mujer si igualmente sigue con los audífonos?
En este caso su mejor opción es llamar a la ambulancia, pero, ¿qué le dirán a la ambulancia? ¿Recibirán alguna condena o multa por estar espiando?
Con la infidelidad, ya es un dilema que muchos llegamos a tener en algún momento, al enterarnos de que alguien que conocemos está siendo infiel, o le están siendo infiel. Al igual que pasa con Pippa y Thomas, hay quienes opinamos que lo mejor es contar la verdad, para que la otra persona no viva engañada, mientras que otras aseguran que simplemente no es su problema, y que probablemente causen más mal que bien diciendo las cosas.
Por último la opción de contar toda la verdad, mirar si acaso una vez por morbo, y luego intentar visitar a los vecinos y contarles sobre su problema con las cortinas, para que no se repita con ellos, o cualquier otro. Esto es algo muy lógico, aunque puede resultar incómodo, y diría que es la opción más ética en esta situación, lo que a su vez, les hubiera ahorrado todos los problemas que ocasionó este comportamiento morboso.
Al final, se podría decir que los protagonistas terminaron cayendo por culpa de sus propias decisiones, así como los vecinos.