Tusk, la obsesión y lo bizarro

Tusk 

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Entre las peores y más bizarras películas que podemos encontrar está sin duda Tusk. ¿De qué otra forma podríamos definir este filme? Si quieres ver algo que te deje perturbado, no tanto por el miedo, sino por el asco y lo impactante de ciertas escenas, sin duda es una buena opción.

Eso sí, si decides verla es bajo propio riesgo, pues para hacernos una idea, es algo parecido a lo que fue la película del Ciempiés Humano, y si no la has observado u oído de ella, pues déjame decirte que no la veas, a menos que directamente te guste el cine bizarro y repulsivo. 

 

La trama

Comenzamos mal, y vamos a peor, con un protagonista llamado Wallace, que trabaja haciendo podcats sobre las desgracias de las otras personas, en medio de un humor negro que raya lo imbécil. La historia comienza con él a punto de entrevistar a un chico que intentó hacer un video luciendo una katana, en el cual se cortó su propia pierna por error, pero cuando al fin llega a Canadá, donde vive el chico, se entera de que este acabó con su vida, por lo que ya no tiene con qué trabajar.

Mientras busca la forma de que el viaje no se desperdicie, encuentra un aviso en el que ofrecen posada a cambio de que la persona simplemente escuche las historias de un anciano, cosa que le queda perfectamente a Wallace. Pronto lo vemos dentro de esta casa, hablando con el dueño, que le relata cosas sobre su vida, lo cual no llega a tener nada particularmente interesante hasta que llega a la parte crucial.

Resulta que cuando era joven, un día quedó atrapado en una cueva, en la cual lo ayudó únicamente una morsa, lo cual lo llevó a ver a esta criatura como a una especie de ser divino, favorecido por Dios, muy superior al ser humano. Mientras cuenta todo esto, Wallace se desmaya, debido a la sustancia que contenía su bebida. 

A partir de entonces comienza la transformación de Wallace en una morsa, con el hombre hablando sobre su infancia y todos los abusos que vivió durante esta. Aquí podemos ver la clara aversión hacía otras personas, así como su fascinación por el único ser que alguna vez lo ayudó. 

Aunque esto no pareciera ser suficiente como para crear un híbrido de morsa y humano, no pasa mucho antes de que sepamos toda la verdad, sobre cómo el hombre terminó asesinando y devorando al pobre animal que lo ayudó por tanto tiempo, cosa que lo hacía lamentarse cada día, por no poder haberle devuelto el favor. Por esto es que este hombre se aferra a la lunática idea de crear a la morsa, pues busco proyectar a Tusk, el animal que lo salvó, en otra persona, para así darle una muerte más digna, junto a la oportunidad de vengarse.

Lo impactante de todo esto no es tanto el qué están haciendo, sino la forma en que convierten al hombre en animal, tanto física como psicológicamente, dejando atrás su humanidad por el capricho de un viejo loco. Es en este estado que ambos inician su pelea, para acabar con la vida del otro.

Wallace, quien aun no termina de entender lo que ocurre, y que ha pasado ya mucho tiempo siendo tratado como animal, termina por sacar a relucir sus instintos animales, asesinando a su adversario de forma cruel y sangrienta. Para cuando al fin es hallado y rescatado, todo este trauma ha quedado grabado en su mente, impidiéndole volver a ser lo que era.

 

La falsa profundidad

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En ciertos puntos de la película nos quieren vender una especie de profundidad en su trama, hablando sobre cómo el ser humano es cruel por naturaleza, siendo los animales más nobles en comparación, pero nada de esto es realmente relevante, solo se trata de una historia rara con morbo, 

Esto sin contar las pocas veces en que salió su novia, quien está harta de él, y decide acostarse con el mejor amigo de Wallace. Ella, junto al amigo, escucharon la nota de voz de Wallace pidiendo auxilio, así que van a la comisaría, donde los redirige inmediatamente con un investigador de un caso bastante parecido. 

Todo para nada, ya que cuando ambos llegan armados, el asesino que creó a ese monstruo ya estaba siendo asesinado de forma salvaje y brutal por Wallace, quien poseía una mirada de locura extrema. Y aun con esto, nos quieren traer el dilema de lo que separa al hombre de la bestia con el diálogo de “solo los humanos pueden llorar”, pero realmente esta trama no llega a tener más peso que su propio estilo bizarro, razón por la que no es para todos. 

Como ya mencioné, no es una película para todos, es más, es para un público muy específico, pero si eres de las personas a las que les encantaron películas como el Ciempiés Humano y Sadó, entonces sin dudas te llamará la atención Tusk. No es la mejor, tiene muchos diálogos que se podrían mejorar… pero si llega a ser entretenida. 

Y por último, algo que nadie puede llegar a entender, es por qué Johnny Depp participa como actor en esta película, con un papel secundario y casi inútil, como un investigador.