Un lugar en silencio 2
Luego del éxito de la primera película, Un lugar en silencio 2 llega, como toda secuela, a aprovechar todo lo que agradó al espectador para así extenderlo, y conseguir más ganancias. Esto a veces es bueno… y otras veces, terrible, por suerte, en este caso, si bien la película no supera, ni iguala a la primera, tampoco se queda muy atrás.
Un lugar silencioso 2 nos habla un poco más sobre cómo es el mundo en el que viven los protagonistas, cómo comenzó todo, y cómo se comportan las otras personas ante el apocalipsis. Aunque tiene algunos fallos, en general es una muy buena película, que supo extenderse sin perder calidad.
Resumen
La película comienza mostrándonos el primer día de la invasión, con los alienígenas llegando a la tierra. Como era de esperarse, casi nadie logró entender de inmediato que lo que llamaba la atención de estos era el sonido, por lo que la gran mayoría de las personas fueron asesinadas por estos seres.
Aquí podemos ver cómo muchas personas ofrecieron su vida para salvar la de otros, sobre todo las fuerzas policiales, y nos introducen a un personaje secundario nuevo, Emmet, quien era amigo de la familia. Pasados unos meses, de regreso en dónde se quedó la película anterior, vemos a la madre, Evelyn, llevarse a sus hijos de casa, junto a las cosas necesarias para mantenerlos a salvo.
Sabiendo que ahora pueden enfrentarse a estos seres, Evelyn solo quiere buscar un nuevo lugar seguro donde vivir con sus hijos, ahora que la casa está destrozada por la pelea. Todos se confían pensando que no habría más personas cerca, pero este pensamiento casi los lleva a la muerte cuando tropiezan con trampas humanas, de las cuales, una hace caer a Evelyn, haciendo sonar muchas botellas, y la otra destroza la pierna de su hijo, con una trampa para osos.
Por suerte, gracias al auricular y el amplificador que llevaban consigo, derrotan a la criatura que se acerca a ellos, lo que a su vez, hace que el dueño de estas trampas se interese por ellos. Está persona resulta ser Emmet, su viejo amigo, al que tardan un poco en reconocer, puesto que no esperaban que estuviera con vida, y viviendo tan cerca.
Al preguntarle sobre su familia este menciona que sus hijos murieron el día de la invasión, y su esposa, poco después, cayó enferma, falleciendo en medio de mucho dolor. Evelyn le reclama que nunca fue con ellos, a pesar de que solían hacer grandes fogatas justamente para que otras personas fueran en busca de refugio, pero Emmet le señala que todas las personas se volvieron «malas» luego de la invasión.
A pesar de que se nota un poco feliz al saber que su amiga y sus hijos siguen con vida, Emmet dice de una vez que no pueden permanecer allí, ya que carece de provisiones suficientes, a lo que deciden que solo se quedarán una noche o dos, y se marcharán. En este breve tiempo, descubren que la radio de Emmet capta una señal que emite una canción repetidamente, cosa que les sorprende, porque ellos nunca la habían captado.
Los adultos no parecen darle tanta importancia, pero Regan, la hija sordomuda, se da cuenta de que esto puede ser un código, y le muestra a su hermano que, de hecho, hay una isla cerca de ellos a la que parece estar refiriéndose la radio. Ella expresa su intención de ir a esta isla y aprovechar la estación de radio para transmitir la frecuencia, y así tener un arma contra estos monstruos, pero, su hermano le recalca que esto es demasiado peligroso, y que si lo intenta, le dirá a su madre.
Ante la negativa Regan escapa, dirigiéndose a la isla, armada solo con el amplificador, el auricular y una escopeta. Esta escena resulta mucho más peligrosa que las anteriores exploraciones de la familia, ya que ahora, Regan no tiene forma de saber si hay algún alienígena cerca, puesto que no es capaz de oírlos. Cuando Evelyn se entera de todo, le suplica a Emmet que vaya a buscar a su hija, mientras ella busca los medicamentos para la pierna rota de su hijo.
Emmet, en vez de volver a casa con la niña, sigue su plan, y van juntos a este lugar. Por su parte Evelyn llega para encontrarse con su hijo en problemas y se queda cuidándolo, enterándose del plan de su hija, pero sin poder hacer nada al respecto.
Una vez en el punto, Regan y Emmet se ven envueltos en una trampa, dónde les roban sus provisiones y los ponen en peligro. A pesar de todo, logran llegar a salvo a la isla, dónde hay una tranquilidad absoluta, que no pueden creer. Las personas de allí viven como si no pasara nada malo, pero está calma no dura mucho, ya que una de las criaturas consiguió seguir a Regan y Emmet en otro bote.
Todo termina con Regan logrando colocar su auricular en el micrófono, enviando la señal a todos los que puedan captarla, como un arma.
Crítica
Tanto en trama, como actuación y atmósfera de terror, la película cumple con su cometido, al igual que la primera, no obstante, hubiera sido mejor si se explorase de forma más completa el tema de las demás personas y cómo viven al día de hoy. Logramos ver con Emmet que muchos se han vuelto sumamente hostiles, ya sea por protección o por «maldad», así como pasa con el grupo de personas que tienden una trampa en el puerto, pero aun así, se siente como si pudiera tratarse más el asunto, y abordar también a los que viven como la familia protagonista, cuidando a los suyos y buscando una mejor vida.
Por otra parte, las personas de la isla se muestran demasiado relajadas, y por muy poco tiempo. Es entendible que quieran olvidarse de todo, sin embargo, las provisiones no son eternas, y no parecían tener un sistema lo suficientemente sustentable para mantener a esa población, sobre todo si esperaban que más personas oyeran el mensaje.
Además, es poco probable que las demás personas sepan que la frecuencia puede usarse como arma, pero esto es algo que puede arreglarse en una tercera parte. De momento, solo queda ver si logran utilizar para cambiar las cosas, aunque claro, la señal tampoco es capaz de llegar muy lejos, así que probablemente tendrán que encontrar la forma de transmitirla de mejor manera.
