Un príncipe en Nueva York 2, en revival de 30 años

Un príncipe en Nueva York 2

Un príncipe en Nueva York 2

Otro revival, junto a otros reboots. Sin duda alguna, el 2020 y el 2021 son los años de la nostalgia, pues los estudios de cine no dejan de sacar película tras película e incluso series de nuestra infancia. Ya pasó con iCarly, con Tom y Jerry, con Los locos Addams, Spirit… y la lista sigue y sigue, siendo en esta ocasión, Un príncipe en Nueva York 2 la película que estará apelando a nuestra nostalgia, y probablemente la hará pedazos. 

¿Hollywood se está quedando sin ideas? Ni siquiera hace falta que se trate de algo de nuestra infancia, otras cintas como La chica en el tren y V/H/S ahora tienen su nueva versión, algunas más decentes que otras, y muchas siendo un completo fracaso. 

En el caso de Un príncipe en Nueva York 2, al igual que como pasó el iCarly 2021, nos muestran la vida de nuestros personajes favoritos ahora de adultos, con preocupaciones más realistas, y muchas responsabilidades, junto a la crítica a todo esto. Ambos filmes son sin duda alguna un respiro a nuestras vidas, que han cambiado enormemente desde el estreno de esas series y películas, que nos hacen sentir un poco mejor al ver que ellos, al igual que nosotros, no son exactamente iguales a como eran cuando los conocimos de niños.

Sin embargo, la gran diferencia entre estas dos, es que Un príncipe en Nueva York 2 sabe perfectamente que no sigue en el mismo tiempo que antes, pero aun así, se esfuerza en mantener elementos, chistes y escenas que nos transportan, aunque sea por unos instantes, a esa época lejana en que veíamos estas series y películas sin tener nada mejor que hacer. Y es que Eddie Murphy y Arsenio Hall simplemente no envejecen, ni tampoco su comedia, lo que tal vez pueda sonar un poco anticuado para las nuevas generaciones, pero aun así es lo suficientemente buena como para ser disfrutada por ellos de igual manera. 

Aun así, al igual que muchos reboots, Un príncipe en Nueva York 2 quiere centrarse en las nuevas generaciones, dejando un buen mensaje con su película, de la misma forma en que lo hizo en la primera, aunque el sí eso se logró o no es un tanto más complicado, por lo absurda que llega a ser la trama en algunos momentos. Solo queda ver qué tal responde el público más joven, en especial los que no llegaron a ver la primera, a esta cinta, después de todo, ya han pasado 30 años desde su estreno, ¿cómo es que sus actores se ven exactamente igual que antes?

 

La trama

En la actualidad, el príncipe Akeem se casó con su amada, tuvo hijas y ahora está a punto de convertirse en rey de Zamunda. Todo parece ir muy bien, sus hijas son excelentes guerreras, inteligentes y más que preparadas para recibir el trono, pero, lamentablemente, por ley una mujer no puede heredar el trono de Zamunda, de hecho, las mujeres en esa cultura tienen un papel sumiso, sin muchos derechos.

El mayor problema surge cuando un reino cercano llega a amenazar a Akeem, exigiendo que una de sus hijas se case con su hijo, para así firmar la paz, y que ellos puedan reinar una vez que Akeem muera, de no hacerlo, lo matarán de inmediato y tomarán el poder a la fuerza. Por supuesto, todos están en contra de esto, pero no pueden negarse sin un heredero al trono.

Es aquí cuando Semmi, quien acompañó al príncipe en su primer viaje a Nueva York, le dice que es posible que sí tenga un hijo, debido a una noche en que él llevó a unas mujeres a su habitación, de las cuales, una de ellas tuvo relaciones con Akeem. Este lo niega, pero pronto se da cuenta de que esa noche había fumado una planta de dudosa procedencia que la mujer le dio, y luego de eso no recuerda nada. 

Con esto, van en búsqueda de ese hijo perdido para que gobierne Zamunda. Luego de unas pequeñas discusiones sobre si Akeem era el padre o no, ya que la propia madre no está segura, igualmente se lo llevan, y lo nombran príncipe. Lejos de molestarse, el otro reino simplemente les ofrece a su hija, para que se case con el príncipe, y así seguir el plan original, Akeem no tiene problemas con esto, ya que de todas formas una mujer no tiene casi ningún poder aunque esté casada con el príncipe. 

El hijo pasa sus pruebas exitosamente para convertirse en príncipe, gracias a trucos que aprendió “en las calles”, consiguiendo legítimamente el puesto de heredero, pero, todo se arruina nuevamente, ya que se enamora de una plebeya de Zamunda que le corta el cabello, y huye con ella a Nueva York al enterarse de que ella no puede cumplir sus sueños en Zamunda. Esto provoca un gran caos, así que Akeem lo sigue para que cumpla con su deber, pero al verlos enamorados, recuerda cuando hizo lo mismo, y les permite estar juntos, cambiando las leyes, para que su hija herede el trono. 

Un príncipe en Nueva York 2

Políticamente correcto

Si algo destacó en la cinta es la lucha de la hija mayor, así como los deseos de la chica plebeya, por cumplir sus sueños, pese a la ley. El hablar estos temas, aunque a más de uno le pareció innecesario, lo cierto es que quedan muy bien como continuación de Un príncipe en Nueva York 2, puesto que los derechos fue algo que pudimos intuir al ver cómo era la prometida de Akeem, y cómo este trataba con las mujeres al principio. 

En caso de tener que señalar algo que sí estaba de más, y no queda para nada con la trama, es la existencia del hijo de Akeem, así como la forma en que obtuvo el trono tan fácilmente, solo por nacer hombre, literalmente. Un joven que nunca ha tenido responsabilidades tan grandes, que ni siquiera sabe dónde queda Zamunda, y que claramente no podrá ser un buen rey, ya que no fue preparado, es puesto en el trono solo para que los enemigos políticos no se salgan con la suya. 

Al mal tiempo medidas desesperadas, dicen algunos, pero aun así, un chico que no tenía nada más para ofrecer que sus lazos sanguíneos, si es que tan siquiera es realmente hijo de Akeem, y que no se lo pensó dos veces antes de abandonar el trono, para irse con una chica a la que apenas conocía. Todo esto hace ver la película un tanto extraña, y solo es una excusa para que Akeem regrese a Nueva York, ya que en ningún otro momento tiene razones para ir. 

¿No hubiera sido mejor que fuera con sus hijas, para enseñarles sobre un país con igualdad de derechos, para que pudieran aprender cómo implementarlo en su propio país? Aun con esto, la película llega a ser muy entretenida y divertida, no llega a ser igual o superior a la primera, pero cumple con lo que promete, una continuación de una comedia que solo esta para dar nostalgia.