Un vecino gruñón: El dolor de la pérdida

Un vecino gruñón

Un vecino grunon

Un vecino gruñón es una película protagonizada por Tom Hanks, que es un remake de una película sueca llamada “Un hombre llamado Ove”.

Se trata de un filme emotivo y dramático, sobre la historia de un hombre que se enfrenta a la pérdida de su esposa, y que solo quiere acabar con su vida, que es detenido, sin saberlo, por situaciones que lo llevan a disfrutar un poco de la vida.

Es el tipo de películas que dejan una fuerte impresión luego de verla, y es ideal para aquellos que aman las historias emotivas.

 

Otto y su pérdida

Todo da inicio con Otto, un hombre mayor que perdió a su esposa algunos meses atrás. En el inicio de la película vemos cómo compra un poco de cuerda, para posteriormente intentar quitarse la vida en casa, ahorcándose.

Es detenido por un pequeño alboroto afuera de su casa, por un matrimonio que se acaba de mudar, y es incapaz de estacionar bien el camión de mudanza. Exasperado con su incompetencia, se ofrece a ayudarlos.

Una vez que todo está listo, regresa a su casa a seguir con su intento, solo para volver a ser interrumpido por Marisol, su nueva vecina, que le llevó un poco de comida en agradecimiento.

A pesar de ser detenido varias veces por todo esto, después de comer vuelve a intentarlo, esta vez, sin ser interrumpido por nada ni nadie. Pero, de todas formas, fracasa, ya que el soporte en el que colocó la cuerda no soportó el peso de su cuerpo.

Con esto tenemos claro el tipo de persona que es Otto, que tiene claro que quiere acabar con su vida, a la vez que nos muestran escenas en las que se ve lo estricto que es con todo en la vida. Vive regañando a todo el mundo, señalando cada mínima cosa, obsesionado con que se cumplan todas las reglas al pie de la letra.

Tal como indica el título, es “un vecino gruñón”, que no parece llevarse bien con nadie, hasta que se mudan estos nuevos vecinos.

 

Su pasado y los nuevos vecinos

Nos adentramos más en la vida de Otto, que recuerda el día en que conoció a su esposa, por pura casualidad, después de haber sido rechazado para entrar al ejército. De camino a casa, él no dudó en perseguir a una chica que había dejado caer uno de sus libros por error, para devolverlo. Una escena bastante encantadora.

Años después, cuando su esposa está embarazada, tienen un accidente en medio de un viaje, lo que provoca la muerte del feto. Ambos empiezan una demanda contra la compañía de transporte por ello, pero terminan fracasando.

La esposa de Otto termina en silla de ruedas y, con el tiempo, desarrolla cáncer. Ahora que su esposa no está, Otto no encuentra ningún sentido a la vida, y solo se encierra en sí mismo.

Por otra parte, los vecinos, tanto los viejos como los nuevos, no tienen ninguna idea del dolor que está atravesando Otto, y, aunque algunos conocían a su esposa, ni siquiera piensan en que Otto realmente tenga tantos problemas.

Después de todo, con el tiempo Otto se fue alejando cada día más de los amigos que tenía, por lo que, incluso si uno de ellos sigue siendo su vecino, llevan años sin hablar.

Las únicas personas con las que parece llevarse bien son los nuevos vecinos, aunque las únicas veces en las que hablan es porque ellos necesitan alguna ayuda por la mudanza y el ajetreo que tiene en casa.

En la primera parte de “Un vecino gruñón”, sus interacciones ocurren siempre que Otto está a punto de quitarse la vida y Marisol, sin saberlo, lo interrumpe.

Un vecino grunon

La perspectiva

Es interesante ver cómo para Marisol él es un vecino amable y servicial, que no parece tener mayores problemas, mientras los demás vecinos lo ven como alguien problemático, y él simplemente se concentra en encontrar otras formas de matarse.

Esto juega mucho en la ignorancia y la perspectiva de cada personaje. Nos recuerda que, sin importar que tan cercano se sea a alguien, nunca se sabe realmente cómo es su vida, ni mucho menos todo lo que está viviendo.

 

El final y el deseo de Otto

Aunque es un filme que trata un tema tan delicado como son los intentos de suicidio, en ningún momento se ve a alguien ayudando directamente a Otto. Esto, de hecho, es lo que hace que la película se sienta más real, aunque por lo mismo da una perspectiva bastante sombría.

Normalmente en este tipo de películas emotivas el protagonista recibe ayuda de personas que se dan cuenta de sus intenciones, o por el contrario, aprende a buscar ayuda por su propia cuenta. Pero, en la vida real, en una gran cantidad de casos, estas intenciones no son conocidas por nadie más, y el único momento en el que saben de esto, es cuando ya es demasiado tarde.

Al final de “Un vecino gruñón” Otto ya tiene una mejor vida, ha hecho amigos y recuperado amistades. Se le ve bastante feliz y satisfecho con su vida actual. Pareciera incluso que sus pensamientos autodestructivos han acabado, sin embargo, igual termina falleciendo, junto a una nota en la que le deja todo a Marisol y su familia, en agradecimiento.

Este final puede ser un poco crudo, pero sigue perfectamente el deseo constante de Otto de reunirse con su esposa. Como bien dice en varias ocasiones, todo lo que vivió con sus nuevos vecinos son para él como pequeñas tareas a completar antes de reunirse con su esposa. Jamás llega a ver esto como una nueva oportunidad de tener una buena vida.

 

¿Vale la pena “Un vecino gruñón”?

Un vecino gruñón es una película muy conmovedora, que no deja indiferente a nadie. Es una historia que muestra el dolor de la pérdida, mientras toca el tema del no querer vivir más.

La trama le da nuevas y muchas oportunidades al protagonista para crecer y soltar el pasado, pero esto no es tan sencillo. Al final, él se aferra a su dolor, y acepta la muerte con felicidad.