Reseña de Zapatos rojos y los 7 enanos

Zapatos rojos y los 7 enanos

Zapatos rojos y los 7 enanos

Una reinvención del clásico cuento de Blancanieves. Lo cierto es que Zapatos Rojos y los 7 enanos no nos muestra algo que ya no hayamos visto, la idea de cambiar ciertas cosas de un clásico es algo que ha terminado volviéndose en un cliché, por las constantes salidas de películas similares después del estreno de Shrek.

Aun así, la película sabe mantener un buen ritmo, es entretenida y nos aporta un mensaje que siempre debe tenerse presente, aunque no llega a desarrollar completamente este punto.

 

Las apariencias

Toda la trama gira basándonos en esto, la apariencia de las personas, y cómo son juzgadas con base en ello. Es con este concepto que nos introducen a los personajes, y sus personalidades. 

 

Los 7 “enanos”

El primer giro a la trama original de Blancanieves llega con los reconocidos enanos, quienes solían ser verdaderos enanos, mayormente mineros, que llevaban un historial de ser tratados mal por la sociedad. En este caso, tenemos todo lo contrario.

Hermosos príncipes, literalmente sacados de cuentos de hadas, con una apariencia impecable, presentados como héroes fuertes y valientes, amados por todos. Su problema recae en sus personalidades, siendo frívolos y vanidosos. Ayudan a la gente por la atención y recompensas que reciben, en vez de hacerlo por cuestiones morales, como normalmente ocurre en los cuentos clásicos.

Por este tipo de comportamiento, se meten en graves problemas luego de salvar a una princesa de un dragón. Al salvarla, ellos pensaban que se encontrarían con el típico estándar de bella princesa, sin embargo, terminaron encontrándose con una mujer “horrenda”, a la que inmediatamente creyeron bruja. La “bruja”, en realidad, es la princesa de las hadas. 

Y es que esto sería lo normal, lo que incluso el público esperaría en una película infantil de este tipo. Es claro para el espectador, que en la mayoría de casos de este tipo de películas, una persona “fea” será de alguna forma malvada, o se inclinará a la maldad.

Zapatos rojos y los 7 enanos

Este es un estereotipo sumamente erróneo, y es que no se puede juzgar a las personas solo fijándose en su “belleza”. Justamente esto hace que los héroes juzguen mal a la princesa, ofendiéndola a tal punto, que decide hacerles un hechizo, castigándolos. 

Ellos deben cargar con una maldición debido a su error, condenados a existir bajo la apariencia de “enanos”, aunque parecen ser más bien troles o duendes, debido a sus colores. De cualquier forma, la única manera de romper la maldición es besando a “la mujer más hermosa de todas”.

 

Blanca

Por otra parte, tenemos a esta versión de Blancanieves, una princesa subida de peso, siendo otra vez, lo contrario a lo que normalmente esperaríamos. Lo que sí mantiene es su actitud, una chica amable, dulce y tímida. 

Anteriormente veíamos a una Blancanieves que era reconocida por su belleza, o acosada por su madrastra debido a esta. Ahora, vemos a una princesa un tanto ignorada, aunque querida por su padre.

Su vida entra en peligro con la llegada de la malvada bruja Regina, quien, viéndose hermosa, consigue el corazón del rey inmediatamente. Es la llegada de esta bruja, lo que desencadena varios problemas. 

Muchas personas desaparecen, entre ellas, el propio rey, y Blanca se ve obligada a huir. En medio de esto, Blanca encuentra un árbol con un par de zapatillas rojas en él. Al parecerle lindos, decide colocárselos, cayendo ella también en un encanto.

Resulta que estos zapatos contenían la belleza de la bruja, lo que causa que ahora Blanca sea “la más hermosa”, a pesar de que en realidad, solo bajó de peso, nada más en ella cambió, lo que nos dice mucho sobre los estándares de belleza. Mientras tanto, la bruja pierde su ilusión, volviéndose “horrenda” (simplemente envejeció).

Es ahora que Blanca descubre el mundo fuera del palacio, con una nueva apariencia. Las personas que conoce en el camino son amables con ella, la ayudan, y están ahí para ella en todo momento. Los enanos, al conocerla, hacen todo lo posible para llamar su atención, solo para conseguir el beso de la “más hermosa”, y romper sus propias maldiciones.

Cuando Blanca al fin sale una vez con su aspecto real, se sorprende al ver lo distinto de la forma en que la tratan. Nadie quiere ayudarla, los guardias se burlan de ella, sus propios “amigos”, los enanos, se niegan a ayudarla, ya que no la reconocen. Para los héroes, ella es solo una chica fea que no merece su tiempo.

El único que se digna a ayudar un poco a Blanca es Merlín, el enano principal, sin embargo, lo hace más por pena que otra cosa, volviendo a su camino inmediatamente después de ayudarla un poco.

 

La resolución, típicamente amorosa

Zapatos rojos y los 7 enanos

Aunque al principio recalqué que la fórmula principal no es precisamente lo más original, la forma en que manejaron la trama fue muy buena, dando a entender que nos darían una película bastante fuera de lo común. Pero, lamentablemente eso se pierde en su final.

Tenemos a Blanca y Merlín huyendo y luchando un poco, haciéndose más cercanos, solo para romper toda esta ilusión, cuando Merlín descubre la verdadera apariencia de Blanca. Él decide abandonarla, justo cuando ella acaba de salvarlo, arriesgando su vida, porque ella resultó no ser “hermosa”.

Si, luego se arrepiente y piensa en volver con ella, pero el daño ya está hecho. Al final, luego de derrotar al villano, con Blanca en su forma original, él le confiesa su amor, rompiendo su propio hechizo, porque ha besado a “la mujer más hermosa” para él. 

Ambos llegan a la cúspide de su historia al ser amados por otra persona, tal y como son. Esto a mi parecer, no es precisamente el mejor camino para esta película. El mensaje que intenta transmitir hubiera sido más contundente si nos mostraran un final feliz basado más en el amor propio, que en el amor romántico.

Claro que, la película igualmente logra hacer llegar su mensaje.