Besos Kitty
Besos Kitty al fin se estrena en la plataforma de Netflix, como el spin off de “A todos los chicos de los que me enamoré”. En este, seguimos la historia de Kitty, la hermana menor de Lara Jean.
También llamada “XO Kitty”, en esta serie vemos el inicio de la vida romántica de Kitty, que parece ser igual, o incluso más dramática que la de su hermana mayor.
Una sorpresa al novio de Kitty
Todo da inicio con Kitty, quien mantuvo el contacto y se hizo novia a distancia del chico que conoció en Seúl cuando fue de viaje con su familia. Ahora, con mucho tiempo de relación, Kitty ya no puede soportar no poder pasar tiempo con su novio, así que busca la manera de estar a su lado.
Es entonces que se encuentra con unas viejas fotos de su madre, la cual murió cuando ella era una niña. Estas fotos son de cuando estaba en secundaria y, a conveniencia del guion, resultan haber sido tomadas en el mismo instituto en el que estudia el novio de Kitty.
Sin pensarlo mucho, ella de una vez aprovecha las becas que ofrece el instituto para ser aceptada, usando la historia de su madre como medio para convencer a su padre de que la deje ir.
Todo esto, sin decirle nada a su novio, con la intención de sorprenderlo en la fiesta de inicio del ciclo escolar.
Por desgracia, cuando llega, se da cuenta de que este chico, Dae, en realidad tiene otra novia. Misma que resulta ser la chica que se encontró de camino a la escuela, una influencer famosa e hija de la directora.
El resultado de acciones imprudentes
Kitty desde el inicio es presentada como un personaje sumamente imprudente, que no parece tomar en serio las situaciones en las que ella misma se mete.
Va a Seúl solamente para pasar tiempo con su novio, y por ello, al descubrir que tiene otra novia, quiere regresar de inmediato a casa. No parece importarle todo lo que se esforzó por llegar allí, y tampoco se preocupa por todos los desastres que va creando a su alrededor.
Durante toda la serie de “Besos Kitty” la protagonista sigue siendo igual de imprudente. Se queda a vivir en la residencia de los chicos porque no le gusta su compañera de cuarto. Se hace muy cercana a un profesor. Roba datos de un hospital al pensar que su madre pudo tener otro hijo. Se emborracha y revela la fiesta a los profesores. Se mete en la vida privada de la directora… y la lista continúa un buen rato más.
Por supuesto, todas estas situaciones quedan muy bien con el género de comedia romántica, por lo que, a pesar de ser muy exageradas algunas escenas, no son un mal punto. Al contrario, esto es justamente lo que hace a la serie tan entretenida.
Diferencias sociales y el “salir del closet”
Algo bastante interesante es cómo se desarrolla la relación de Dae y Yuri. Ambos son pareja por conveniencia.
Por su parte, Yuri es lesbiana, pero no es capaz de revelar esto a sus padres, por lo que usa a Dae para ocultar su relación real con una chica. Dae, por otro lado, no puede seguir pagando la colegiatura, lo que lo lleva a hacer este trato con Yuri a cambio de que ella cubra estos gastos.
Este hecho se utiliza muchas veces en la serie, teniendo bastante peso, pues, cada vez que Dae intenta explicar la verdad, sale algún asunto relacionado. Debido a esto, al principio Dae y Kitty se distancian, ya que ella lo cree un infiel mentiroso.
En el caso de Yuri, ella no le da mucha importancia a esto, más allá de mantener las apariencias. Aunque, su noviazgo con Dae es utilizado varias veces por sus padres, quienes, en un intento de no parecer clasistas, reafirman el apoyo ante las cámaras de la relación de su hija con alguien de bajo estatus social.
Esto termina cuando Yuri es incapaz de seguir escondiendo que tiene una novia, queriendo tener el apoyo real de su familia. Pero todo esto es algo que Kitty medianamente descubre por su cuenta, y no es confirmado del todo, sino hasta que ellos dos están a punto de terminar.
Un amor fugaz
Algo que no se suele tocar mucho en las comedias románticas, al menos en una primera temporada, o primera película, es el hecho de que el protagonista cambie tan rápido sus gustos.
Kitty, quien viajó a Seúl solo por su novio, comienza a sentirse atraída por Yuri. A pesar de que en cierto punto ellos terminan, y Kitty al fin se hace novia de Dae, ella sigue sintiéndose cada vez más atraída por Yuri.
Esto es muy común en la vida real, pero algo completamente anormal en los clichés románticos, en los que el amor dura para siempre. En este caso, su amor por Dae va perdiendo fuerza desde incluso antes de saber que tenía otra novia, cuando se encuentra con Yuri por primera vez.
Y lo que más llama la atención es que, a pesar de no poder quedarse con Yuri, puesto que ella tiene novia, no se cierra al amor, sino que parece estar a punto de enamorarse otra vez para cuando llega el último capítulo.
Esto deja muy en claro que pronto llegarán nuevas temporadas en las que Kitty siga siendo igual de imprudente, mientras se va enamorando por ahí de un personaje tras otro hasta decidirse por alguien. Algo que recuerda un poco a su hermana, Lara Jean.
¿Vale la pena “Besos Kitty”?
Besos Kitty es una serie muy entretenida y divertida, que sigue muy bien el estilo que tuvo “A todos los chicos de los que me enamoré”, sin llegar a ser repetitiva, y con su propia y única historia.
Por supuesto, es una serie para los amantes del romance y las comedias juveniles. De otra manera, el guion puede llegar a parecer muy superficial en muchos puntos, y su protagonista demasiado infantil.
