Las aventuras de Scrat, su obsesión y su lado paternal

Las aventuras de Scrat

Las aventuras de Scrat, su obsesión y su lado paternal

Las aventuras de Scrat llegó a la plataforma de Disney Plus como una miniserie del personaje favorito de muchos, de la famosa franquicia de La era del hielo. Todos tenían expectativas muy altas de esta serie debido al cariño que se le tiene a Scrat, por lo que seguro no fue nada sencillo para Disney, y aun así, lo consiguió.

Luego del terrible fracaso de La era del hielo: Las aventuras de Bucky, la franquicia no aprecia tener el más mínimo futuro en la casa del ratón, sin embargo, en esta nueva miniserie dejan de lado todo error cometido en el filme anterior, para traer algo mucho mejor adaptado a la historia y sus personajes. En este caso, Scrat no solo es justo como lo recordamos, sino que se supo desenvolver en una nueva situación para él, de forma completamente natural.

Casi está de más decir que fue un rotundo éxito, puesto que, si bien los cortos de la miniserie no tienen ninguna gran trama detrás, nos da justo lo que queríamos, algo protagonizado por esta criatura. Todo esto, sin descuidar su nuevo integrante, que según parece, fue añadido justamente para reemplazar a Scrat en el futuro, o como mínimo, ser su eterno rival.

Como era de esperarse, la serie, al no tener a más integrantes de la franquicia, no cuenta con un solo diálogo en toda su extensión, por el contrario, se enfoca por completo en el lenguaje corporal y otros recursos para darnos a entender todo lo que piensan y sienten los dos personajes. Este aspecto está muy bien logrado, con mucho a destacar sobre cómo contar este tipo de historia.

 

La obsesión de Scrat y su vida

Como siempre, lo primero que vemos es a Scrat persiguiendo su bellota, alcanzándola por momentos, para posteriormente dejarla caer por error. Este ya es una especie de ciclo que se repite sin más, hasta que, en una de sus persecuciones, se termina encontrando a una ardilla bebé.

Scrat intenta alejarse de inmediato, sabiendo que este no es su problema, y que no tiene por qué hacerse cargo, pero, cuando este bebé lo mira con unos ojos suplicantes, mientras le toma de la mano, comienza a dudar. Ya es demasiado tarde para Scrat cuando se siente incapaz de abandonarlo, por lo que, contra su usual razonamiento, hace un espacio en su mente para este bebé, adoptándolo.

A partir de entonces pasan todo el tiempo juntos, tal y como lo haría un padre y un hijo, con Scrat siendo su tutor, llevándolo a ver las estrellas y poco más. Lamentablemente, esto no dura para siempre, sino que termina abruptamente cuando el bebé consigue por casualidad la bellota, comenzando una pelea entre ambos por quedarse con esta.

Aun después de tanto tiempo junto al bebé, y sin preocuparse por esa bellota, Scrat es incapaz de contenerse cuando ve lo que más desea a punto de ser devorado por el bebé. La persecución entre ambos es bastante larga, con la típica comedia destructiva de Scrat.

Las aventuras de Scrat, su obsesión y su lado paternal

El amor paternal

No es la primera vez que vemos a Scrat formar un vínculo con otros de su especie, pues bien que en una de las películas lo vimos pasar un tiempo con «el amor de su vida», a la cual, abandonó por la bellota. La diferencia aquí es que, pese a la bellota, Scrat demostró un verdadero interés por esta otra ardilla, cuidando de esta como si fuera su propio hijo.

Desde el principio vemos cómo renunciar a buscar la bellota por cuidar de este, y, cuando la bellota vuelve a aparecer, e inicia la pelea, Scrat sigue pensando en el bienestar de su nuevo hijo, protegiéndolo aunque le pueda costar la bellota. Claro que, en muchas ocasiones, lo vemos a punto de tomar malas decisiones, y hace todo lo posible para sacarlo de su camino, pero aun así, se mantiene fiel a su rol de padre.

Podemos ver cómo es capaz de sufrir todo tipo de golpes y burlas con tal de no hacer llorar a la otra ardilla, a la vez que puede, por momentos, dejarle su bellota, al menos hasta que el otro intenta comerla, y Scrat, movido por los celos, se la arrebata. De cualquier manera, es refrescante ver cómo las prioridades de Scrat al fin comienzan a cambiar.

 

La burla del destino

Después de todo lo que tuvo que pasar, Scrat, junto a la resignación de no poder probar esa bellota jamás en toda su vida, finalmente fallece de vejez, al lado de su amado hijo. Toda la escena es muy conmovedora, hasta que el hijo muestra su verdadera cara.

Con un poco de ingenio y lógica, la nueva ardilla se queda con la bellota, devolviendo a Scrat de la muerte, a causa de sus celos y codicia que lo llevan a despertar. Con su nueva forma de zombi, o poseído, ahora Scrat perseguirá tanto a su hijo por la tradición cometida, como a la bellota por su terrible obsesión.

 

Final feliz

Si bien no es parte de la miniserie como tal, nos han dado un corto animado de Scrat, solo, comiendo al fin su preciada bellota, como despedida a este personaje que nos acompañó por tantos años. Es muy probable que no lo volvamos a ver, debido a los problemas legales que enfrentó Disney en la compra del estudio Sky y sus proyectos.