Monster at Work
¿Te imaginas estudiar durante años, colocando todo tu esfuerzo, solo para que te digan que ese empleo ya no existe? Monster at Work es la historia de Tyler, y de muchas personas de la vida real también. Si recordamos su estreno, el primer capítulo de la serie tuvo un gran impacto, al mostrar a un monstruo que había sido “el mejor de todos”, la futura promesa y mucho más, como un chico perdido que no sabe qué hacer con su vida luego de que su empleo deje de existir.
La cruda realidad
Con la llegada del internet y todas las nuevas tecnologías hay miles de empleos que han ido quedando en el olvido. Tenemos como ejemplo, a las mujeres que trabajaban lavando ropa, y fueron reemplazadas por lavadoras.
En algunos lugares menos desarrollados todavía pueden llegar a encontrarse, o fueron “actualizados” a tintorerías, para la ropa más delicada, y en algunas pocas zonas sigue existiendo el trabajo, pero debido a la falda de desarrollo del lugar. Esto pasa con innumerables empleos, ya sea que su demanda baje por la cantidad de herramientas tecnológicas para evitar contratar personas, por el reemplazo directo, o la inutilidad de un trabajo luego del desarrollo de nuevas formas.
Y claro, esto es muy frustrante tanto para personas que llevan años dedicándose a una cosa que de un momento a otro deja de “funcionar”, como a aquellas que “desperdiciaron su tiempo” estudiando la carrera, sin poder ejercerla luego, como ocurre con Tyler. Esto es, de hecho, una de las pocas buenas críticas que mete Disney en sus series o películas, sin que estas tengan algo que ver con los sentimientos como tal, sino a la vida, a la adultez, y los problemas que conlleva.
Al final, aunque estos empleos terminan generando de alguna forma nuevos, estos empleos pueden no ser adecuados para los que trabajaron en “la versión anterior”, como ocurre en Monster Inc, donde saben bien que no cualquier asustador puede dar risa.
Algo bueno a destacar es el hecho de que Mike y Sullivan son conscientes de que este cambio trae muchos problemas a la ciudad, ya que después de todo, al estar en el mando no pueden simplemente ignorar, ni mucho menos olvidar, los continuos problemas que surgen, así como las quejas infinitas. Por esta parte, hubiera sido bueno que Monster at work mostrara mucho mejor el resentimiento y oposición real que suele haber luego de este tipo de decisión tan drástica.
Pero bueno, supongo que eso ya es mucho pedir a una serie que de por sí se ha arriesgado mucho con colocar de base un problema tan actual e importante, tomando en cuenta que sigue siendo un producto de Disney. Aun así, Monster at work logra mostrar muy bien esta realidad, de una forma que puede parecer un poco infantil y absurda, al tratarse de la continuación de una película de nuestra infancia, pero que igualmente cumple con ello.
Adaptarse o Morir
El cambio no puede evitarse, dentro de ningún sector o trabajo. Las leyes cambian con el tiempo, como la creación de leyes cibernéticas, la medicina avanza, dando más trabajo a los investigadores y doctores, la ingeniería plantea nuevas formas de construir… Ninguna profesión se queda estática en el tiempo, incluso quienes trabajan a costa de su cuerpo, ahora pueden hacerlo a solas con una cámara, y ganar incluso más, sin tanta inseguridad.
En el caso de la electricidad ocurre lo mismo, ahora tenemos mejores opciones de generarla, aunque en el mundo real muchos lugares siguen usando medios poco eficientes por falta de una mejora. En el mundo de Mosnters inc, por el contrario, al aparecer la nueva fuente de energía se erradicó la anterior, ya que claro, para simplificar la trama solo puede existir una única planta de energía en todo el planeta.
Por esto es que los monstruos deben adaptarse sí o sí a este cambio, sin oportunidad de probar otras alternativas, ir a una planta que siga trabajando de la forma anterior o cualquier otro tipo de segunda opción. De todas formas, esto es algo bueno, ya que muestra el grave problema al que se enfrentan muchas personas en el día a día por los constantes cambios, y es que si ellos no se adaptan a estos, no tienen forma de seguir adelante.
Con tanto avance, terminando regresando a nuestra antigua forma de vida, el adaptarse o morir, como poco más que animales. Aun si muchos no pasaron por esto en sus carreras, si pudieron verse muy afectados por circunstancias externas como el Covid, que obligó a las personas a adaptarse a trabajar por internet por un largo periodo de tiempo, para poder sobrevivir.
Los sueños rotos
El último gran problema de la película va más allá de cómo llevamos el pan a la casa, sino que se centra en cómo esos sueños que luchamos durante años de estudio por alcanzar se esfuman de un momento a otro, debido a estos cambios. Tyler ya no puede cumplir su sueño de ser asustador, a pesar de que superó todos los récords y mantuvo las mejores calificaciones de la universidad, por el contrario, debe contentarse con trabajar en el mismo nivel que alguien que ni siquiera se esforzó, cosa que al principio le molesta mucho.
Claro que luego surge en él, el deseo de convertirse en comediante, que equivaldría al mismo puesto con el que antes soñaba, pero cambiando los gritos por risas, pero esto más que ser un nuevo sueño parecer ser más un tipo de conformismo, al no poder encontrar algo mejor. Por esto mismo es que lo llegamos a ver dudar entre su supuesto nuevo sueño y el equipo de personas con el que llegó a llevarse bien, cosa que no hubiera ocurrido si se tratase de su profesión ideal, por más que Disney quiera hacer parecer lo contrario por un minuto.
