Kimi to Nami ni Noretara, enfrentando la pérdida

Kimi to Nami ni Noretara

Kimi to Nami ni Noretara

Kimi to Nami ni Noretara, también conocido como Wide your wave: juntos en el mar, es una película anime sobre el amor, la pérdida, y la forma en que lo afrontamos, junto con unos toques de magia para darle un giro interesante a la trama. 

 

Persiguiendo los sueños

Al empezar la película se nos presenta a la protagonista, Hinako, como una chica apasionada por el surf, que ha decidido independizarse para vivir cerca del mar, disfrutando de lo que más le gusta. Si bien no es la persona más ordenada, ni la más madura, ella logra apañarse sola en esta nueva ciudad, haciendo rápidamente un amigo que posteriormente se convierte en su novio.

Este chico es Minato, quien trabaja como bombero, cumpliendo su sueño de poder salvar a otros, en una de las más nobles y arriesgadas profesiones. Él pareciera enamorarse a primera vista de Hinako, llevándose muy bien.

Juntos pasaron un romance muy hermoso, lleno de buenos momentos y felicidad, sin embargo, apenas estamos en el inicio de la película. Minato, como es usual en su profesión, falleció protegiendo a otra persona.

 

El dolor

No es difícil imaginarse el dolor de una pérdida, sobre todo en esta larga época de contagios por covid, es algo por lo que la gran mayoría pasamos alguna vez, pero aun así, cada persona tiene su propia manera de afrontarlo, y de vivir con el dolor, o dejarlo atrás.

En el caso de Hinako, ella tuvo una corta, pero muy fuerte conexión con Minato, llegando a amarlo profundamente, sin ninguna restricción, por lo que al perderlo tan repentinamente, se sintió perdida, y el shock de esto la dejó muy mal. Ella ya no quiere salir a ninguna parte, ni mucho menos hablar con nadie, quedándose encerrada, deprimiéndose.

En medio de todo esto, es Youko, la hermana de Minato, quien ayuda a Hinako, a su propia manera, a pesar de que ella, siendo su familiar, también se siente mal por el fallecimiento de Minato. Por último está Wasabi, otro bombero novato, al que parece gustarle Hinako, pero que obviamente no puede acercarse con segundas intenciones cuando ella aún no termina de llorar la pérdida de su anterior novio.

A pesar de todo el apoyo, Hinako sigue sintiéndose como si estuviera en el limbo, sin razones para vivir ahora que Minato no está, dejando su vida y su pasión en segundo plano, como si nada de eso importara ya.

Kimi to Nami ni Noretara

La aparición de Minato

Por alguna extraña razón, cada vez que Hinako canta su canción favorita, Minato aparece en el agua, ya sea un río, el mar, o una pequeña botella de agua. Ante este descubrimiento, Hinako se pone inmediatamente feliz, viendo la oportunidad de seguir junto a Minato, a pesar de que su cuerpo ya no sea una parte de él. 

Al principio podemos pensar que se trata de una alucinación causada por el sentimiento de soledad que atormenta a Hinako, pero rápidamente nos damos cuenta de que si, efectivamente, Minato está ahí, o al menos, su espíritu. De cualquier forma, debido a que al principio Hinako es la única capaz de verlo, todos la ven como si estuviera loca, ya que claro, llevar consigo un inflable lleno de agua, bailando con este, mientras se aparenta tener alguna especie de cita, no es precisamente lo que una persona “cuerda” haría.

 

El dejar ir

El mayor conflicto de la película se centra en dejar ir las cosas del pasado, en este caso, a Minato. Pero, Hinako no quiere dejarlo, ella no es capaz de aceptar la cruda y dolorosa verdad de que Minato ya no pertenece a ese mundo. Pronto sus amigos comienzan a darse cuenta de que hay algo más extraño que de costumbre, notando que siempre lleva consigo algún pote de agua a la vista, cosa que no es muy rara tampoco, pero que se sorprende por el hecho le hable a los vasos de agua como si nada, o mínimo se les quede mirando.

Al final, es el mismo Minato, en versión fantasma, el que le recuerda a Hinako que debe seguir adelante, que no se siente feliz viendo como ella malgasta sus días y tiempo en alguien que no puede ofrecerle nada, alguien que ya no existe, haciendo que se aferre cada vez más al pasado. Esto es algo que nos repiten en más de una ocasión, como cuando Minato afirma que ella debería buscar a alguien que pueda amarla, alguien con vida.

A Hinako aún le duele dejar atrás a su querido novio, pero no tiene otra opción al ver cómo lo último que le quedaba de conciencia desvanecía poco a poco. 

Aun con todo, Hinako comienza a recuperar su vida, mientras pasa tiempo junto a sus amigos, vuelve a surfear.

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