Avatar 2: El camino del agua, 13 años después de la primera

Avatar 2

Avatar 2: El camino del agua

Avatar 2: El camino del agua, llegó a cines por fin, después de 13 años de espera, para bien o mal. 

Esta película ha sido una de las más publicitadas del año, y de la que más se esperaba, al ser la secuela de la película más taquillera de su época. Sin embargo, fue justamente esto lo que hizo que tantas personas salieran muy decepcionadas de las salas del cine. 

Si bien Avatar 2 cumple con lo prometido en cuanto a sus efectos especiales, no hay duda de que ha dejado un poco de lado el guion y el desarrollo de sus personajes. Es por esto que “Avatar 2: El camino del agua” no termina de cumplir las expectativas, e incluso llega a ser aburrida para algunos con sus tres horas de duración. 

 

Una nueva generación y una nueva tribu

Lo que más resalta en esta entrega es la manera en la que el mundo de Pandora es vista desde los ojos de los hijos de Jake Sully (El anterior protagonista), y, claro, la presentación de la nueva tribu.

Al hacer esto, ya no se trata de un humano adaptándose y aprendiendo sobre un nuevo mundo, como ocurrió en la primera. Si no que, por el contrario, al ver a Pandora desde el punto de vista de seres que crecieron allí, permite una mayor conexión entre el espectador y este mundo fantástico. 

Sobre todo, esto queda muy bien cuando conocen a la nueva tribu que, a pesar de ser del mismo mundo, representa a una especie, o por lo menos una raza, completamente distinta. Debido a sus diferencias tienen algunas disputas, pero también se abre un camino para conocer al mundo de Pandora con mayor profundidad. 

Este es el punto más fuerte de la película, y que sí logra cumplir con lo prometido. Gracias a esto, “Avatar 2: El camino del agua” puede resultar sumamente interesante, y convertirse en una buena experiencia, tal y como quería su director. 

Los problemas llegan cuando se trata de la historia.

Avatar 2: El camino del agua

Reciclando villanos

Era bastante obvio que los villanos seguirían siendo los humanos, o en su defecto, otros “extraterrestres”. El problema es que, en vez de aprovechar la brecha de tiempo entre la primera y la segunda película, es decir, los años que pasan dentro de la misma, todo se queda igual, o incluso peor que antes, en términos tecnológicos. 

Se podría haber aprovechado el avance tecnológico, trayendo nuevas armas, más interesantes, pero esto nunca ocurre. Es la misma batalla de balas contra flechas que deja mucho que desear, aunque, por lo menos, las escenas de acción están bien hechas. 

Nos muestran como, a pesar de todo, lograron incendiar gran parte de los bosques donde vivía la tribu protagonista de la anterior, y cómo comenzaron a construir una ciudad. No obstante, el villano, que pudo ser cualquier persona o situación, terminó siendo el mismo que la anterior.

El capitán que había muerto al final de la primera película es revivido, usando un dispositivo con sus memorias en el cuerpo artificial de un nativo de Pandora. Ahora, el capitán se mueve por venganza, para atrapar a Jake Sully, y terminar de colonizar Pandora.

No tarda en llegar, como si nada, a Pandora, a tomar como principal tarea el capturar a Jake Sully. El problema con esto es que, en un espacio tan grande como un planeta nuevo, en el que ya ha comenzado a construirse una futura ciudad, tendría más sentido que se centraran en terminar de conquistar el territorio ya obtenido, más que ir por ahí persiguiendo a alguien.

Se deja por completo de lado la cuestión de las distintas especies y el peligro que representan. De hecho, el único momento en el que le prestan atención a algo que no sea Jake Sully, es cuando extraen un mineral raro y caro de animales parecidos a ballenas. 

De resto, ni siquiera le dan importancia alguna a las demás tribus que existen, incluso las dejan ir como si nada después de que estos se resisten a la colonización, para poder llegar a Jake Sully. Es como si lo único importante fuera la venganza del capitán.

 

La conexión con el planeta

Dejando aparte todo el tema de la venganza, “Avatar 2: El camino del agua”, como mencioné anteriormente, se centra bastante en el vínculo con el planeta Pandora.

Después de dejarnos algunas incógnitas sobre el nacimiento de una mestiza que es adoptada por Jake Sully, podemos observar como su vínculo parece ser más fuerte y cercano. Aunque esto probablemente se deba solo a la cuestión de la perspectiva, de que, al no sentirse del todo como una nativa, por ser una mestiza, busca refugio en la naturaleza, consiguiendo ser más cercana a la misma.

Esto se ve claramente cuando consigue adaptarse de forma rápida a la vida en el mar, junto a la otra tribu, pese a ser rechazada por ellos. Más aún, cuando logra hacer uso de las plantas submarinas para defenderse y atacar en la batalla.

Por otra parte, uno de los hijos de Jake Sully, al tener una perspectiva más amplia por ser educado por Jake, duda de muchas cosas a su alrededor, sobre todo de algunas costumbres. Es gracias a ello que no duda en desafiar las costumbres varias veces, para permitirse ver las cosas desde otro ángulo. 

Este personaje consigue el apoyo y lealtad de un animal acuático al ser el único que no lo juzga como peligroso. 

Algo curioso es que este animal acuático parece tener más carisma, y hasta mejor historia, que la mayoría de los personajes. Su subtrama sirve de apoyo para que el tema de la venganza no sea el único punto importante, y permite que la historia fluya de manera más natural. 

 

¿Vale la pena “Avatar 2: El camino del agua”?

Depende mucho. Si realmente te interesa ver un poco más sobre el mundo de Pandora, y quieres observar el gran trabajo en sus efectos especiales, es una muy buena opción. Pero, si ese no es el caso, entonces puede parecer lenta e incluso aburrida.